¡Estamos a unas horas de recibir el 2022! Y como parte de los rituales para despedir el año que se va y recibir al que nace, es el tradicional brindis, en donde chocamos nuestras copas de vino con familiares o amigos, deseándonos lo mejor para el ciclo que estamos a punto de comenzar y exclamando ¡salud! Pero ¿sabías que este ritual tiene un origen un tanto macabro?
Lee más: Las mejores frases para desear Año Nuevo
La obra International Handbook on Alcohol and Culture, editada en 1995, se dice que el brindis “es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses: sangre o vino, a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras "¡que sea por muchos años!" o "¡a tu salud!"”.
Mientras que la Encyclopædia Britannica, en su edición de 1910, tomo 13, página 121, señala que “la costumbre de beber "a la salud" de los vivos muy probablemente se deriva del antiguo rito religioso de brindar por los dioses y por los muertos. En las comidas, los griegos y los romanos efectuaban libaciones [derramaban vino o licores] en honor de sus dioses, y en banquetes ceremoniales, brindaban por ellos y por los fallecidos". (...) Íntimamente relacionado con estas costumbres de beber casi sacrificiales, tiene que haber estado siempre el acto de brindar por la salud de hombres vivos”.
Las hipótesis
Aunque a ciencia cierta no se sabe con exactitud cuál es el verdadero origen del brindis, existen diferentes hipótesis al respecto.
En la primera, se piensa que el acto de brindar se originó en el siglo IV antes de Cristo; en la antigua Roma solían envenenar las copas para asesinar a alguien, entonces, como símbolo de confianza, los anfitriones chocaban fuertemente las copas con sus invitados, con lo que el líquido de una copa pasaba a la otra. De este modo, se demostraba que no había ningún tipo de envenenamiento, pues quienes hacían el brindis bebían lo mismo.
El veneno en la copa era un método muy extendido para prosperar en política o negocios, eliminando físicamente a los rivales, por lo que ho había demasiada confianza entre los compañeros de banquete. De este modo, beber en compañía era una muestra de compromiso y amistad, sellado con el acto de levantar la copa.
Otra teoría explica que en la edad media eran tan frecuentes los envenenamientos, que se hizo común la costumbre de chocar las copas al brindar, de modo que si se tenía la sospecha de que alguien había puesto veneno en la copa de otra persona, ésta proponía un “brindis”, con lo que al chocar las copas deseando prosperidad y larga vida, salpicaba el vino de la otra copa, por lo que el veneno que era muy potente, se introducía en ella y no se la bebía.
También existe una hipótesis que se remonta al siglo XVI, cuyo motivo es la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre su oponente. De acuerdo a historiadores, el lunes 6 de Mayo de 1527, las tropas de Carlos V tomaron de forma victoriosa Roma y la saquearon de manera imprevista. Aquí, Lactancio, un caballero mancebo de la corte del emperador, convence a su interlocutor, el Arcediano del Viso, quien atestiguó el saqueo, de que el emperador no tuvo culpa de ello, y que Dios lo permitió por el bien de la cristiandad. Así, para celebrar tal victoria los mandos militares llenaron sus copas de vino, las levantaron y dijeron la frase: “bring dir’s”, que significa yo te lo ofrezco, lo que dio lugar a la tradición de brindar cuando se celebra algo.
Una versión más tiene sus orígenes en las sociedades romana y griega, donde eran habituales los grandes banquetes y fiestas, en donde los comensales levantaban y golpeaban sus copas para llamar la atención de los sirvientes y para que les sirvieran más bebida.
Actualmente, chocar las copas es un ritual para transmitir a nuestros amigos y familiares nuestros mejores deseos.
