/ viernes 24 de junio de 2022

Relato de pequeños entes: Cosas sobrenaturales aterrorizaron a un hombre

Un sujeto que llegó a cuidar un terreno nunca imaginó las cosas sobrenaturales que viviría, lo que le llevó a tomar medidas drásticas, aquí la historia

Cerca de la cabecera municipal se asienta una de las comunidades más famosas no solo por ser uno de los tres pueblos históricos del municipio, ni por el petróleo contenido en su subsuelo, sino también por las cosas sobrenaturales que ahí pasaban y a decir de algunos aún suceden.

Lee más: El amuleto: Espeluznante historia de un niño condenado desde el vientre

Los pocos habitantes que vivían en el lugar sentían tanto temor que en varias ocasiones mandaron buscar al cura del pueblo para que alejara el mal con sus oraciones y agua bendita, pero solo tenían una paz temporal ya que nada impidió que los sucesos extraños continuaran.

Confiado y alegre, hasta ese lugar llegó un trabajador más de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), a él le correspondería abrir las válvulas y desfogar el combustible que quedaba en las tuberías, pero este trabajo tenía que hacerse de noche, por eso prefirió quedarse en una pequeña casita improvisada de lámina dentro del campo de trabajo, nunca se imaginó lo que le esperaba.

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia Foto: Cortesía | Pixabay

Era la tercera noche y el obrero estaba casi a punto de dormirse, repentinamente escuchó fuertes golpes en la puerta de lámina de su improvisado hogar, de forma súbita se levantó de la hamaca, abrió la puerta, pero no vio nada, más tarde volvió a escuchar el mismo ruido y creyendo que era un ladrón busco el revólver que siempre llevaba en su mochila y salió, pero de nueva cuenta no encontró nada.

Esa noche ya no pudo conciliar el sueño y prefirió quedarse sentado en espera del amanecer, los primeros rayos del sol comenzaron a entrar entre los agujeros de lámina. Por fin llegó su relevo, tomó su maleta, su revólver y se fue a su casa.

Dos noches después, de nuevo en su puesto de trabajo se mostraba intranquilo, para calmarse decidió salir de la caseta, encender de forma imprudente un cigarro y sentarse en un tronco. Los escasos ruidos de la noche reinaban, pues no había vecinos cerca y los automóviles ya no transitaban, a esa hora todo era más negro que la noche, de pronto el mugido de vacas y becerros rompieron aquel sepulcral silencio; los animales asustados empezaron a correr en los potreros cercanos, algo inusual a esas horas, asombrado y espantado por lo que estaba presenciando se metió a la casa, se echó quedo en la hamaca y con el vaivén se quedo dorrmido.

Una noche escuchó ruidos sobre la mesita y vio una silueta languideciente, lo más arriesgado y temerario estaba por suceder Foto: Cortesía | Pixabay

Cerca de las tres de la mañana lo despertó un fuerte estruendo, parecía que alguien había caído sobre el techo, se escucharon fuertes pisadas sobre las láminas que crujían como si las doblaran, somnoliento se incorporó, se puso una playera, tomó su pistola y la lámpara, abrió la puerta, alumbró el techo, pero no vio absolutamente nada, creyendo que podría haber sido un ladrón hizo tres disparos al aire con su pistola para después meterse a la casa.

Lee más: La mujer de la laguna: Cuando el amor se convierte en terror

Sin darse cuenta el alba lo sorprendió, así que se preparó para entregar el turno, tomó su revólver y sacó el tambor para reponer las balas que había detonado horas antes.

《No puede ser, si disparé tres veces, cómo es posible que aún estén las balas dentro!》

No daba crédito a lo que sus ojos veían y la razón no le alcanzaba para explicar ese misterio, ninguno del pueblo supo que decir al enterarse de lo que había sucedido, lo que sí dijeron es que en ese lugar habitaban entes pequeños como de medio metro de estatura, eran malévolos, traviesos y tenían un principal afecto por la enorme vegetación que existía.

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia Foto: Cortesía | Pixabay

Por la noches los ruidos empezaron a ser una constante, cada velada con el pasar de las horas se convertía poco a poco en una pesadilla, un día descubrió unas pequeñas y singulares huellas marcadas en la tierra, justo frente a la puerta, a pesar de su incredulidad, esta vez tuvo asombro y temor al observar que eran del tamaño de los piecitos de un recién nacido, sólo tenían cuatro dedos e indicaban un par de pies totalmente deformados.

Decidido a ponerle fin a todo, recordó lo que semanas antes le habían recomendado hacer, así que se dio a la tarea de buscar todo los objeto que le habían dicho, por las noches colocaba sobre la mesa una caja de cigarros, un mazo de naipes, una botella de aguardiente, un violín que consiguió prestado y hojas de tanais, era una trampa que atraería al ente.

Una noche escuchó ruidos sobre la mesita y vio una silueta languideciente, lo más arriesgado y temerario estaba por suceder, así que espero un largo rato, ya cuando el dueño del monte se encontraba totalmente distraido y ebrio, el obrero se acercó sigilosamente tomó su cinturón, se acercó lo más que pudo al ente y empezó a cueriarlo, veía con claridad como esa criatura del infierno se retorcía con cada golpe, sus chillidos no parecían a ningún animal, como pudo el hombrecillo escapó, pero el hombre seguía tirando golpes al aire.

Decidido a ponerle fin a todo, recordó lo que semanas antes le habían recomendado hacer, así que se dio a la tarea de buscar todo los objeto que le habían dicho Foto: Cortesía | Pixabay

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia, así como también en los establos y potreros de la comunidad porque a veces amanecen trenzadas las colas de los caballos.

Cerca de la cabecera municipal se asienta una de las comunidades más famosas no solo por ser uno de los tres pueblos históricos del municipio, ni por el petróleo contenido en su subsuelo, sino también por las cosas sobrenaturales que ahí pasaban y a decir de algunos aún suceden.

Lee más: El amuleto: Espeluznante historia de un niño condenado desde el vientre

Los pocos habitantes que vivían en el lugar sentían tanto temor que en varias ocasiones mandaron buscar al cura del pueblo para que alejara el mal con sus oraciones y agua bendita, pero solo tenían una paz temporal ya que nada impidió que los sucesos extraños continuaran.

Confiado y alegre, hasta ese lugar llegó un trabajador más de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), a él le correspondería abrir las válvulas y desfogar el combustible que quedaba en las tuberías, pero este trabajo tenía que hacerse de noche, por eso prefirió quedarse en una pequeña casita improvisada de lámina dentro del campo de trabajo, nunca se imaginó lo que le esperaba.

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia Foto: Cortesía | Pixabay

Era la tercera noche y el obrero estaba casi a punto de dormirse, repentinamente escuchó fuertes golpes en la puerta de lámina de su improvisado hogar, de forma súbita se levantó de la hamaca, abrió la puerta, pero no vio nada, más tarde volvió a escuchar el mismo ruido y creyendo que era un ladrón busco el revólver que siempre llevaba en su mochila y salió, pero de nueva cuenta no encontró nada.

Esa noche ya no pudo conciliar el sueño y prefirió quedarse sentado en espera del amanecer, los primeros rayos del sol comenzaron a entrar entre los agujeros de lámina. Por fin llegó su relevo, tomó su maleta, su revólver y se fue a su casa.

Dos noches después, de nuevo en su puesto de trabajo se mostraba intranquilo, para calmarse decidió salir de la caseta, encender de forma imprudente un cigarro y sentarse en un tronco. Los escasos ruidos de la noche reinaban, pues no había vecinos cerca y los automóviles ya no transitaban, a esa hora todo era más negro que la noche, de pronto el mugido de vacas y becerros rompieron aquel sepulcral silencio; los animales asustados empezaron a correr en los potreros cercanos, algo inusual a esas horas, asombrado y espantado por lo que estaba presenciando se metió a la casa, se echó quedo en la hamaca y con el vaivén se quedo dorrmido.

Una noche escuchó ruidos sobre la mesita y vio una silueta languideciente, lo más arriesgado y temerario estaba por suceder Foto: Cortesía | Pixabay

Cerca de las tres de la mañana lo despertó un fuerte estruendo, parecía que alguien había caído sobre el techo, se escucharon fuertes pisadas sobre las láminas que crujían como si las doblaran, somnoliento se incorporó, se puso una playera, tomó su pistola y la lámpara, abrió la puerta, alumbró el techo, pero no vio absolutamente nada, creyendo que podría haber sido un ladrón hizo tres disparos al aire con su pistola para después meterse a la casa.

Lee más: La mujer de la laguna: Cuando el amor se convierte en terror

Sin darse cuenta el alba lo sorprendió, así que se preparó para entregar el turno, tomó su revólver y sacó el tambor para reponer las balas que había detonado horas antes.

《No puede ser, si disparé tres veces, cómo es posible que aún estén las balas dentro!》

No daba crédito a lo que sus ojos veían y la razón no le alcanzaba para explicar ese misterio, ninguno del pueblo supo que decir al enterarse de lo que había sucedido, lo que sí dijeron es que en ese lugar habitaban entes pequeños como de medio metro de estatura, eran malévolos, traviesos y tenían un principal afecto por la enorme vegetación que existía.

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia Foto: Cortesía | Pixabay

Por la noches los ruidos empezaron a ser una constante, cada velada con el pasar de las horas se convertía poco a poco en una pesadilla, un día descubrió unas pequeñas y singulares huellas marcadas en la tierra, justo frente a la puerta, a pesar de su incredulidad, esta vez tuvo asombro y temor al observar que eran del tamaño de los piecitos de un recién nacido, sólo tenían cuatro dedos e indicaban un par de pies totalmente deformados.

Decidido a ponerle fin a todo, recordó lo que semanas antes le habían recomendado hacer, así que se dio a la tarea de buscar todo los objeto que le habían dicho, por las noches colocaba sobre la mesa una caja de cigarros, un mazo de naipes, una botella de aguardiente, un violín que consiguió prestado y hojas de tanais, era una trampa que atraería al ente.

Una noche escuchó ruidos sobre la mesita y vio una silueta languideciente, lo más arriesgado y temerario estaba por suceder, así que espero un largo rato, ya cuando el dueño del monte se encontraba totalmente distraido y ebrio, el obrero se acercó sigilosamente tomó su cinturón, se acercó lo más que pudo al ente y empezó a cueriarlo, veía con claridad como esa criatura del infierno se retorcía con cada golpe, sus chillidos no parecían a ningún animal, como pudo el hombrecillo escapó, pero el hombre seguía tirando golpes al aire.

Decidido a ponerle fin a todo, recordó lo que semanas antes le habían recomendado hacer, así que se dio a la tarea de buscar todo los objeto que le habían dicho Foto: Cortesía | Pixabay

Hay quienes dicen que todavía siguen apareciéndose cerca de donde sucedió esta historia, así como también en los establos y potreros de la comunidad porque a veces amanecen trenzadas las colas de los caballos.

Policiaca

Detienen y queman autobús en la Cárdenas-Comalcalco; pasajero muere calcinado

El Vocero del Gobierno de Tabasco, Juan Carlos Castillejos, dio a conocer que se han registrado incidentes en la zona de Santa Rosalía, en la vía que une Cárdenas con Comalcalco, como resultado de un operativo llevado a cabo por la Secretaría de la Defensa Nacional

Turismo

Embajadoras participan en evento de miniflor y develación de galería fotográfica

La Europlaza en Villahermosa fue el epicentro de un emocionante evento Miniflor, donde se congregaron 16 embajadoras junto a las jóvenes aspirantes al título de Miniflor 2024

Local

CODEHUTAB exige responsabilidad a SSPCT por joven atropellado

La presidenta del CODEHUTAB, Suilma Velázquez, criticó la falta de responsabilidad de la SSPC luego de un accidente fatal en el que un ciudadano fue atropellado por policías

Local

La complicada travesía para llegar al Centro de Justicia para Mujeres

Para llegar al Centro de Justicia para Mujeres hay que realizar una complicada travesía, así lo constató El Heraldo de Tabasco

Local

Revés del TET en Tacotalpa: Revoca designación de alcaldesa

El Tribunal Electoral de Tabasco (TET) dio un revés a la designación de la alcaldesa en Tactotalpa Gladiola Arcos, hermana del alcalde con licencia Ricki Arcos, quien busca reelegirse 

Local

IEPCT resguarda con cadena de custodia boletas electorales para voto anticipado

El resguardo se llevó a cabo en la Junta Electoral Local 07 de Centro y las boletas serán posteriormente entregadas a la Junta Electoral Local del INE Tabasco, para su distribución en los seis distritos federales