Desde que las personas se empezaron a vacunar contra el Covid-19, se generaron una gran cantidad de rumores, confusiones y hasta teorías conspirativas acerca de qué era lo que contenía el líquido o para qué servía.
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Desafortunadamente la situación no ha cambiado mucho, pues en la actualidad se pensó que las vacunas estaban provocando un brote de hepatitis infantil, en concreto esto sucedió en el Reino Unido.
Sin embargo, hay algo de veracidad aquí, pues es cierto que hay una cantidad anormal de hepatitis en niños de alrededor de 5 años; las autoridades sanitarias aún no han podido confirmar el origen de la inflamación del hígado.
Toda esta situación ha incendiado las redes, se pueden ver varios post en Twitter y Facebook que atribuyen el brote a las vacunas contra Covid-19, ya que hay un estudio de Pfizer que “demuestra” esta relación. Esto último es falso, tal investigación no existe.
Según afirma la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, ninguno de los pacientes de menos de diez años afectados por la hepatitis infantil estaba vacunado contra la COVID-19.
En el Reino Unido, la vacunación de menores entre 5 y 11 años de riesgo comenzó en febrero de este año, pero no fue hasta principios de abril cuando se aplicaron las inyecciones a todos los niños del mismo rango de edad.
La Asociación Española de Vacunología (AEV) comunicó “Pero, en cualquier caso, las vacunas contra la COVID-19 no tienen absolutamente nada que ver. La gran mayoría de los afectados no están vacunados”.
La hepatitis tampoco ha sido relacionada como una posible reacción adversa de la vacuna Pfizer, esto según los informes de farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo