Roberto Villalpando Arias y Asunción Silván Méndez fueron destituidos de las presidencias municipales de Macuspana y Jalapa no por ser ineficientes e ineficaces, sino por ¡¡corruptos!!.
Si hubiera sido por incompetentes, ya la mayoría de los alcaldes no estuvieran cómodamente en sus municipios.
La salida merecida de los dos ediles de Morena tiene su explicación y causa en el descomunal y grotesco saqueo que estaban cometiendo a cielo abierto.
Los negocios jugosos y oscuros de ambos se convirtieron en la comidilla de sus respectivas demarcaciones. Eran un secreto a voces. Sus “gobernados” no hablaban de otra cosa más que de las pillerías de estos señores que llegaron colgados del efecto “andresmanuelista”, como muchos otros politiquillos que inmerecidamente ocupan cargos de elección popular.
El OSFE está obligado por mandato de ley y moralmente no solo a investigar a fondo sus conocidas corruptelas, sino a presentar las demandas ante la Fiscalía General para que respondan por la serie de delitos que abusiva y deliberadamente cometieron en contra del patrimonio de los mascupanenses y jalapanecos.
Sería un grave error político por parte de las autoridades emanadas del partido en el gobierno que no se les juzgara y castigaría de acuerdo al Estado de Derecho que prevalece en el país y, por ende, en Tabasco.
Más cuando las elecciones intermedias están a la vuelta de la esquina, de lo contrario van irremediablemente a perderlos.
Y no solo están en inminentes peligros esos municipios, Centla también es de los que tiene focos rojos, pues ahí la alcaldesa Guadalupe Cruz Izquierdo ha sido señalada, una y otra vez, de estar acabando con los mangos y la quinta.
Así que no se extrañe ni se sorprenda usted, si en las próximas semanas es removida, y es que se lo ha ganado a pulso.
Ha hecho todo lo que está de su parte, para ser relevada, al grado tal, que su municipio es literalmente un muladar, verbigracia, Macuspana y Jalapa.
En materia de corrupción tampoco se queda atrás. Sus latrocinios son escandalosos como la de los ahora ex ediles.
Villalpando Arias y Silván Méndez, como todos aquellos que han “asaltado a manos armada” el presupuesto incluidos los núñistas deben pagar con cárcel sus fechorías.
Brindarles impunidad es como si el partido que gobierna se pegara un tiro en la sien.
Y creo que por las declaraciones del gobernador Adán Augusto López Hernández al respecto no están dispuesto políticamente a autoinmolarse como muchos creen, ya que las consecuencias serían fatales.
"Squod scripsi, scripsi" (Lo escrito, escritp está)
Por más que uno observe y pregunte, no se ve por ningún lado, cómo es que el PRI y el PRD vaya a convertirse en las elecciones intermedias en partidos competitivos, ganadores.
Sus dirigentes de pacotilla (léase: Dagoberto Lara Sedas y Francisco Javier Cabrera) continúan sin encontrarle la cuadratura al círculo.
Interna y externamente están para llorar.
En serio, que dan lástima.
Ya va usted a ver la desbandada de priistas y perredistas que se va a dar en uno y otro partido cuando esté el proceso de selección de candidatos.
Javier Cabrera tiene excusa, ya que recientemente relevó a Darvin González Ballina, lo cual desde luego no lo exime de ninguna responsabilidad, pero el huimanguillense no tiene ningún pretexto.
Se ha convertido en un títere sin gracia alguna de la diputada federal Soraya Pérez Munguía.
Van a volver a ser el ridículo en las elecciones como en el 2018 cuando perdieron todo, a causa de la presencia arrolladora de Andrés Manuel López Obrador en las papeletas electorales.
