/ viernes 6 de diciembre de 2019

Tabasco político | ¡Qué insensibilidad!

Resulta inexplicable que ahora que el gobierno de Adán Augusto López Hernández cuenta con un presupuesto mayor que el que tuvieron los ex mandatarios ex priistas -miles de millones de pesos más- haya decidido cortar los aguinaldos a quienes realmente hacen posible que marche la actual administración.

Los que llevan en los hombros la enorme responsabilidad del buen funcionamiento de las dependencias gubernamentales, aunque por desgracia no todos, pues algunos no dan el ancho, quedan mucho a deber, como está demostrado.

Son los que se quedan a trabajar hasta altas horas de la noche, y si se requiere hasta la madrugada, con tal de sacar la chamba. Insisto, no todos.

Son 45 días que van a tumbarle a los secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores, coordinadores, subcoordinadores y jefes de departamento “A”.

Desde luego, que los titulares y sus más allegados no van a sentir la desacertada y suicida decisión de mochar los aguinaldos, ya que la compensación que reciben mensualmente compensa la afilada guillotina adancista.

Platique usted con uno de ellos, y podrá darse perfectamente cuenta del tamaño del enojo que tienen, no contra su jefe inmediato, sino contra el gobernador.

Están que echan rayos y centellas por los cuatro costados.

Sobre todos aquellos que se endeudaron confiados que en diciembre pagarían gran parte de la deuda contraída.

Ya no para viajar como en otros años, ya que, a diferencia de otros sexenios, ahora la situación está económica de la patada, como nunca.

Lo que ha provocado que la inseguridad pública y el desempleo estén a todo lo que da, a tambor batiente.

Sin pasar por alto, los pésimos servicios que prestan las deterioradas oficinas gubernamentales.

Ni en las crisis económicas de Luis Echeverría Álvarez, José Guillermo López Portillo y Ernesto Zedillo Ponce de León, se había estado en la entidad como ahora de amolado, fregado.

Definitivamente, no fue la mejor coyuntura económica y social.

En cambio, los titulares de los organismos “autónomos” se despacharon con la cuchara grande. Cada uno se va a llevar más de 300 mil pesos, entre salario, aguinaldos y compensaciones.

Maday Merino Damián, Jesús Manuel Argáez de los Santos, Rigoberto Riley Mata…sí que la supieron hacer.

Literalmente, se rayaron.

Los empleados de base, tampoco se vieron afectados, van a recibir, sus 85 días de aguinaldo como todos los años.

El caso es que son más de 2000 mil familias, incluyendo a los municipios, a los que inhumanamente van a perjudicar.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


No me cabe la menor duda, que una de las funcionarias de primer nivel que van a ser relevada, es la secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad (SDEC) Mayra Elena Jacobo Priego.

A lo mejor es una magnífica empresaria, pero en la dependencia que dirige “tras bambalinas”, simple y sencillamente no ha funcionado.

Uno de sus más grandes errores, es el haberse peleado con los empresarios, que son la materia prima de su encomienda.

Así qué: ¡¡Imagínese!!

Otros que con toda seguridad se van a ir, es Ariel Cetina Bertruy el Ifortab sigue siendo un elefante blanco.

Julissa Riveroll Ochoa y Jorge de Dios, también tienen sus días contados.

La Policía Estatal de Caminos (PEC), no tiene ni pies ni cabeza. Y el Servicio Estatal de Empleo (SEE), tampoco.

Y otro que ya debe de tener su maleta preparada, es el mero mero del IEAT, Enrique Soberanes Ribera.

jlggutierrez@hotmail.com

Resulta inexplicable que ahora que el gobierno de Adán Augusto López Hernández cuenta con un presupuesto mayor que el que tuvieron los ex mandatarios ex priistas -miles de millones de pesos más- haya decidido cortar los aguinaldos a quienes realmente hacen posible que marche la actual administración.

Los que llevan en los hombros la enorme responsabilidad del buen funcionamiento de las dependencias gubernamentales, aunque por desgracia no todos, pues algunos no dan el ancho, quedan mucho a deber, como está demostrado.

Son los que se quedan a trabajar hasta altas horas de la noche, y si se requiere hasta la madrugada, con tal de sacar la chamba. Insisto, no todos.

Son 45 días que van a tumbarle a los secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores, coordinadores, subcoordinadores y jefes de departamento “A”.

Desde luego, que los titulares y sus más allegados no van a sentir la desacertada y suicida decisión de mochar los aguinaldos, ya que la compensación que reciben mensualmente compensa la afilada guillotina adancista.

Platique usted con uno de ellos, y podrá darse perfectamente cuenta del tamaño del enojo que tienen, no contra su jefe inmediato, sino contra el gobernador.

Están que echan rayos y centellas por los cuatro costados.

Sobre todos aquellos que se endeudaron confiados que en diciembre pagarían gran parte de la deuda contraída.

Ya no para viajar como en otros años, ya que, a diferencia de otros sexenios, ahora la situación está económica de la patada, como nunca.

Lo que ha provocado que la inseguridad pública y el desempleo estén a todo lo que da, a tambor batiente.

Sin pasar por alto, los pésimos servicios que prestan las deterioradas oficinas gubernamentales.

Ni en las crisis económicas de Luis Echeverría Álvarez, José Guillermo López Portillo y Ernesto Zedillo Ponce de León, se había estado en la entidad como ahora de amolado, fregado.

Definitivamente, no fue la mejor coyuntura económica y social.

En cambio, los titulares de los organismos “autónomos” se despacharon con la cuchara grande. Cada uno se va a llevar más de 300 mil pesos, entre salario, aguinaldos y compensaciones.

Maday Merino Damián, Jesús Manuel Argáez de los Santos, Rigoberto Riley Mata…sí que la supieron hacer.

Literalmente, se rayaron.

Los empleados de base, tampoco se vieron afectados, van a recibir, sus 85 días de aguinaldo como todos los años.

El caso es que son más de 2000 mil familias, incluyendo a los municipios, a los que inhumanamente van a perjudicar.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


No me cabe la menor duda, que una de las funcionarias de primer nivel que van a ser relevada, es la secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad (SDEC) Mayra Elena Jacobo Priego.

A lo mejor es una magnífica empresaria, pero en la dependencia que dirige “tras bambalinas”, simple y sencillamente no ha funcionado.

Uno de sus más grandes errores, es el haberse peleado con los empresarios, que son la materia prima de su encomienda.

Así qué: ¡¡Imagínese!!

Otros que con toda seguridad se van a ir, es Ariel Cetina Bertruy el Ifortab sigue siendo un elefante blanco.

Julissa Riveroll Ochoa y Jorge de Dios, también tienen sus días contados.

La Policía Estatal de Caminos (PEC), no tiene ni pies ni cabeza. Y el Servicio Estatal de Empleo (SEE), tampoco.

Y otro que ya debe de tener su maleta preparada, es el mero mero del IEAT, Enrique Soberanes Ribera.

jlggutierrez@hotmail.com