/ lunes 27 de julio de 2020

 Tabasco político | ¡¡Perdidos en el desierto!!

Si hoy fueran las elecciones intermedias, estoy segurísimo que Morena volvería a ganar en las urnas. Si no de la manera contundente como en el 2018, sí con la suficiente votación para quedarse con la mayoría de las curules federal y local y las alcaldías.

Si bien es cierto, que las actuales condiciones políticas, sociales y sobre todo económicas no favorecen al partido en el poder, éste todavía tiene más márgenes de maniobra a su alcance para triunfar en el 2021.

La más fundamental y decisiva de ellas: el apoyo irrestricto del gobierno de Adán Augusto López Hernández.

El otro factor de peso que pesará e incidirá en la victoria de los próximos candidatos de Morena es el trabajo nulo de los dirigentes del PRI, PRD y PAN.

Dagoberto Lara Sedas, Darvin González Ballina y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres de plano que andan perdidos. Dando palo de ciego. No tienen ni la más remota idea de qué hacer para aprovechar a su favor los distintos escenarios que han venido mermando y afectando la credibilidad de la presente administración.

Andan tan perdidos que con toda seguridad todavía no están enterados de que Morena ya relevó en su dirigencia a César Burelo, que en su lugar quedó Pedro Hernández Jiménez, aunque también su desinterés político para fortalecer a sus partidos, podría deberse a que estén “maiceados”, desde las oficinas oscuras de la avenida Gregorio Méndez.

Después de todo, no sería la primera ni la única vez que esta deplorable y lamentable situación ocurra. Más ahora que el dinero está tan escaso por todos lados.

No es que uno sea desconfiado, pero conociendo la mezquindad, ambición, lambisconería, ruindad, deslealtad, desfachatez e inmoralidad de nuestra clase política, todo puede esperarse.

De que hay sus excepciones, como en todas partes, claro que las hay, pero por desgracia, son eso: ¡EXCEPCIONES! Así con mayúsculas, al grado tal, que los dedos de los dos manos son más que suficientes, y creo que hasta sobran.

Si quienes ahora tienen en sus manos las dirigencias de los partidos políticos con mayor presencia en la entidad no se ponen las pilas, nadie se extrañe ni mucho menos sorprenda que en la jornada electoral del año entrante, Morena vuelva a salir airoso de la contienda.

Si Morena está desorganizado, imagínense entonces cómo están en el tricolor, en el perredé y en el blanquiazul.

Si estos partidos políticos piensan que en automático la ciudadanía va a salir a sufragar por ellos, permítanme decirles que están totalmente equivocados.

O se ponen a trabajar con responsabilidad o volverán a hacer el ridículo, tal y como en las elecciones federal y local de 2018.

En donde fueron literalmente: aplastados.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, vino a Tabasco, a zanjear sus diferencias con el gobernador Adán Augusto López Hernández.

Con toda seguridad alguno de sus asesores políticos le susurró al oído que no podían seguirse enfrentado públicamente con el mandatario estatal. A la larga resultaría suicida para sus aspiraciones presidenciales.

Ya que el inquilino de la Quinta Grijalva aparte de ser amigo cercanísimo del presidente de la República, es de los contados que escucha el paisano tepetitico.

Por lo que el controvertido y polémico galeno decidió inteligentemente hacer las paces con quien gobierna localmente.

Sin lugar a dudas, fue una decisión política salomónica, siempre y cuando no haya sido demasiado tarde.

Bueno…pero por lo menos lo intentó.

Si hoy fueran las elecciones intermedias, estoy segurísimo que Morena volvería a ganar en las urnas. Si no de la manera contundente como en el 2018, sí con la suficiente votación para quedarse con la mayoría de las curules federal y local y las alcaldías.

Si bien es cierto, que las actuales condiciones políticas, sociales y sobre todo económicas no favorecen al partido en el poder, éste todavía tiene más márgenes de maniobra a su alcance para triunfar en el 2021.

La más fundamental y decisiva de ellas: el apoyo irrestricto del gobierno de Adán Augusto López Hernández.

El otro factor de peso que pesará e incidirá en la victoria de los próximos candidatos de Morena es el trabajo nulo de los dirigentes del PRI, PRD y PAN.

Dagoberto Lara Sedas, Darvin González Ballina y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres de plano que andan perdidos. Dando palo de ciego. No tienen ni la más remota idea de qué hacer para aprovechar a su favor los distintos escenarios que han venido mermando y afectando la credibilidad de la presente administración.

Andan tan perdidos que con toda seguridad todavía no están enterados de que Morena ya relevó en su dirigencia a César Burelo, que en su lugar quedó Pedro Hernández Jiménez, aunque también su desinterés político para fortalecer a sus partidos, podría deberse a que estén “maiceados”, desde las oficinas oscuras de la avenida Gregorio Méndez.

Después de todo, no sería la primera ni la única vez que esta deplorable y lamentable situación ocurra. Más ahora que el dinero está tan escaso por todos lados.

No es que uno sea desconfiado, pero conociendo la mezquindad, ambición, lambisconería, ruindad, deslealtad, desfachatez e inmoralidad de nuestra clase política, todo puede esperarse.

De que hay sus excepciones, como en todas partes, claro que las hay, pero por desgracia, son eso: ¡EXCEPCIONES! Así con mayúsculas, al grado tal, que los dedos de los dos manos son más que suficientes, y creo que hasta sobran.

Si quienes ahora tienen en sus manos las dirigencias de los partidos políticos con mayor presencia en la entidad no se ponen las pilas, nadie se extrañe ni mucho menos sorprenda que en la jornada electoral del año entrante, Morena vuelva a salir airoso de la contienda.

Si Morena está desorganizado, imagínense entonces cómo están en el tricolor, en el perredé y en el blanquiazul.

Si estos partidos políticos piensan que en automático la ciudadanía va a salir a sufragar por ellos, permítanme decirles que están totalmente equivocados.

O se ponen a trabajar con responsabilidad o volverán a hacer el ridículo, tal y como en las elecciones federal y local de 2018.

En donde fueron literalmente: aplastados.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, vino a Tabasco, a zanjear sus diferencias con el gobernador Adán Augusto López Hernández.

Con toda seguridad alguno de sus asesores políticos le susurró al oído que no podían seguirse enfrentado públicamente con el mandatario estatal. A la larga resultaría suicida para sus aspiraciones presidenciales.

Ya que el inquilino de la Quinta Grijalva aparte de ser amigo cercanísimo del presidente de la República, es de los contados que escucha el paisano tepetitico.

Por lo que el controvertido y polémico galeno decidió inteligentemente hacer las paces con quien gobierna localmente.

Sin lugar a dudas, fue una decisión política salomónica, siempre y cuando no haya sido demasiado tarde.

Bueno…pero por lo menos lo intentó.