/ lunes 14 de diciembre de 2020

Tabasco político | Obcecación, peligrosa

Está comprobadísimo que el secretario federal de Bienestar, Javier May Rodríguez, es un consumado obstinado. Más terco que una mula, como se dice coloquialmente.

Ayer de nueva cuenta expuso la vida de miles de tabasqueños, y avecindados aquí, a ser infectados por el coronavirus, en los diversos sitios que se destinaron para pagarle a los miles de damnificados que se vieron afectados por las torrenciales lluvias de hace algunos días y por la ignorancia, insensatez e insensibilidad del Director General de CFE, Manuel Bartlett Díaz, y de su par de CONAGUA, Blanca Jiménez Cisneros.

De nada van a servirles los 10 mil pesos a los anegados si fueron contaminados por el COVID-19. Más aún, cuando corren el inminente riesgo de morirse.

Júrelo usted, que una buena parte de los que acudieron a recibir la ayuda federal van a ir a parar a los nosocomios, ya que, volvieron a cometer los letales errores de cuando Javier May Rodríguez irresponsablemente los convocó a los campos techados de la Ciudad Deportiva.

Me refiero a las medidas de salud (léase: cubrebocas, tomar distancia y evitar aglomeraciones) que hay que guardar para evitar el contagio del virus que localmente ha hecho destrozos en la población, y que económicamente vino a complicar aún más la situación del Estado de Tabasco.

Dentro de unos días sabremos con precisión matemática las consecuencias que trajo para la entidad la inhumana decisión de uno de los funcionarios federales que aspira a ser el candidato a la gubernatura de Morena y de sus aliados en el 2024.

De que va a crecer en los siguientes días el número de infectados y de muertes no me queda ninguna duda. Y las próximas estadísticas no me dejarán mentir. Éstas van exponencialmente a dispararse.

El titular de Bienestar, Javier May Rodríguez, no tiene lo que se dice un dedo de sentido común. Literalmente, mandó a la hoguera no solo a los que se fueron a pique, sino también a los que no les llegó el agua hasta el cuello, pues muchos de ellos, también fueron inexplicablemente beneficiados en la politización del programa federal.

Por enésima vez, la desorganización y el caos se hicieron presentes.

No hubo estrategias en la entrega del dinero. Se repitieron los mismos errores de la vez pasada. Y creo que la historia va a seguirse dando en los días que siguen.

La improvisación y la falta de oficio fueron más que evidentes.

A Javier May Rodríguez habrá que cargarle varios de los muertitos e infectados, y desde luego, la saturación de los hospitales, que va a dejar la anárquica ayuda federal.

De la que él, es el organizador, operador y ejecutor.

Así qué no culpen a nadie más de los escenarios apocalípticos que vamos a tener.

Y todo por culpa del ex edil de Comalcalco.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Entregada la estafeta de delegado nacional del PRI en el Estado de Yucatán a Pedro Gutiérrez, el diputado Nicolás Bellizia Aboaf va con todo por la candidatura del PRI o de la posible alianza con el PRD y PAN a la alcaldía de Centla.

El oportuno movimiento en esta entidad yucateca del dirigente del CEN del institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, es un mensaje muy claro para quienes dudaban no solo de que el puntero en la competencia continúa siendo el legislador local, sino de que la cúpula priista ya decidió poner su carta sobre la mesa.

Para ser honestos, Bellizia Aboaf es el aspirante que asegura recuperar en las urnas la presidencia municipal que ahora detenta el partido en el gobierno.

No hay otro, por más que le busquen sus adversarios externos e internos, que insisten en ponerles piedras en el ascendente camino del ex delegado federal del INFONAVIT, si no, al tiempo.

Está comprobadísimo que el secretario federal de Bienestar, Javier May Rodríguez, es un consumado obstinado. Más terco que una mula, como se dice coloquialmente.

Ayer de nueva cuenta expuso la vida de miles de tabasqueños, y avecindados aquí, a ser infectados por el coronavirus, en los diversos sitios que se destinaron para pagarle a los miles de damnificados que se vieron afectados por las torrenciales lluvias de hace algunos días y por la ignorancia, insensatez e insensibilidad del Director General de CFE, Manuel Bartlett Díaz, y de su par de CONAGUA, Blanca Jiménez Cisneros.

De nada van a servirles los 10 mil pesos a los anegados si fueron contaminados por el COVID-19. Más aún, cuando corren el inminente riesgo de morirse.

Júrelo usted, que una buena parte de los que acudieron a recibir la ayuda federal van a ir a parar a los nosocomios, ya que, volvieron a cometer los letales errores de cuando Javier May Rodríguez irresponsablemente los convocó a los campos techados de la Ciudad Deportiva.

Me refiero a las medidas de salud (léase: cubrebocas, tomar distancia y evitar aglomeraciones) que hay que guardar para evitar el contagio del virus que localmente ha hecho destrozos en la población, y que económicamente vino a complicar aún más la situación del Estado de Tabasco.

Dentro de unos días sabremos con precisión matemática las consecuencias que trajo para la entidad la inhumana decisión de uno de los funcionarios federales que aspira a ser el candidato a la gubernatura de Morena y de sus aliados en el 2024.

De que va a crecer en los siguientes días el número de infectados y de muertes no me queda ninguna duda. Y las próximas estadísticas no me dejarán mentir. Éstas van exponencialmente a dispararse.

El titular de Bienestar, Javier May Rodríguez, no tiene lo que se dice un dedo de sentido común. Literalmente, mandó a la hoguera no solo a los que se fueron a pique, sino también a los que no les llegó el agua hasta el cuello, pues muchos de ellos, también fueron inexplicablemente beneficiados en la politización del programa federal.

Por enésima vez, la desorganización y el caos se hicieron presentes.

No hubo estrategias en la entrega del dinero. Se repitieron los mismos errores de la vez pasada. Y creo que la historia va a seguirse dando en los días que siguen.

La improvisación y la falta de oficio fueron más que evidentes.

A Javier May Rodríguez habrá que cargarle varios de los muertitos e infectados, y desde luego, la saturación de los hospitales, que va a dejar la anárquica ayuda federal.

De la que él, es el organizador, operador y ejecutor.

Así qué no culpen a nadie más de los escenarios apocalípticos que vamos a tener.

Y todo por culpa del ex edil de Comalcalco.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Entregada la estafeta de delegado nacional del PRI en el Estado de Yucatán a Pedro Gutiérrez, el diputado Nicolás Bellizia Aboaf va con todo por la candidatura del PRI o de la posible alianza con el PRD y PAN a la alcaldía de Centla.

El oportuno movimiento en esta entidad yucateca del dirigente del CEN del institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, es un mensaje muy claro para quienes dudaban no solo de que el puntero en la competencia continúa siendo el legislador local, sino de que la cúpula priista ya decidió poner su carta sobre la mesa.

Para ser honestos, Bellizia Aboaf es el aspirante que asegura recuperar en las urnas la presidencia municipal que ahora detenta el partido en el gobierno.

No hay otro, por más que le busquen sus adversarios externos e internos, que insisten en ponerles piedras en el ascendente camino del ex delegado federal del INFONAVIT, si no, al tiempo.