/ viernes 25 de marzo de 2022

La invocación ocurrida en Huimanguillo

Una joven doctora llegó a aquel pueblito enclavado en la zona serrana de Huimanguillo entre Tabasco y Chiapas, sin imaginar la escalofriante noche que le aguardaba

Era ya mediodía y la doctora transitaba en su camioneta de los años 80s entre los límites de Tabasco y Chiapas; su destino era un lugar enclavado en la zona serrana de Huimanguillo, donde la fuerza del viento movía los fornidos árboles que se alzaban como gigantes entre la espesa maleza que crecía a sus anchas. Había una lluvia pertinaz que por instantes arreciaba y que hacía imposible la visibilidad al ir cuesta arriba.

Lee más: Apariciones de los caminos

Nunca antes había ido a ese lugar; por un momento pensó que se había perdido, aun así siguió su camino, el cual se había hecho muy largo y tedioso. Al salir de una curva bastante pronunciada frenó bruscamente para evitar arrollar a una anciana mujer que estaba parada justo a mitad de la vía; asustada y respirando con agitación bajó de su camioneta, se acercó a la mujer, quien no apartaba la mirada de la joven doctora; después de constatar que la vieja estaba bien, le preguntó si conocía el pueblito al que iba.

Con los ojos llenos de asombro y de angustia dijo la anciana mujer:

-¿De verdad quiere ir a ese lugar? Mejor quédese a descansar en el próximo pueblo y ya mañana temprano sale usted.

- No, no puedo, tengo que llegar hoy para salir temprano mañana a tomar unas muestras.

- Pero ya es muy tarde para que usted ande sola por estos caminos, hágame caso de lo que le digo.

- Yo quisiera descansar, pero no puedo, tengo mucha prisa y debo regresar mañana mismo a la capital.

Sin lograr que la joven mujer le hiciera caso, solo le dijo:

-Son las cinco de la tarde y te faltan como cuatro horas de camino, ya que no te quieres quedar déjame darte algo.

El obsequio era una cadena de oro con un crucifijo antiguo. Un tanto incrédula, la doctora lo colgó en su cuello. Dándole las gracias, se subió a su camioneta y siguió su viaje; en el transcurso del camino se arropó con una gran chamarra por el intenso frío que hacía esa noche del primer viernes de marzo.

Pasaban de las nueve de la noche cuando llegó al pequeño pueblito que estaba formado por trece familias. Los faros de niebla de la camioneta acabaron la penumbra que imperaba en ese lugar, por eso se dio cuenta que no había nadie en la calle; con su lámpara de mano bajó y buscó una vivienda; después de unos minutos la encontró. Bajó sus cosas de la camioneta y tocó tres veces la puerta:

-Buenas noches- dijo la joven profesionista.

-Ya la estábamos esperando con muchas ansias- contestó el señor de la casa.

La cara de la doctora dibujó una leve sonrisa en el rostro después de ver el gesto de amabilidad.

-Muchas gracias, hablé con usted anteriormente para ver si me podían apoyar para la noche aquí.

- ¡Claro que sí! -dijo el señor de la casa con voz gruesa y ronca- Aunque ya es muy tarde para andar sola por estos caminos, le confieso que estábamos tristeS por que creímos que ya no vendría.

-Mil disculpas, igual pensé que ya no llegaría, pero aquí estoy afortunadamente.

-Te muestro donde vas a dormir y después vienes a cenar con nosotros.

Nada más cerró la puerta de la habitación que le asignaron, se tumbó en la cama y poco a poco se quedó dormida; tiempo después los toques de la puerta la despertaron; era el señor que le avisaba que la cena ya estaba servida. Al salir de la habitación, la doctora se quedó atónita al ver al señor de la casa vestido con una túnica blanca que hacía resaltar un tremendo amuleto colgado de su cuello, y en el centro de este lo que parecía ser la estrella de David, pero con seis picos. La impresión fue tan grande, que el corazón le latía mucho más rápido; a pesar de eso pudo contenerse, y ya sin hambre se sentó a la mesa; se sobresaltó de nueva cuenta cuando el señor de la casa se aproximó a ella para pedirle que agradeciera al Dios Eterno por la comida.

-Hoy es la víspera del primer viernes de marzo-dijo el enigmático hombre- es una noche muy importante.

La doctora ignoraba a qué se refería, pero recordó lo que la mujer que encontró en el camino le había dicho.

-¿Por qué? - preguntó la doctora.

Porque esta es la oportunidad para purificar y limpiar nuestras almas y así aumentar el poder, pero mucha gente no lo entiende y piensa que lo que hacemos no es correcto.

Fue entonces que vio directamente el crucifijo que colgaba del cuello de la joven doctora, quien no entendió nada de lo que quiso decirle el anfitrión, pero ya no hizo más preguntas.

Más por educación que por hambre se apuró a cenar y al terminar se encomendó al Divino Creador y se enfiló rápido a su habitación; el señor de la casa junto con su mujer y sus hijos se quedaron en la mesa.

- Que duerma muy bien y le recomiendo que se despoje de toda joya para que pueda dormir de forma placentera- le dijo el señor de la casa.

Ya en su cuarto se iba a quitar el crucifijo, pero de nueva cuenta llegaron a su mente las palabras de aquella anciana mujer y decidió dejárselo, así se metió a la cama. Fue muy difícil conciliar el sueño; después de una hora por fin pudo pegar los ojos, pero este no duró nada, porque a las doce de la noche escuchó en la habitación contigua voces que alababan e invocaban la presencia de alguien en una lengua extraña; después de unos minutos, la joven mujer quedó petrificada de miedo al escuchar un viento fuerte que pasaba por encima de la casa y parecía que derrumbaría el techo. La doctora en ese momento sintió pesadez y tristeza profunda como nunca antes la había sentido; aun así empezó a rezar hasta que la furia del viento se calmó.

A la mañana siguiente, sin haber dormido casi nada por las fuerzas oscuras invocadas esa noche, se bañó y salió en busca de las muestras de agua del río que necesitaba; con mucho miedo se sentó a la mesa a desayunar.

Nadie rompió el silencio hasta que el señor de la casa con una voz tenebrosa le preguntó:

-¿Pudo dormir bien?

-Sí- contestó la joven doctora.

-¿No escuchó nada? - volvió a preguntar el señor con incredulidad.

- No- dijo ella.

El señor no pudo disimular la sorpresa al escuchar las palabras de la joven doctora.

Hoy la casa está abandonada y cubierta por maleza, pero en la víspera del primer viernes de marzo los hechiceros se reúnen para limpiar sus almas y hacer invocaciones; aún se pueden escuchar la llegada de malos espíritus que responden a la invocación en forma de viento tenebroso.

Por eso la gente que habita en ese lugar evita pasar por ese sitio, y quien lo hace tiene que llevar siempre una cruz a la vista para que nada malo le suceda.

Era ya mediodía y la doctora transitaba en su camioneta de los años 80s entre los límites de Tabasco y Chiapas; su destino era un lugar enclavado en la zona serrana de Huimanguillo, donde la fuerza del viento movía los fornidos árboles que se alzaban como gigantes entre la espesa maleza que crecía a sus anchas. Había una lluvia pertinaz que por instantes arreciaba y que hacía imposible la visibilidad al ir cuesta arriba.

Lee más: Apariciones de los caminos

Nunca antes había ido a ese lugar; por un momento pensó que se había perdido, aun así siguió su camino, el cual se había hecho muy largo y tedioso. Al salir de una curva bastante pronunciada frenó bruscamente para evitar arrollar a una anciana mujer que estaba parada justo a mitad de la vía; asustada y respirando con agitación bajó de su camioneta, se acercó a la mujer, quien no apartaba la mirada de la joven doctora; después de constatar que la vieja estaba bien, le preguntó si conocía el pueblito al que iba.

Con los ojos llenos de asombro y de angustia dijo la anciana mujer:

-¿De verdad quiere ir a ese lugar? Mejor quédese a descansar en el próximo pueblo y ya mañana temprano sale usted.

- No, no puedo, tengo que llegar hoy para salir temprano mañana a tomar unas muestras.

- Pero ya es muy tarde para que usted ande sola por estos caminos, hágame caso de lo que le digo.

- Yo quisiera descansar, pero no puedo, tengo mucha prisa y debo regresar mañana mismo a la capital.

Sin lograr que la joven mujer le hiciera caso, solo le dijo:

-Son las cinco de la tarde y te faltan como cuatro horas de camino, ya que no te quieres quedar déjame darte algo.

El obsequio era una cadena de oro con un crucifijo antiguo. Un tanto incrédula, la doctora lo colgó en su cuello. Dándole las gracias, se subió a su camioneta y siguió su viaje; en el transcurso del camino se arropó con una gran chamarra por el intenso frío que hacía esa noche del primer viernes de marzo.

Pasaban de las nueve de la noche cuando llegó al pequeño pueblito que estaba formado por trece familias. Los faros de niebla de la camioneta acabaron la penumbra que imperaba en ese lugar, por eso se dio cuenta que no había nadie en la calle; con su lámpara de mano bajó y buscó una vivienda; después de unos minutos la encontró. Bajó sus cosas de la camioneta y tocó tres veces la puerta:

-Buenas noches- dijo la joven profesionista.

-Ya la estábamos esperando con muchas ansias- contestó el señor de la casa.

La cara de la doctora dibujó una leve sonrisa en el rostro después de ver el gesto de amabilidad.

-Muchas gracias, hablé con usted anteriormente para ver si me podían apoyar para la noche aquí.

- ¡Claro que sí! -dijo el señor de la casa con voz gruesa y ronca- Aunque ya es muy tarde para andar sola por estos caminos, le confieso que estábamos tristeS por que creímos que ya no vendría.

-Mil disculpas, igual pensé que ya no llegaría, pero aquí estoy afortunadamente.

-Te muestro donde vas a dormir y después vienes a cenar con nosotros.

Nada más cerró la puerta de la habitación que le asignaron, se tumbó en la cama y poco a poco se quedó dormida; tiempo después los toques de la puerta la despertaron; era el señor que le avisaba que la cena ya estaba servida. Al salir de la habitación, la doctora se quedó atónita al ver al señor de la casa vestido con una túnica blanca que hacía resaltar un tremendo amuleto colgado de su cuello, y en el centro de este lo que parecía ser la estrella de David, pero con seis picos. La impresión fue tan grande, que el corazón le latía mucho más rápido; a pesar de eso pudo contenerse, y ya sin hambre se sentó a la mesa; se sobresaltó de nueva cuenta cuando el señor de la casa se aproximó a ella para pedirle que agradeciera al Dios Eterno por la comida.

-Hoy es la víspera del primer viernes de marzo-dijo el enigmático hombre- es una noche muy importante.

La doctora ignoraba a qué se refería, pero recordó lo que la mujer que encontró en el camino le había dicho.

-¿Por qué? - preguntó la doctora.

Porque esta es la oportunidad para purificar y limpiar nuestras almas y así aumentar el poder, pero mucha gente no lo entiende y piensa que lo que hacemos no es correcto.

Fue entonces que vio directamente el crucifijo que colgaba del cuello de la joven doctora, quien no entendió nada de lo que quiso decirle el anfitrión, pero ya no hizo más preguntas.

Más por educación que por hambre se apuró a cenar y al terminar se encomendó al Divino Creador y se enfiló rápido a su habitación; el señor de la casa junto con su mujer y sus hijos se quedaron en la mesa.

- Que duerma muy bien y le recomiendo que se despoje de toda joya para que pueda dormir de forma placentera- le dijo el señor de la casa.

Ya en su cuarto se iba a quitar el crucifijo, pero de nueva cuenta llegaron a su mente las palabras de aquella anciana mujer y decidió dejárselo, así se metió a la cama. Fue muy difícil conciliar el sueño; después de una hora por fin pudo pegar los ojos, pero este no duró nada, porque a las doce de la noche escuchó en la habitación contigua voces que alababan e invocaban la presencia de alguien en una lengua extraña; después de unos minutos, la joven mujer quedó petrificada de miedo al escuchar un viento fuerte que pasaba por encima de la casa y parecía que derrumbaría el techo. La doctora en ese momento sintió pesadez y tristeza profunda como nunca antes la había sentido; aun así empezó a rezar hasta que la furia del viento se calmó.

A la mañana siguiente, sin haber dormido casi nada por las fuerzas oscuras invocadas esa noche, se bañó y salió en busca de las muestras de agua del río que necesitaba; con mucho miedo se sentó a la mesa a desayunar.

Nadie rompió el silencio hasta que el señor de la casa con una voz tenebrosa le preguntó:

-¿Pudo dormir bien?

-Sí- contestó la joven doctora.

-¿No escuchó nada? - volvió a preguntar el señor con incredulidad.

- No- dijo ella.

El señor no pudo disimular la sorpresa al escuchar las palabras de la joven doctora.

Hoy la casa está abandonada y cubierta por maleza, pero en la víspera del primer viernes de marzo los hechiceros se reúnen para limpiar sus almas y hacer invocaciones; aún se pueden escuchar la llegada de malos espíritus que responden a la invocación en forma de viento tenebroso.

Por eso la gente que habita en ese lugar evita pasar por ese sitio, y quien lo hace tiene que llevar siempre una cruz a la vista para que nada malo le suceda.

Local

Exhiben irregularidades en residencia de Rocío Nahle en Tabasco

El Colegio de Abogados Tabasqueños expuso irregularidades en la compra de la residencia de Rocío Nahle en el fraccionamiento El Country

Turismo

Feria Tabasco 2024: Representantes municipales visitan al Barrio Mágico de Villahermosa

Acompañadas de música de batucada y tamborileros, las 16 jóvenes fueron recibidas con entusiasmo en el centro histórico de la capital tabasqueña

Elecciones 2024

Este sábado habrá un ensayo del primer debate gubernamental en Tabasco

En el ensayo programado para el sábado a las 8 de la noche, ya han confirmado su asistencia Lorena Beaurregard de los Santos del PAN-PRI y Minés de la Fuente Dagdug de Movimiento Ciudadano

Policiaca

Alerta Amber: Buscan a dos jovencitas desaparecidas en Centro

Vanessa Méndez de 17 años y Arleth Daviana de 15 años salieron de su casa el 16 de abril y ya no regresaron

Local

Ataque a empresario platanero en Teapa dejó dos heridos: Alma Espadas

La alcaldesa de Teapa, Alma Espadas, dijo que tras el ataque a empresario platanero hay dos heridos

Local

Presenta Protección Civil protocolo de actuaciones ante huracanes

Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, introdujo al gobierno estatal y municipal el actualizado protocolo de actuación ante huracanes en México