/ lunes 27 de enero de 2020

Tabasco Político | Otra tragedia

Si los cobardes y despiadados asesinatos de la familia Fuentes-Arguelles -6 de septiembre de 2009- conmocionaron a los tabasqueños, y avecindados aquí, y sobre todo a la clase política estatal, el crimen a mansalva en contra del director del Tecnológico de La Venta, Carlos Garrido Gular, volvió a demostrar en toda su dimensión no solo la debilidad de las instituciones encargadas de la seguridad pública, sino de que continuamos en la indefensión total.

Sin dejar de mencionar por supuesto, el terrible homicidio del locutor de radio Juan Carlos Huerta Gutiérrez, que también nos dejó estupefacto.

Resulta inexplicable que el ex director del CONALEP no tuviera protección policiaca, cuando es un secreto a voces, que en la zona de la Chontalpa hay lugares que desde hace años son dominadas por el crimen organizado, principalmente en poblados y rancherías de Cárdenas y Huimanguillo.

En los que, para entrar, tiene uno que tener el visto bueno de las cabezas de las peligrosas y desalmadas bandas que tienen aterrorizadas gran parte de esos dos grandes y estratégicos municipios, y que ha provocado la emigración de cientos de familias.

Y más cuando se tenía pleno convencimiento de que su anterior director Pedro Green Canepa había sido víctima en más de una ocasión de los grupos malosos.

Sin lugar a dudas, fue una irresponsabilidad mayúscula enviarlo a esa área desprotegida por la notable ausencia de los gobiernos pasados y presente.

La desafortunada muerte de Carlos Garrido Gular, como las decenas de paisanos acribillados, evidencia que en Tabasco nadie está a salvo incluyendo a los que hoy nos gobierna, pues implícitamente es una clara amenaza para todos aquellos funcionarios que no se sometan al poder del hampa.

Ojalá y este asesinato se aclare sin sospecha alguna, ya que, el de la familia Fuentes-Arguelles dejo muchas interrogantes en el aire, y el de Juan Carlos Huerta Gutiérrez ni se diga.

El Fiscal General Jaime Humberto Lastra Bastar tendrá qué hacer uso de toda sus facultades legales y experiencia para sacar del atolladero al gobierno de Adán Augusto López Hernández, ya que este trágico y lamentable episodio de la vida tabasqueña, puede convertírsele en un infierno.

Nada de “chivos expiatorios”.

La población está enojadísima como nunca, y no nada más por este doloroso suceso, sino porque a poco más de un año del mandato “adancista”, las ejecuciones no cesan.

La delincuencia organizada y en todas sus demás vertientes los tiene literalmente: ¡¡rebasado!!

Mataron despiadadamente a un ser humano noble, sensible, bondadoso.

Qué merecía una mejor suerte.

¡¡Dios lo tenga en su Santa Gloria!!

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

El ex candidato del PRD a la gubernatura, Gerardo Gaudiano Rovirosa, tiene razón, si los gobiernos priistas nunca metieron preso a ninguno de los que estuvieron en la resistencia civil, menos ahora, que es presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Sería un contrasentido.

Esto lo dijo ante unos 400 líderes perredistas de Cunduacán, Paraíso, Cárdenas, Huimanguillo, Nacajuca, en Base Toro, Comalcalco, en donde estuvo el pasado viernes, no solo para hacer un llamado, bajo la pertinaz lluvia, a la resistencia civil en contra de la prepotencia y abusos de la CFE, sino también para apoyar a la dirigencia estatal del partido negro y amarillo a ex edil de La Perla de la Chontalpa, Héctor Peralta Grappin.

De paso anunció a todo pulmón, que va por la revancha en el 2024.

Definitivamente, el programa usurero “Adiós a tu deuda” fracasó.

Y sabe usted qué: que los tres pronunciamientos contaron con el respaldo contundente de las mujeres y hombres que se dieron cita.

No pue´s.

De qué se van a poner buenos los chingadazos, ni duda hay.

Si los cobardes y despiadados asesinatos de la familia Fuentes-Arguelles -6 de septiembre de 2009- conmocionaron a los tabasqueños, y avecindados aquí, y sobre todo a la clase política estatal, el crimen a mansalva en contra del director del Tecnológico de La Venta, Carlos Garrido Gular, volvió a demostrar en toda su dimensión no solo la debilidad de las instituciones encargadas de la seguridad pública, sino de que continuamos en la indefensión total.

Sin dejar de mencionar por supuesto, el terrible homicidio del locutor de radio Juan Carlos Huerta Gutiérrez, que también nos dejó estupefacto.

Resulta inexplicable que el ex director del CONALEP no tuviera protección policiaca, cuando es un secreto a voces, que en la zona de la Chontalpa hay lugares que desde hace años son dominadas por el crimen organizado, principalmente en poblados y rancherías de Cárdenas y Huimanguillo.

En los que, para entrar, tiene uno que tener el visto bueno de las cabezas de las peligrosas y desalmadas bandas que tienen aterrorizadas gran parte de esos dos grandes y estratégicos municipios, y que ha provocado la emigración de cientos de familias.

Y más cuando se tenía pleno convencimiento de que su anterior director Pedro Green Canepa había sido víctima en más de una ocasión de los grupos malosos.

Sin lugar a dudas, fue una irresponsabilidad mayúscula enviarlo a esa área desprotegida por la notable ausencia de los gobiernos pasados y presente.

La desafortunada muerte de Carlos Garrido Gular, como las decenas de paisanos acribillados, evidencia que en Tabasco nadie está a salvo incluyendo a los que hoy nos gobierna, pues implícitamente es una clara amenaza para todos aquellos funcionarios que no se sometan al poder del hampa.

Ojalá y este asesinato se aclare sin sospecha alguna, ya que, el de la familia Fuentes-Arguelles dejo muchas interrogantes en el aire, y el de Juan Carlos Huerta Gutiérrez ni se diga.

El Fiscal General Jaime Humberto Lastra Bastar tendrá qué hacer uso de toda sus facultades legales y experiencia para sacar del atolladero al gobierno de Adán Augusto López Hernández, ya que este trágico y lamentable episodio de la vida tabasqueña, puede convertírsele en un infierno.

Nada de “chivos expiatorios”.

La población está enojadísima como nunca, y no nada más por este doloroso suceso, sino porque a poco más de un año del mandato “adancista”, las ejecuciones no cesan.

La delincuencia organizada y en todas sus demás vertientes los tiene literalmente: ¡¡rebasado!!

Mataron despiadadamente a un ser humano noble, sensible, bondadoso.

Qué merecía una mejor suerte.

¡¡Dios lo tenga en su Santa Gloria!!

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

El ex candidato del PRD a la gubernatura, Gerardo Gaudiano Rovirosa, tiene razón, si los gobiernos priistas nunca metieron preso a ninguno de los que estuvieron en la resistencia civil, menos ahora, que es presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Sería un contrasentido.

Esto lo dijo ante unos 400 líderes perredistas de Cunduacán, Paraíso, Cárdenas, Huimanguillo, Nacajuca, en Base Toro, Comalcalco, en donde estuvo el pasado viernes, no solo para hacer un llamado, bajo la pertinaz lluvia, a la resistencia civil en contra de la prepotencia y abusos de la CFE, sino también para apoyar a la dirigencia estatal del partido negro y amarillo a ex edil de La Perla de la Chontalpa, Héctor Peralta Grappin.

De paso anunció a todo pulmón, que va por la revancha en el 2024.

Definitivamente, el programa usurero “Adiós a tu deuda” fracasó.

Y sabe usted qué: que los tres pronunciamientos contaron con el respaldo contundente de las mujeres y hombres que se dieron cita.

No pue´s.

De qué se van a poner buenos los chingadazos, ni duda hay.