Las antiguas viviendas chontales, las cuales han sido abandonadas hoy en día casi de manera total, siguen siendo parte del acervo histórico de la cultura maya.
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Y es que, pese a que nuevas formas de construcción llegaron a las casas tabasqueñas, aún en algunas zonas rurales se pueden observar los vestigios de lo que alguna vez fueron los hogares de los habitantes de la región.
A decir del INAH Tabasco, la antigua vivienda chontal era una construcción en la que no solo se podía habitar, sino que también formaba parte del sistema de producción. Este tipo de casas eran comunes cerca de ríos, lagunas y contaban con acceso directo al medio acuícola.
En las viviendas abundaban amplios solares en los que se cultivaban vegetales, frutas, hierbas medicinales, etc.
Además, servían para resguardar los enseres de trabajo, servían como sitios de esparcimiento, áreas para tener huertos urbanos y lugares para criar animales como pavos, gallinas, tortugas, etc.
La casa era construida con techo de palma o guano, con varas de jahuacte, además eran de forma rectangular y no contaban con ventanas, normalmente tenían una puerta en la parte frontal y otra en la parte de atrás.
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Dentro de ellas era común encontrar mesas y sillas de madera, petates para dormir, hamacas, altares, etc.
Hoy en día, la vivienda chontal forma parte del pasado, siendo uno de los estilos de vivienda más sustentables que pudieron existir.
