/ lunes 10 de febrero de 2020

Tabasco político | Magníficas condiciones para sumar y multiplicar

En los primeros meses del año pasado, sostuve que el gobernador Adán Augusto López Hernández tiene todo a su favor para superar las obras imperecederas de los ex gobernadores Carlos A. Madrazo Becerra, Leandro Rovirosa Wade y Enrique González Pedrero, pues tiene a su favor el que el paisano Andrés Manuel López Obrador sea el presidente de la República, condición con la que ningún ex mandatario contó.

Es su gran amigo, compañero de luchas y correligionario.

A la fecha sigo pensando que todavía no es tarde para ser el mejor el gobernador, ya que, continúa contando con todo el apoyo y respaldo del titular del Poder Ejecutivo Federal.

Además, cuenta con “el bono democrático”, que le dio su contundente y rotundo triunfo en julio de 2018 en las urnas. Que, si bien es cierto, que este ha mermado por las actuales y desastrosas condiciones económicas, sociales y políticas que padecemos hoy, todavía cuenta con una gran franja de apoyo ciudadano.

Adán Augusto López Hernández está obligado a reconciliarse con sus opositores. A hacer un verdadero pacto político con ellos para sacar a Tabasco del socavón en el que está desde hace años.

Y también castigar, apegado al Estado de Derecho, a los que inmisericordemente saquearon la hacienda pública federal, estatal y municipal.

Llámense: Arturo Núñez Jiménez y Martha Lilia López Aguilera.

Si no lo hace, su partido y él van a pagar un costo político muy alto en el 2021.

Si pierde el Congreso y la mayoría de las 17 alcaldías se le va a complicar aún más su mediocre administración.

Mientras subsistan o empeoren los alarmantes niveles de desempleo, de inseguridad pública y de falta de circulante, a todo lo largo y ancho del territorio tabasqueño, a excepción de Paraíso, en donde ya se observa una mejor situación económica, corre el inminente riesgo de que Morena sucumban en las elecciones intermedias.

Son dos factores, que el huésped de la Quinta Grijalva y sus des-asesores no pueden subestimar, minimizar.

A nadie conviene, ni a sus detractores más recalcitrantes, que a la entidad le siga yendo mal, ya que, todos perdemos.

Si Adán Augusto López Hernández como jefe de Estado y de gobierno, y la propia sociedad política y civil dejan ir la brillante oportunidad de que la entidad crezca en todos los ámbitos con el apoyo presidencial, nos va a ir más mal de lo que nos imaginamos, y estoy segurísimo, que nadie quiere esto.

Insisto, el gobernador debe dar el primer paso, para hacer una gran alianza política, en donde estén incluidos todos, pero toditos, con el principal propósito de fijar una serie de sustanciales objetivos para “sacar al buey de la barranca”.

Creo que nadie va a negarse a una convocatoria, y menos viniendo del mandamás, seria, responsable, incluyente e integral por el futuro de nuestra tierra y de nuestras familias.

El gobernador todavía está muy a tiempo de que las generaciones presentes y futuras lo recuerden como el mejor de todos los que nos gobernaron.

Claro que, para ello, es imprescindible tener miras de alturas. De estadista, pues.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La UJAT está secuestrada no solo por los sindicatos, sino también por los dirigentes estudiantiles.

Por lo que el rector Guillermo Narváez Osorio y su gente de confianza tendrá que emplearse a fondo, sin que les tiemble las manos, para acabar ese monstruo de mil cabezas que irresponsablemente heredaron las administraciones de Candita Victoria Gil Jiménez y José Manuel Piña Gutiérrez.

En pocas palabras: el alma mater se convirtió en un gran negocio.

Con decirle: que hasta “el más chimuelo, masca fierro y el más pelón, se hace trenzas.

En los primeros meses del año pasado, sostuve que el gobernador Adán Augusto López Hernández tiene todo a su favor para superar las obras imperecederas de los ex gobernadores Carlos A. Madrazo Becerra, Leandro Rovirosa Wade y Enrique González Pedrero, pues tiene a su favor el que el paisano Andrés Manuel López Obrador sea el presidente de la República, condición con la que ningún ex mandatario contó.

Es su gran amigo, compañero de luchas y correligionario.

A la fecha sigo pensando que todavía no es tarde para ser el mejor el gobernador, ya que, continúa contando con todo el apoyo y respaldo del titular del Poder Ejecutivo Federal.

Además, cuenta con “el bono democrático”, que le dio su contundente y rotundo triunfo en julio de 2018 en las urnas. Que, si bien es cierto, que este ha mermado por las actuales y desastrosas condiciones económicas, sociales y políticas que padecemos hoy, todavía cuenta con una gran franja de apoyo ciudadano.

Adán Augusto López Hernández está obligado a reconciliarse con sus opositores. A hacer un verdadero pacto político con ellos para sacar a Tabasco del socavón en el que está desde hace años.

Y también castigar, apegado al Estado de Derecho, a los que inmisericordemente saquearon la hacienda pública federal, estatal y municipal.

Llámense: Arturo Núñez Jiménez y Martha Lilia López Aguilera.

Si no lo hace, su partido y él van a pagar un costo político muy alto en el 2021.

Si pierde el Congreso y la mayoría de las 17 alcaldías se le va a complicar aún más su mediocre administración.

Mientras subsistan o empeoren los alarmantes niveles de desempleo, de inseguridad pública y de falta de circulante, a todo lo largo y ancho del territorio tabasqueño, a excepción de Paraíso, en donde ya se observa una mejor situación económica, corre el inminente riesgo de que Morena sucumban en las elecciones intermedias.

Son dos factores, que el huésped de la Quinta Grijalva y sus des-asesores no pueden subestimar, minimizar.

A nadie conviene, ni a sus detractores más recalcitrantes, que a la entidad le siga yendo mal, ya que, todos perdemos.

Si Adán Augusto López Hernández como jefe de Estado y de gobierno, y la propia sociedad política y civil dejan ir la brillante oportunidad de que la entidad crezca en todos los ámbitos con el apoyo presidencial, nos va a ir más mal de lo que nos imaginamos, y estoy segurísimo, que nadie quiere esto.

Insisto, el gobernador debe dar el primer paso, para hacer una gran alianza política, en donde estén incluidos todos, pero toditos, con el principal propósito de fijar una serie de sustanciales objetivos para “sacar al buey de la barranca”.

Creo que nadie va a negarse a una convocatoria, y menos viniendo del mandamás, seria, responsable, incluyente e integral por el futuro de nuestra tierra y de nuestras familias.

El gobernador todavía está muy a tiempo de que las generaciones presentes y futuras lo recuerden como el mejor de todos los que nos gobernaron.

Claro que, para ello, es imprescindible tener miras de alturas. De estadista, pues.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La UJAT está secuestrada no solo por los sindicatos, sino también por los dirigentes estudiantiles.

Por lo que el rector Guillermo Narváez Osorio y su gente de confianza tendrá que emplearse a fondo, sin que les tiemble las manos, para acabar ese monstruo de mil cabezas que irresponsablemente heredaron las administraciones de Candita Victoria Gil Jiménez y José Manuel Piña Gutiérrez.

En pocas palabras: el alma mater se convirtió en un gran negocio.

Con decirle: que hasta “el más chimuelo, masca fierro y el más pelón, se hace trenzas.