El bullying o acoso escolar hoy en día se ha vuelto un problema grave en la sociedad, afectando el desarrollo emocional de las personas que son víctimas de ello.
El acoso escolar tiene un impacto significativo de corto, mediano y largo plazo en la vida de los niños, niñas y adolescentes.
Lee más: ''Me quiero morir'': el desgarrador video de un pequeño con enanismo víctima del bullying
Este tipo de violencia es relevante porque afecta negativamente a la víctima, disminuyendo su autoestima y confianza, lo que puede conllevar a que padezcan de frecuentes estados de ansiedad, depresión, autoagresión e incluso conducir al suicidio.
¿Qué es el bullying?
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) define el acoso escolar como la conducta de persecución física y psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada.
Es realizado a través de agresiones físicas o verbales, así como a través de la exclusión social, acoso sexual, y derivaciones como la extorsión, robos, creando rumores, todo lo que afecte a la integridad física y emocional de la otra persona.
El control que los acosadores llegan a lograr en sus víctimas impide que puedan denunciarlo abiertamente, ante el temor de sufrir represalias. Es por ello que muchos prefieren padecer en silencio, por lo que es importante estar al pendiente de las señales que podrían indicarnos que están siendo víctimas de acoso.
Te mostramos algunas de ellas:
Sin ánimos
Los menores que sufren acoso escolar, manifiestan un debilitamiento en su estado de ánimo. Es común verlos tristes de forma continua y con dificultad de poder expresar lo que les sucede.
Te puede interesar: No hay consecuencias contra bullying: especialista
¿Y ese moretón?
Uno de los tipos de acoso más habituales es el que se lleva a cabo de forma física, por lo que es importante estar al pendiente de alguna marca, moretón o arañazo que aparezca sin razón aparente, o cualquier herida a la que no le pueda dar una respuesta.
Se le ‘apagó’ la chispa
Si de repente se vuelve muy introvertido, manifiesta poco interés en ir a la escuela o para socializar con los demás, cuando antes lo hacía de forma habitual, puede ser una señal de alarma.
Ansiedad
Manifestar un estado de ánimo alterado, puede ser una señal de que hay algo que lo está perturbando. El acoso escolar puede causar insomnio y reacciones extremas sin sentido. Si hablar de ciertas situaciones detona un nivel de nervios significativo, algo podría estar pasando.
Síguenos en Facebook: @elheraldodetab y en Twitter: @heraldodeta
No habla de sus amigos
Si de repente se muestra antisocial al grado que no quiere hablar o que le hablen de sus amigos, puede ser una señal de bullying. Una persona que es víctima de ello, al estar en una zona segura, manifiesta rechazo o repulsión hacia lo que le está haciendo daño. Puede ser que no quiera hablar de sus amigos, tampoco los trae a casa, ni quiere salir con ellos a la calle. Prefiere estar en casa más tiempo de lo habitual y rechaza planes que se le proponen.
Pide dinero de más
En ocasiones, los acosadores suelen exigir dinero a sus víctimas, a los que chantajean o amenazan. Cuando es el caso de niños y adolescentes, lo que suelen hacer por conseguirlo es pedirlo a sus padres o familiares.
Bajas calificaciones
Niños y niñas que son buenos estudiantes, de repente comienzan a suspender y a sentir un gran agobio con todo lo que se refiere a las actividades escolares.
Se ‘siente’ enfermo
Es común que una víctima de bullying refiera continuamente dolores de cabeza, de estómago o cualquier otro tipo de molestias físicas con la que puedan conseguir no asistir a clases para evitar a los acosadores.