/ viernes 15 de mayo de 2020

Tabasco político | ¡Qué irresponsabilidad!

Más viniendo de un funcionario federal que conoce científicamente los terribles efectos que provoca el COVID-19 en los seres humanos, y que, por su experiencia y conocimiento de la pandemia, jamás de los jamases, debió mencionar que en Tabasco la curva del coronavirus venía aplanándose. Hágame usted semejante barbaridad, estupidez.

Declaración perniciosa que provocó de inmediato que miles de paisanos abandonaran sus hogares, para irse a pasear muy campantemente al primer cuadro -léase, Centro- de la capital tabasqueña.

Como si no estuviéramos en pleno pico del coronavirus. Si, y con todos y los llamados y advertencias de las autoridades sanitarias, mucha gente sigue resistiéndose a seguir las medidas de seguridad, para evitar que el mortal virus se propague como hasta ahora, con una invitación y exhorto de ese tamaño, pues ya se podrá usted imaginar lo que ocurrió el pasado miércoles.

Ahora sí, que Hugo López-Gatell se meó fuera de la bacinilla. La cagó. Ya que, vaya usted a saber la cantidad infectados que resultaron tras su desastrosa pifia. Dentro de unos 14 o 15 días sabremos con precisión el daño que ocasionó su desacertados y erróneos vaticinios.

Con servidores públicos federales de ese nivel, no tiene para cuando acabar la crisis sanitaria que nos tiene con el amén en la boca.

En qué datos clínicos se basaría para lanzar esa atrevida y letal convocatoria que generó que la policía estatal actuará con energía para exhortar a la población a que regresará de nuevo a su casa, y en la que el propio gobernador Adán Augusto López Hernández demostrará su desacuerdo y enfado con el indolente subsecretario de Prevención y Promoción de la salud.

Hasta de vendedores ambulantes se volvió a llenar el Centro. Y por su culpa, el gobierno se verá obligado a tomar medidas más severas para evitar frenar la movilización ciudadana de ese día.

Así que no se extrañe si este fin de semana vuelven a cerrar sus puertas no solo las grandes tiendas comerciales, sino también los medianos y chicos. En serio, que gran favor nos hizo este descerebrado y deschavetado funcionario de la 4T.

Al caso, no estará enterado de las últimas estadísticas que presenta el estado, en donde clarísimamente se ve como viene exponencialmente creciendo el número de contaminados y de muertos.

Es como para cocerlo con leña verde a fuego lento o, mínimamente colgarlos por los testículos. No se merece otra cosa.

Puso en riesgo, ni más ni menos, que la vida de miles de ciudadanos. Con justa razón el inquilino de la Quinta Grijalva echó rayos y centellas. Y en honor a la verdad, no era para menos.

A qué doctorcito de Hugo López-Gatell. Que, a estas alturas del partido, ya perdió la poca credibilidad que le quedaba.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Mientras tanto, aquí en la localidad, se están dando con todo. Me refiero al gobierno y a opositores.

Más viniendo de un funcionario federal que conoce científicamente los terribles efectos que provoca el COVID-19 en los seres humanos, y que, por su experiencia y conocimiento de la pandemia, jamás de los jamases, debió mencionar que en Tabasco la curva del coronavirus venía aplanándose. Hágame usted semejante barbaridad, estupidez.

Declaración perniciosa que provocó de inmediato que miles de paisanos abandonaran sus hogares, para irse a pasear muy campantemente al primer cuadro -léase, Centro- de la capital tabasqueña.

Como si no estuviéramos en pleno pico del coronavirus. Si, y con todos y los llamados y advertencias de las autoridades sanitarias, mucha gente sigue resistiéndose a seguir las medidas de seguridad, para evitar que el mortal virus se propague como hasta ahora, con una invitación y exhorto de ese tamaño, pues ya se podrá usted imaginar lo que ocurrió el pasado miércoles.

Ahora sí, que Hugo López-Gatell se meó fuera de la bacinilla. La cagó. Ya que, vaya usted a saber la cantidad infectados que resultaron tras su desastrosa pifia. Dentro de unos 14 o 15 días sabremos con precisión el daño que ocasionó su desacertados y erróneos vaticinios.

Con servidores públicos federales de ese nivel, no tiene para cuando acabar la crisis sanitaria que nos tiene con el amén en la boca.

En qué datos clínicos se basaría para lanzar esa atrevida y letal convocatoria que generó que la policía estatal actuará con energía para exhortar a la población a que regresará de nuevo a su casa, y en la que el propio gobernador Adán Augusto López Hernández demostrará su desacuerdo y enfado con el indolente subsecretario de Prevención y Promoción de la salud.

Hasta de vendedores ambulantes se volvió a llenar el Centro. Y por su culpa, el gobierno se verá obligado a tomar medidas más severas para evitar frenar la movilización ciudadana de ese día.

Así que no se extrañe si este fin de semana vuelven a cerrar sus puertas no solo las grandes tiendas comerciales, sino también los medianos y chicos. En serio, que gran favor nos hizo este descerebrado y deschavetado funcionario de la 4T.

Al caso, no estará enterado de las últimas estadísticas que presenta el estado, en donde clarísimamente se ve como viene exponencialmente creciendo el número de contaminados y de muertos.

Es como para cocerlo con leña verde a fuego lento o, mínimamente colgarlos por los testículos. No se merece otra cosa.

Puso en riesgo, ni más ni menos, que la vida de miles de ciudadanos. Con justa razón el inquilino de la Quinta Grijalva echó rayos y centellas. Y en honor a la verdad, no era para menos.

A qué doctorcito de Hugo López-Gatell. Que, a estas alturas del partido, ya perdió la poca credibilidad que le quedaba.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Mientras tanto, aquí en la localidad, se están dando con todo. Me refiero al gobierno y a opositores.