Enoc: el misterioso profeta que maldijo el puerto de Frontera

El enigmático anciano de mediana estatura, cabello largo y barba poblada, que deambulaba en las calles del puerto y de Villa de Jalapa, realizó terroríficas profecías

José Gómez | El Heraldo de Tabasco

  · viernes 20 de agosto de 2021

Foto: Cortesía | GRANDFAILURE VIA GETTY IMAGES

La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.

Para el año 1920 en la entonces Villa de Jalapa y en Frontera, Centla, apareció un anciano, cuyo nombre era Enoc, quien realizó terroríficas profecías para la humanidad en estos lugares. Se dice además que lanzó una maldición para Frontera por las vejaciones de que fue objeto en dicho puerto.

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Su presencia aparentemente no tenía explicación, afirmaron testigos de la época, según se cuenta en la obra Historia y Monografía de Jalapa, de Carlos Mario Zurita Pedrero y en el sitio raícestabasco.blogspot.com.

Foto: Cortesía | Tabasco.gob.mx

Miraba al sol y comenzaba a profetizar

De acuerdo al documento de Carlos Mario Zurita, el anciano es descrito como una persona de mediana estatura, cabello largo y barba poblada, ojos aceitunados, siempre con los pies descalzos y un morral en el hombro, en donde guardaba una botella de miel de abeja.

Al parecer este era su único alimento, pues no aceptaba bocado de ninguna otra especie, ni tampoco dinero u otras cosas materiales que le sirvieran para satisfacer sus necesidades primordiales.

Cuentan que este personaje se hacía llamar Enoc, y se decía profeta; por un tiempo anduvo recorriendo las calles, se detenía en las esquinas y miraba hacia el sol, y enseguida comenzaba a realizar predicciones de calamidades que azotarían a la humanidad.

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Foto: Cortesía | agenciainformativademexico.com

Vaticinios: terremotos y guerras

Las personas que le escucharon transmitieron los vaticinios del hombre de edad avanzada a otras generaciones; algunos de estos fueron los siguientes:

- Se suscitarán terremotos de gran intensidad que destruirán ciudades.

- Algunos volcanes inactivos volverán hacer erupción y otros más se formarán.

- Los hijos le faltarán el respeto a sus padres llegando incluso al homicidio.

- Habrá pugnas y muertes entre hermanos.

- Enfermedades y epidemias azotarán a las futuras sociedades.

- Países entre sí pelearán grandes guerras.

Estos mensajes fueron escuchados en Jahuacapa, Astapa y Francisco J. Santa María, teniéndose conocimiento de su paso por otros municipios, y se ignora cual fue su destino.

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Foto: Cortesía | Pixabay

Sometido a vejaciones

Al parecer, este misterioso hombre anduvo en Frontera, Centla, ya que afirman maldijo a este lugar por haberle tratado mal, relato que se encuentra en el sitio raícestabasco.blogspot.com

El año que da esta página sobre la aparición del anciano es el mismo que en la obra de Carlos Mario Zurita Pedrero. Señala que el primer lugar donde lo vieron en el puerto fue a orillas del Río Grijalva. Lo describen de cabello largo, barba, ropa desgastada y aspecto raro.

Enoc predicó el evangelio en el parque central y las calles principales, sin embargo, pocos creyeron en sus palabras. Sólo unas cuantas familias le brindaron comida y alojamiento; se dice que sus descendientes fueron bendecidos, ya que sus negocios prosperaron en gran medida.

La mayoría lo corría de las banquetas, le echaba agua, insultaban, creían que estaba loco. Pero lo más grave es que fue puesto en la cárcel municipal. Ahí un peluquero le cortó el cabello y su prominente barba. Relatan que con el tiempo se le deformaron las manos y los pies.

Enojado por lo que le habían hecho, el autonombrado profeta lanzó una maldición al puerto de Frontera, asegurando que nunca prosperaría; los hijos huirían de sus madres y el lugar acabaría en fuego. Muchos le siguieron a lo largo de los pantanales, sin embargo al llegar cerca de Ciudad del Carmen, desapareció.