Tras el relevo en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el Obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López señaló que la Iglesia católica tiene la esperanza de que se la situación mejorará.
“Tenemos la confianza de que se hacen las cosas bien; cuando hay un discernimiento, cuando hay un análisis de realidad para dar un mejor servicio y creo que este cambio así fue hecho”, expuso.
En la acostumbrada rueda de prensa dominical en la Catedral del Señor de Tabasco, Monseñor dijo que más que buscar un acercamiento con el nuevo titular de la SSPC, Ángel Mario Balcázar Martínez, lo que la Diócesis hará es seguir las indicaciones de la autoridad en materia de seguridad.
Sobre todo en lo que respecta al tema de la prevención, de tal manera que se puedan ir reduciendo los asaltos y robos que se dan a los feligreses en los estacionamientos en los alrededores de las iglesias cuando acuden a cualquier celebración.
Las estrategias –dijo- las tienen ellos, nosotros como todos los ciudadanos procuramos tener los medios de vigilancia, de cuidado, de cerrar puertas como en cualquier parte.
Aunque consideró que si bien la responsabilidad directa de salvaguardar la integridad de los tabasqueños es precisamente de las instituciones como la secretaría en cuestión, también la ciudadanía tiene que aportar su granito de arena, como aquellas colonias que se unen en sectores para vigilar.
“Eso es bueno, que nos ayudemos uso a otros, si alguien quiere meterse a una casa alertar a los demás; es por el bien común, tanto el gobierno tiene la obligación de hacer su trabajo, como nosotros la intención de cuidarnos y protegernos unos a otros”, dijo.
Empezar a contener el flujo migratorio para evitar desorden
En otro tema, Rojas López indicó que si la Guardia Nacional se establece en la frontera sur para contener el flujo de migrantes, tiene que hacerlo con total respeto a los derechos humanos.
Sin embargo hizo hincapié en la importancia de empezar a tapar el paso a los extranjeros provenientes principalmente de Centroamérica.
“Es imposible poder atender a tantas personas, no hay espacios para recibir a tantos, nos rebasa la capacidad y ya en cientos y miles puede desbordarse en desorden y eso es un riesgo”, abundó.