Además de los constantes problemas por baja afluencia de visitantes, el Parque Museo de la Venta empieza a atravesar una serie de situaciones derivadas de la falta de mantenimiento a sus instalaciones.

Desde el cierre de algunas áreas de exhibición, hasta el riesgo de un accidente debido a las malas condiciones en que se encuentra el puente de madera que está al final del recorrido. Aunque muchos de estos problemas son consecuencia de la pandemia por Covid 19, lo cierto es que ya va más de medio año de que el parque fue reabierto y aun así no se han visto mejoras a su infraestructura.

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Inclusive no ha podido ser reactivado el espectáculo de Luz y Sonido, que era uno de los principales atractivos. Aunado a ello, el corredor que va del parque Tomás Garrido Canabal hacia el Museo de la Venta y la Laguna de las Ilusiones representa un riesgo para la población, ya que ante el descuido, hay árboles y ramas a punto de caer.

Esto es un peligro sobre todo en esta temporada de fuertes lluvias y tormentas eléctricas que ya inició y que en cualquier momento podría ocasionar que los árboles y ramas se caigan.

Estos días la actividad en el parque ha sido escasa debido a la presencia de las lluvias que han asolado a la capital tabasqueña. No obstante, las pocas familias de visitantes que han acudido coinciden en que otro de los problemas es la falta de vigilancia policíaca en los alrededores.

Aunque en algunos puntos hay vendedores establecidos de artesanías, los visitantes sienten que hace falta presencia de agentes de Seguridad Pública.

De este modo fue que terminó el periodo vacacional de verano para este parque que hasta hace unos años era uno de los emblemas de la capital del estado, pero que de un tiempo a la fecha ha caído en el descuido por parte de las autoridades responsables.