¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!, se escuchó retumbar este domingo en la Catedral del Señor de Tabasco; lo anterior, en voz de cientos de feligreses que se dieron cita en diferentes horas del día para celebrar jubilosos al Señor de Tabasco, santo patrono de la Diócesis Tabasqueña, para pedirle por la justicia y la paz.
Con eucaristías, procesiones, rosarios, música y demás, la grey católica celebró por todo lo alto al Señor de Tabasco, cuya imagen llegó el pasado 4 de abril de 1344 a eso de las 15:00 horas, a través de las aguas del majestuoso rio Grijalva.
El Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, fue quien ofició la misa principal a las 12:00 horas, en donde explicó que las celebraciones al Señor de Tabasco marcan la culminación del año litúrgico.
"En la iglesia también tenemos un año litúrgico que no coincide con el inicio o el termino del año civil, sino con la fiesta de hoy, hoy termina el año litúrgico, si la tierra da 12 meses vuelta alrededor del sol, el fiel cristiano tiene 12 meses para contemplar a su sol, es decir, a su señor", indicó.
En este sentido, exhortó a los feligreses a hacer un análisis de reflexión para definir que tanto se acercaron a Jesús durante el año litúrgico, y de esta forma, conocer el crecimiento de su fe.
"En este año que tanto me acerque a Dios y pude crecer en fe, en amor y en vida interior, por otro lado soy llamado a participar del reino de Dios, un reino que no es externo si no de vida interior", apuntó.
El obispo indicó que en este año se le pedirá al Señor de Tabasco por la justicia, la paz, la verdad, así como también para se proclame la caridad y el amor
Esta fiesta de Cristo Rey para nosotros es importante porque es el patrono de nuestra Diócesis, reine en nuestra ciudad y en nuestro estado la justicia, la paz, la verdad y sobre todo la caridad y el amor
Como parte de las celebraciones, fue en punto de las 14:00 horas cuando se llevó a cabo el tradicional paseo de la imagen del Señor de Tabasco, por las principales calles de Villahermosa.
Teniendo como trayecto algunas calles del Primer Cuadro de la Ciudad, el destino final fue la iglesia de la ‘Inmaculada Concepción’ conocida como ‘La Conchita’, al pie de la emblemática Plaza de Armas.
Posterior a ello, la imagen del santo fue regresada a su iglesia, en tanto, las misas de celebración continuaron en diferentes horarios del día.