Una de las cosas que menos quiere un trabajador es ser despedido, ya que esto pone en riesgo las finanzas personales y la estabilidad en el hogar. Aunque en muchas cosas se puede demandar por despido injustificado hay otras en las que solo queda aceptarlo.
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Sin embargo, debes saber que aunque seas despedido tienes derecho a obtener tu liquidación, la cual representa una indemnización económica que el patrón está obligado a pagarte.
Según la Ley Federal del Trabajo el patrón te puede despedir por varias razones, como por ejemplo que el puesto que desempeñas sea eliminado de la empresa, ya sea porque se reestructure o haya recorte de personal, o bien porque la empresa se encuentre en bancarrota.
En caso de que se te niegue la liquidación que por derecho te corresponde deberás acudir a las oficinas de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) de tu localidad, donde te asesorarán sobre tus derechos laborales. Además es necesario que antes te poner una denuncia sepas cuales son los términos de tu contrato laboral.
Con esto podrás acudir a las oficinas de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje más cercanas. Toma en cuenta que tienes un límite de 60 días después del despido para comenzar el trámite.
Es necesario mencionar que algunas empresas mediante engaños te hagan firmar tu renuncia voluntaria, lo que podría hacer que pierdas tus derechos. En todo caso no firmes nada hasta estar seguro de lo que se trata y en caso de que intentaran obligarte, reporta la situación de inmediato ante la Profedet y consulta a un abogado.
Debes saber que tu liquidación consiste en 3 meses de tu salario, tu prima de antigüedad que equivalen a 12 días de salario por cada año laborado en la empresa, además de tu prima vacacional, vacaciones y aguinaldo.
Además en caso de que te despidan de forma injustificada también se deberá incluir los salarios vencidos, que se generan con cada mes que pase después de la notificación del despido, una vez iniciado el proceso legal con la Junta.