/ martes 16 de julio de 2019

Urzúa, de honorable a traidor

No hay político que le agrade la crítica, aunque ésta sea propositiva o constructiva; al menos que venga de alguien de sus más enteras confianzas. Empero, a veces ni ello es suficiente.

El Presidente AMLO es obstinado en sus decisiones. Cuando las toma, no hay poder humano que lo haga cambiar. Es quizás una de sus virtudes, pero también, una de sus debilidades. Al enterarse de la dimisión de su titular de Hacienda, dicen que en lugar de retrasarla, la apuro.

La renuncia y denuncia de su ex Secretario, Carlos Manuel Urzúa Macías, ha generado un debate intenso, entre quienes “satanizan” la decisión del ahora académico y los que apoyan al malogrado ex funcionario.

Urzúa no es político, sino puramente académico, con alto prestigio profesional en el ámbito nacional; con fama de honesto y honorable. Características que legitimaron su gustada inclusión en la llamada Cuarta Transformación del país.

Aunque el Presidente habla de discrepancias con el ex titular de la SHCP, éste parece enfocarse a determinados funcionarios del gabinete, sin dejar de aceptar diferendos con quién fue su jefe.

Tras su puntual y atípica renuncia, “los demonios” se soltaron o fueron soltados, sobre la frágil figura del excuartotransformista. De traidor, desleal, ardido, arrogante e ingrato, no lo bajaron.

Quizás por ello, Urzúa decidió volver a la carga mediática con nuevas explicaciones que supuestamente podrían justificar su ríspida salida.

Urzúa Macías, nació el 9 de junio de 1955 en Aguascalientes, Aguascalientes. Hijo del Ing. Jesús Urzúa Quevedo y de la señora María Elena Macías Arellano. Es parte de una familia de nueve hermanos.

Casado con Laura Valverde, con quien procreó a María José y a Juan Carlos; la primera, famosa en twitter por apoyar a su padre, ante la renuncia.

Es egresado del Tecnológico de Monterrey, de la licenciatura en Matemáticas, además cuenta con una maestría, en dicha rama, por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV).

También tiene una maestría y un doctorado en Economía por la Universidad de Wisconsin. Investigador nacional nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores desde 2004, así como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2007.

Carlos Urzúa, se ha desempeñado como profesor e investigador del Colegio de México, y director de la Escuela de Graduados en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey. Profesor visitante de Universidades extranjeras tales como Princeton y Georgetown.

Consultor para el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y para la ONU.

Se desempeñó como Secretario de Finanzas del gobierno del Distrito Federal de 2000 a 2003, cuando AMLO fue Jefe de Gobierno.

En 2017 fue nominado por López Obrador para formar parte de su gabinete al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, asumió el cargo el 1º de diciembre de 2018.

Reconocido econometrista, además, es investigador de variados temas económicos, tales como política fiscal, política cambiaria, política monetaria, política de competencia económica, política comercial, política social e historia económica.

El que fuese el arquitecto de la austeridad republicana, misma que él practica en su vida, ahora está refugiado en su pasión: la academia.

Al parecer, muchos prefieren el confort del aplauso, que la verdad, aunque ésta sea dolorosa. Los estadistas, cuando menos, ante la crítica, la reflexionan y analizan. El Presidente es humano ¡puede equivocarse! No se le ayuda, al decirle a todo sí.


No hay político que le agrade la crítica, aunque ésta sea propositiva o constructiva; al menos que venga de alguien de sus más enteras confianzas. Empero, a veces ni ello es suficiente.

El Presidente AMLO es obstinado en sus decisiones. Cuando las toma, no hay poder humano que lo haga cambiar. Es quizás una de sus virtudes, pero también, una de sus debilidades. Al enterarse de la dimisión de su titular de Hacienda, dicen que en lugar de retrasarla, la apuro.

La renuncia y denuncia de su ex Secretario, Carlos Manuel Urzúa Macías, ha generado un debate intenso, entre quienes “satanizan” la decisión del ahora académico y los que apoyan al malogrado ex funcionario.

Urzúa no es político, sino puramente académico, con alto prestigio profesional en el ámbito nacional; con fama de honesto y honorable. Características que legitimaron su gustada inclusión en la llamada Cuarta Transformación del país.

Aunque el Presidente habla de discrepancias con el ex titular de la SHCP, éste parece enfocarse a determinados funcionarios del gabinete, sin dejar de aceptar diferendos con quién fue su jefe.

Tras su puntual y atípica renuncia, “los demonios” se soltaron o fueron soltados, sobre la frágil figura del excuartotransformista. De traidor, desleal, ardido, arrogante e ingrato, no lo bajaron.

Quizás por ello, Urzúa decidió volver a la carga mediática con nuevas explicaciones que supuestamente podrían justificar su ríspida salida.

Urzúa Macías, nació el 9 de junio de 1955 en Aguascalientes, Aguascalientes. Hijo del Ing. Jesús Urzúa Quevedo y de la señora María Elena Macías Arellano. Es parte de una familia de nueve hermanos.

Casado con Laura Valverde, con quien procreó a María José y a Juan Carlos; la primera, famosa en twitter por apoyar a su padre, ante la renuncia.

Es egresado del Tecnológico de Monterrey, de la licenciatura en Matemáticas, además cuenta con una maestría, en dicha rama, por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV).

También tiene una maestría y un doctorado en Economía por la Universidad de Wisconsin. Investigador nacional nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores desde 2004, así como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2007.

Carlos Urzúa, se ha desempeñado como profesor e investigador del Colegio de México, y director de la Escuela de Graduados en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey. Profesor visitante de Universidades extranjeras tales como Princeton y Georgetown.

Consultor para el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y para la ONU.

Se desempeñó como Secretario de Finanzas del gobierno del Distrito Federal de 2000 a 2003, cuando AMLO fue Jefe de Gobierno.

En 2017 fue nominado por López Obrador para formar parte de su gabinete al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, asumió el cargo el 1º de diciembre de 2018.

Reconocido econometrista, además, es investigador de variados temas económicos, tales como política fiscal, política cambiaria, política monetaria, política de competencia económica, política comercial, política social e historia económica.

El que fuese el arquitecto de la austeridad republicana, misma que él practica en su vida, ahora está refugiado en su pasión: la academia.

Al parecer, muchos prefieren el confort del aplauso, que la verdad, aunque ésta sea dolorosa. Los estadistas, cuando menos, ante la crítica, la reflexionan y analizan. El Presidente es humano ¡puede equivocarse! No se le ayuda, al decirle a todo sí.