Los Reyes Magos no llegaron a las viviendas de decenas de niños que laboran en las calles. Desde tempranas horas y acompañados de sus padres ofrecen sus productos para comprarse un juguete.
En este día lo más anhelado para los pequeños es un juguete, por lo que muchos no tendrán ese gran privilegio, ya que hay que salir a trabajar para poder ayudar a sus familias en los gastos del hogar, tal es el caso de doña Carmen Díaz, quien desde hace una semana llego a la capital proveniente de reforma Chiapas, junto a su sobrina y sus dos hijas, ellas realizan todos los días un recorrido por las calles aledañas al Mercado José María Pino Suarez, las cuales se dedican a vender sus aromatizantes a un bajo costo, platicando con la pequeña Fabiola y su hermana Claudia, nos comenta que ellas no esperan nada el día de reyes ya que prefiere que en su casa haya alimentos. A su corta edad no celebraran esta fecha, la cual es una de las más especiales en el año para los niños.
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Las ventas de sus productos han sido bajas en estas fechas con trabajo y alcanzara para comprar juguetes, Este miércoles ambas niñas volverán a las aulas de la escuela primara de su comunidad, ahí su mamá las deja a diario antes de partir a la capital y comunidades cercanas, donde hace varios meses se dedican al comercio ambulante.
Estando de vacaciones no pudo dejarlas solas en casa, por ello prefirió traerlas consigo, a un que es difícil, tiene que ayudar a vender, lamento.
En la ciudad existen muchos niños que en este día de reyes no podrán disfrutarlo, sin embargo asumieron la responsabilidad de trabajar acompañando a sus padre, esperando que el próximo año si haya un juguete
Pero hay otros menores a los que les va peor y son esos niños de la calle, quienes ya no tienen ni la ilusión de recibir nada y lo único que esperan es sobrellevar una fría mañana como la de hoy en la que buscarán calentarse e iniciar con el trabajo en los cruceros o buscar entre las sobras algo que llevarse a la boca para acabar con el hambre, porque para ellos tampoco abra rosca con chocolate caliente.
Así transcurrirá fríamente la mañana para ellos, como un día normal, algunos tal vez sepan que hoy es Día de Reyes, otros seguirán su día normal en el que tienen que luchar para seguir con sus vidas.
Pesé a que hay personas de buen corazón o iniciativas para tratar esta realidad, estás no han sido suficientes para alcanzar a todos esos niños de las calles o sumidos en la pobreza extrema, quienes tienen que pasar un lunes común con la esperanza de que la sociedad les pueda otorgar un lugar en ella y no ser rechazados u olvidados por la mayoría de los ojos de las personas.