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El pasado viernes, el programa cultural de El Heraldo de Tabasco, El Atelier, contó con la presencia de la maestra de danza española, Hilda Galán, además de su grupo de baile, que al inicio del programa deleitó al público con una muestra de danza.
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La presentación comenzó con un pequeño calentamiento de plantas, el cual consiste en dar golpes al suelo con los pies. La maestra comentó que este calentamiento puede llegar a durar hasta 35 minutos, pues se trabaja con toda la parte del pie para conseguir darle a los alumnos resistencia.
En cuanto a las diferencias que existen entre la danza flamenca y la danza española, la maestra señaló que la escuela a la que ella pertenece se centra en la danza flamenca, la cual abarca cuatro tipos de bailes propios de España. La primera de ellas es la danza regional o folklórica, la danza estilizada, la danza de escuela bolera y la danza flamenca.
“La danza española es considerada un baluarte, pues es el tipo de danza más completa que hay en el mundo, y los bailarines y bailarinas de danza española, son los mejor formados en todas las ramas de danza, porque tienen que manejar danza clásica, danza contemporánea, todo el acervo de danza de su país” señaló.
En cuanto al tema de la pandemia, la maestra reconoció que le ha sido un poco difícil, pues dijo que el flamenco es algo que se vive, y aunque hay alumnas que llevan sus clases en línea, es algo que se debe realizar de manera presencial.
Por eso en la escuela procuran tener un espacio ventilado, tener ozono en la entrada y mantienen el cubrebocas y las medidas sanitarias durante las clases.
El día mundial del flamenco se celebra el 16 de noviembre, donde Tabasco participará en un flashmob para celebrar esta danza que ya forma parte de todo el mundo.
Educando sobre museografía
La segunda parte del programa contó con la participación del historiador Arturo Alvarado, quien habló sobre la historia del Parque Museo La Venta, ganando el primer lugar a nivel estatal en el primer foro: “El edén de la ciencia” del Consejo de Ciencia y Tecnología del estado de Tabasco, por su tesis “Parque Museo La Venta, creación, transformación y patrimonio”.
Además es voluntario en el parque, donde se dedica a educar e inculcar a la gente sobre lo que representan cada una de las esculturas monolíticas que hay en el museo.
“Desgraciadamente en Tabasco existe esa parte donde el desconocimiento, de esta profesión, y bien, los historiadores tenemos que ganar ciertos terrenos, en los museos tenemos que estar, en partes donde el espacio turístico, la gente busca a través del turismo cultural informarse y llenarse de conocimiento”.
Alvarado mencionó que el área arqueológica está compuesta por 33 piezas, de las que 32 son originales, y una de ellas es una réplica, además de que en los últimos días, el museo ha recibido un aproximado de 400 personas, por lo que es complicado para los voluntarios y personal del museo controlar a todo el público.
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Señaló que es importante entender el concepto de museo, pues la UNESCO ha establecido que un museo se encarga de la protección de ciertos vestigios artísticos, históricos, arqueológicos, etc., que tengan una connotación cultural.
Sin embargo, en el caso del Museo La Venta, muchas personas se han llevado la falsa idea de que es un parque, lo que ha llevado a ciertas incidencias, porque las personas piensan que no es un museo.
“Un museo puede ser cualquier espacio en el que se puedan salvaguardar piezas históricas o arqueológicas, en 1957 y 1958 Carlos Pellicer Cámara, quiso recrear el espacio ambiental de la cultura olmeca, por lo tanto este museo es la transición museográfica, en donde, cuando regresa Carlos Pellicer después de haber estudiado los museos en Europa, se da cuenta que no hay museos en Tabasco”
Expresó que a raíz de esto, se creó la noción museográfica por exponer las piezas al público, gestionando ciertos espacios para dar a conocer la riqueza cultural del estado.
En cuanto al rescate de los monumentos arqueológicos y la protección misma y conservación, señaló que hay que tener claro que las piezas son invaluables, pese a que han existido durante muchísimo tiempo, pues las piezas tienen una originalidad.
“Seguirlas conservando, es seguir conservando nuestra historia. Esa historia materializada, que de alguna u otra manera sigue formando parte de nuestra identidad y nuestra pertenencia”.
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Aclaró que a través de la Ley Federal de Monumentos y Sitios Arqueológicos, en el Artículo 52 se menciona que cualquier monumento arqueológico que se dañe, se puede dar de 3 a 10 años de cárcel para quienes los cometan.
