Si en las calles de Tabasco te encuentras a una persona vendiendo con una canasta de mimbre, muy posiblemente te estés encontrando con uno de los tesoros culinarios con los que cuenta la región, los ¡pastelitos fritos!.
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Éste tradicional platillo es ofrecido con diversos rellenos, los más tradicionales son picadillo de carne molida, jamón con queso, queso con azúcar y crema pastelera.
Su practicidad se ha vuelto un ‘snack’ típico de los tabasqueños, debido a que no es necesario darlo en platos o con algún recipiente en especial, con un pedazo de papel estraza improvisado como servilleta, basta.
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En caso de que un día te encuentres ‘de antojo’, y no encuentres a tu paso a algún vendedor, te damos la receta para que en casa puedas elaborarlos.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina
- 100 gramos de mantequilla iberia o la gloria sin sal
- 2 yemas de huevo
- Agua tibia para amasar
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 pizca de sal
- Relleno de tu elección: Picadillo de carne molida, jamón con queso, queso con azúcar y crema pastelera
Procedimiento:
- En un recipiente mezclamos la harina con el polvo para hornear, una vez integrados ambos ingredientes secos. Después en una superficie plana, y libre de humedad, colocaremos la harina mezclada y formaremos una corona.
En el centro del círculo, colocaremos la mantequilla, sal y las yemas de huevo; posteriormente, procederemos a amasar muy suavemente y poco a poco vamos agregando el agua hasta obtener una masa moldeable, es decir, que pueda ser lo suficientemente elástica para que se mantenga con la forma que le demos, sin perder la suavidad.
- Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie, y procedemos a extender la masa con un rodillo enharinado, hasta lograr un grosor no mayor de 1 centímetro.
- Utilizando un plato y un cuchillo, o un cortador de 15 centímetros de diámetro, cortaremos círculos en la masa extendida.
- Después, procederemos a extender los círculos en forma de óvalo, hasta doblar la medida que tienen, quedando un grosor aproximado de medio centímetro.
- Agregamos aproximadamente de 2 cucharadas de relleno en una de las mitades del óvalo y doblamos el otro extremo para cubrirlo.
- Cerramos las orillas uniendo ambos lados haciendo presión con los dedos, posteriormente, tomamos la punta del extremo de la empanada, y la doblamos hacia adentro haciendo un pliegue, y así sucesivamente hasta llegar al otro extremo del pastelito, este efecto se llama repulgué, y es una especie de trenza.
- Después de tener armados todos los pastelitos, los llevamos a una olla con suficiente aceite caliente, y comenzamos a freírlos.
- Al sacarlo, los colocamos en una servilleta para que puedan sacar toda la grasa sobrante.
- En el caso de los que van rellenos de queso, suelen ser espolvoreados con azúcar, los demás rellenos, se quedan naturales. No van barnizados con huevo.
- Estos pastelitos son acompañados con salsa picante, de las que son vendidas para las frituras.
