La refinería Olmeca en el puerto de Dos Bocas de Paraíso, Tabasco es uno de los proyectos estelares que realiza el gobierno federal y que para su desarrollo ha requerido la contratación de más de 35 mil empleos, siendo mujeres alrededor del 10% de la plantilla que la conforman.
A través de la cuenta oficial de la Refinería Olmeca en Twitter, compartieron el testimonio de algunas trabajadoras del proyecto.
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Y es que la preparación, inteligencia y dedicación de ellas, las ha llevado a ocupar puestos importantes dentro de la obra, desde Ingenieras, supervisoras, arquitectas, soldadoras, coordinadoras y demás.
Hannia Berman, Analista de Control y Proyecto en Cogeneración señaló que tal como los hombres, el trabajo que desempeñan es rudo, pero la satisfacción personal de poder llevarlo a cabo las motiva cada día para poder lograrlo.
“Las mujeres también podemos desarrollarnos en un ámbito como este, trabajo duro, pesado, entramos a las 7 y media de la mañana y salimos a las 5 y media de la tarde, y llegamos a la casa no queriendo nada, pero el trabajo y la satisfacción que nos llevamos es bastante grande”.
Precisó que hay cinco soldadoras certificadas que están trabajando bajo el sol todo el día con los muchachos y se ganan su respeto con su trabajo.
La subgerente de costos de proceso, María del Rocío Ángeles, compartió el reto que ha sido para ella al ser foránea.
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“Es difícil, es un clima al que no estamos acostumbrados, te tienes que fletar mucho, pues es el primer vuelo de la mañana y el último vuelo de la noche, y dejas a tu familia. Yo soy mamá soltera de un hijo y pues es difícil, pero estoy muy comprometida”.
Ana Iris Santos Ávalos, coordinadora de disciplinas en el área de construcción de Catalítica reconoció que no es común ver mujeres desarrollando este tipo de puestos, sin embargo la refinería ha abierto estas oportunidades para las jóvenes profesionistas.
“Para mí es de mucho orgullo sobre todo porque soy joven y mujer, lo que no es común verse en este tipo de ámbito”.
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Señalan que ha sido una retroalimentación entre los participantes del proyecto, al unir experiencia y conocimiento de hombres y mujeres en el ámbito laboral y profesional.
Tanto ellos aprenden como nosotras aprendemos muchos, hay veces que los hombres dicen que lo podemos hacer así, y nosotras decimos, pero vamos a planearlo, entonces mezclamos ambos y agarramos un proceso completo, al final del día de eso se trata, de que salgan las cosas adelante, dijo Andrea Garma, Ingeniera de interfase.
Coincidieron en que trabajar en un proyecto tan grande como la refinería Olmeca conlleva grandes sacrificios al ser muchas madres de familia y estar laborando lejos de casa. Sin embargo, ha sido una gran oportunidad para sumar experiencia y la satisfacción de ser parte de una obra de esa magnitud.
