/ viernes 17 de enero de 2020

Tabasco político | Titánicas tareas por resolver

Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, presidente del CDE del PRI y secretaria General, respectivamente, tienen una tarea titánica, por no decir imposible, por delante y que tiene diferentes aristas.

Las más apremiantes y prioritarias es no solo convencer plenamente a sus detractores externos e internos de que les tengan confianza, sino a la vez de que se conviertan en sus aliados políticos para llegar unidos a las elecciones intermedias.

Y, desde mi modesto punto de vista, es sin lugar a dudas, la más complicada, la más compleja.

Ya que arribaron -vía el dedazo-a la sede del edificio de 16 de septiembre en contra de la voluntad de las cabezas de los principales grupos políticos que pululan en el institucional, tanto nacional, como estatal y municipal.

A ambos, y capitalmente a su dirigente nacional Rafael Alejandro Moreno Cárdenas y a su insensible y miope equipo de trabajo, les faltó consensuar con las diversas corrientes políticas locales la llegada del huimanguillense y de la legisladora priista.

Sin el apoyo de estos, uno y otro van derechito al fracaso.

Están obligados a emplearse a fondo en sus propósitos torales, ya que no va a ser nada fácil ganarse el apoyo de Manuel Andrade Díaz, Andrés Rafael Granier Melo, Gina Trujillo Zentella, Candita Victoria Gil Jiménez, Liliana Ivette Madrigal Méndez, Lorena Beauregard de los Santos, Florizel Medina Pereznieto, Nicolás Bellizia Aboaft, Adrián Hernández Balboa, César Rojas Rabelo, entre otros, muchos más, dirigentes, cuadros, militantes y simpatizantes que mostraron públicamente su inconformidad por la unción grotesca de la nueva dirigencia.

El que hayan acudido varios de ellos a su toma de protesta en el teatro petrolero de la sección 44 del STPRM, no significa que hayan dado su aval a Lara Sedas y Ornelas Gil, ni nada por el estilo.

Más bien la presencia de los priistas en el acto se debió a una cortesía política para Moreno Cárdenas.

Darle una lectura política equivocada, sería un gran error político.

Para el grueso de los tricolores el CEN del PRI o, mejor dicho, el famoso “Alito” impuso a los que menos tienen experiencia en el quehacer político choco.

Como se ve la situación es más grave de lo que muchos piensan, sobre todo el de conseguir que la gente crea de nuevo en ellos.

Ya veremos con el transcurrir de los días, semanas y meses, si Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil tienen el talento, el oficio, la habilidad y la sagacidad política para vencer estos obstáculos que se ven inalcanzables.

Si lo consiguen, podrán en el 2021 sacar a candidatos con reales probabilidades de recuperar los espacios políticos federal, estatal y municipal que perdieron en el proceso electoral de 2018. En el que fueron literalmente: barridos.

Y el tiempo, es otro enemigo que tienen en contra.

Así qué mientras más rápido se apuren a cicatrizar todas las heridas abiertas que dejo la imposición de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, mejor para el PRI y para ellos.

De lo contrario, con todos y los yerros de este gobierno, van derechito al matadero.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si el senador Juan Manuel Fócil Pérez y en el malogrado candidato a la gubernatura Gerardo Gaudiano Rovirosa se ponen de acuerdo y sacan a un dirigente de unidad, que también es algo intricado, no tendrán mayores problemas.

Si no lo consiguen, la situación se les va a complicar más de lo que suponen.

Después de todo, fueron los que durante el proceso de reafiliación los que más afiliaron militantes.

Uno y otro lograron más de 21 mil afiliados. Siendo el grupo político de Fócil Pérez el que más consiguió.

Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil, presidente del CDE del PRI y secretaria General, respectivamente, tienen una tarea titánica, por no decir imposible, por delante y que tiene diferentes aristas.

Las más apremiantes y prioritarias es no solo convencer plenamente a sus detractores externos e internos de que les tengan confianza, sino a la vez de que se conviertan en sus aliados políticos para llegar unidos a las elecciones intermedias.

Y, desde mi modesto punto de vista, es sin lugar a dudas, la más complicada, la más compleja.

Ya que arribaron -vía el dedazo-a la sede del edificio de 16 de septiembre en contra de la voluntad de las cabezas de los principales grupos políticos que pululan en el institucional, tanto nacional, como estatal y municipal.

A ambos, y capitalmente a su dirigente nacional Rafael Alejandro Moreno Cárdenas y a su insensible y miope equipo de trabajo, les faltó consensuar con las diversas corrientes políticas locales la llegada del huimanguillense y de la legisladora priista.

Sin el apoyo de estos, uno y otro van derechito al fracaso.

Están obligados a emplearse a fondo en sus propósitos torales, ya que no va a ser nada fácil ganarse el apoyo de Manuel Andrade Díaz, Andrés Rafael Granier Melo, Gina Trujillo Zentella, Candita Victoria Gil Jiménez, Liliana Ivette Madrigal Méndez, Lorena Beauregard de los Santos, Florizel Medina Pereznieto, Nicolás Bellizia Aboaft, Adrián Hernández Balboa, César Rojas Rabelo, entre otros, muchos más, dirigentes, cuadros, militantes y simpatizantes que mostraron públicamente su inconformidad por la unción grotesca de la nueva dirigencia.

El que hayan acudido varios de ellos a su toma de protesta en el teatro petrolero de la sección 44 del STPRM, no significa que hayan dado su aval a Lara Sedas y Ornelas Gil, ni nada por el estilo.

Más bien la presencia de los priistas en el acto se debió a una cortesía política para Moreno Cárdenas.

Darle una lectura política equivocada, sería un gran error político.

Para el grueso de los tricolores el CEN del PRI o, mejor dicho, el famoso “Alito” impuso a los que menos tienen experiencia en el quehacer político choco.

Como se ve la situación es más grave de lo que muchos piensan, sobre todo el de conseguir que la gente crea de nuevo en ellos.

Ya veremos con el transcurrir de los días, semanas y meses, si Dagoberto Lara Sedas y Katia Ornelas Gil tienen el talento, el oficio, la habilidad y la sagacidad política para vencer estos obstáculos que se ven inalcanzables.

Si lo consiguen, podrán en el 2021 sacar a candidatos con reales probabilidades de recuperar los espacios políticos federal, estatal y municipal que perdieron en el proceso electoral de 2018. En el que fueron literalmente: barridos.

Y el tiempo, es otro enemigo que tienen en contra.

Así qué mientras más rápido se apuren a cicatrizar todas las heridas abiertas que dejo la imposición de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, mejor para el PRI y para ellos.

De lo contrario, con todos y los yerros de este gobierno, van derechito al matadero.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si el senador Juan Manuel Fócil Pérez y en el malogrado candidato a la gubernatura Gerardo Gaudiano Rovirosa se ponen de acuerdo y sacan a un dirigente de unidad, que también es algo intricado, no tendrán mayores problemas.

Si no lo consiguen, la situación se les va a complicar más de lo que suponen.

Después de todo, fueron los que durante el proceso de reafiliación los que más afiliaron militantes.

Uno y otro lograron más de 21 mil afiliados. Siendo el grupo político de Fócil Pérez el que más consiguió.