La actividad petrolera en Tabasco ha significado un importante crecimiento económico en las últimas décadas en la entidad, aunque también ha dejado graves daños a su paso por las comunidades en donde mantiene actividad Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Tales son los casos recientes de fugas como la que se presentó esta semana en el municipio de Nacajuca y que ha representado innumerables daños al medio ambiente.
Aunque se desconoce el número real de derrames o afectaciones que ha generado a lo largo de décadas de actividad petrolera, de alguna otra forma la hoy empresa socialmente responsable ha tratado de resarcir estas afectaciones a través de diversos esquemas y entrega de apoyos que han sido manejado a través de diversas instancias.
No obstante, únicamente del 2005 al 2017 se reconocían unos 385 derrames de hidrocarburos, lo cual fueron producto de los descuidos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo a la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa), de estos siniestros, un total de 23 fueron fugas, 8 explosiones y 4 incendios. Resultado del mal manejo de material petrolífero en la entidad, lo cual ha afectado a comunidades y habitantes, debido a la contaminación y el riesgo al que se exponen durante los sucesos.
En ese sentido, la Asociación Ecológica Santo Tomás, considera que Pemex tiene la mayor responsabilidad en estos hechos que han afectado a cientos de familias y campesinos que han sufrido por la contaminación y las explosiones que se registran en sus comunidades.
De acuerdo a Hugo Ireta Guzmán, integrante de esta asociación ecológica, no se puede negar la gran afectación que ha generado Petróleos Mexicanos en la entidad y que en vez de resarcir los daños solo ha entregado migajas a los afectados.
Indicó que muchos de estos hechos se han originado en los ductos e instalaciones de Pemex, los cuales han afectado principalmente a los municipios de Huimanguillo, Cárdenas y Cunduacán, aunque también hay afectaciones en municipios como Macuspana.
Refirió que por el estado atraviesan 8 mil kilómetros de ductos propiedad de Pemex, los cuales en su mayoría requieren mantenimiento, esto independientemente de que la empresa ha reconocido que gran parte de los siniestros se deben a robo de hidrocarburos.
Ireta Guzmán comentó que la Dirección General de Inspección Industrial informó que en el 2017 se contabilizaron 130 derrames, 8 fugas y 4 incendios, aunque siempre la cifra oficial se queda corta.
Señaló que ahora este tema es responsabilidad de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) que es necesario que esté pendiente de lo que sucede en los municipios.
Comentó que la mayoría de los casos detectados obedecen a la actividad petrolera de la región ya que en el estado se registra la mayor parte de las líneas de Pemex, situación que incrementa la vulnerabilidad de Tabasco.
Ireta Guzmán insistió en la responsabilidad de Pemex por la mayor parte de los hechos que han afectado a cientos de familias y campesinos que han sufrido por la contaminación y las explosiones que se registran en sus comunidades.
A su vez, el Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab), indicó que registraron 57 casos relacionados con la contaminación durante el 2015 y parte de 2016, derivado de la ordeña y falta de mantenimiento de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Cabe señalar que este año, la Secretaría de Desarrollo Energético reconoció que aún existían reclamaciones en curso por daños y que no contempla PEMEX en los 700 millones de pesos anunciados para el pago a comunidades afectadas.
A raíz de esto, se dio a conocer que el pasivo de PEMEX con las comunidades afectadas se podría empezar a pagar durante este año, según lo que ha dicho la empresa productiva.
