Pensar que los programas federales que se van a poner en marcha a favor de los miles de damnificados que provocó en gran parte la irresponsabilidad del titular de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, no van a politizarse, es a todas luces una entelequia, y más ahora que las condiciones políticas, sociales y económicas están en contra del partido en el gobierno.
Si no lo estuvieran, también tendería a politizarse, más aún, cuando el próximo año van a celebrarse las elecciones intermedias. En el que estarán en disputa, ni más ni menos, que seis diputaciones federal y 21 locales de mayoría relativa y desde luego, las 17 alcaldías y demás regidurías.
Ni el PRI ni el PAN dejaron de hacerlo cuando tuvieron la presidencia de la República en los últimos años, y eso que algunas veces las circunstancias del país no estaban tan difíciles como ahora.
No hacerlo resultaría políticamente suicida.
Así qué a nadie extrañe ni sorprenda que la ayuda del gobierno federal va a beneficiar a los morenistas más que a ningún otro afectado por las inundaciones de las torrenciales aguas y la indolencia, incompetencia e ineficiencia e ineficacia no solo de Bartlett, sino también de la mandamás de la CONAGUA, Blanca Jiménez Cisneros.
Que conste que no estoy diciendo ni afirmando que solo van a recibir ayuda las bases y simpatizantes de Morena, sería inaudito que así fuera, pero de que se va a inclinar la balanza a favor de estos, no hay hoja de vuelta de hoja, tal y como sucedió con la ayuda de la primera anegación, en donde fue evidente la parcialidad e injusticia de los siervos de la nación.
Como ocurrió cuando el gobierno estaba en manos de la ahora oposición tanto a nivel federal, estatal y municipal.
Las protestas, manifestaciones y bloqueos que con toda seguridad van a darse en los siguientes días van a darnos la razón. Y el argumento central de los quejosos es que el censo está manipulado, jugueteado.
Incluyendo a los que masivamente salieron a votar en el 2018 por los entonces candidatos de Morena.
Los delegados municipales de Morena van a ser los principales culpables, ya que, son los que conocen en sus territorios a los que pertenecen a morena.
Hasta los que no se fueron a pique van a colgarse, siempre y cuando salgan palomeados por los delegados, capitalmente, amigos, cuates, conocidos y sobre todo familiares, como siempre suele ocurrir en estas penosas y lamentables situaciones.
A poco cree usted, que el ex edil de Comalcalco y secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, va a dejar pasar esta otra brillante oportunidad, para no fortalecer sus aspiraciones gubernamentales.
Ni él ni ningún otro político van a perder la oportunidad de llevar agua a su molino.
De que el apoyo federal va a politizarse más que en otros años de inundaciones es un hecho, más que ahora, los escenarios en el corto y mediano plazo no pintan nada bien para los futuros abanderados de Morena, si no, al tiempo.
“SQUOD SCRISPI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Preguntan algunos de mis lectores, el por qué no incluí a la senadora Mónica Fernández Balboa en la lista de los que aspiran a relevar en el ayuntamiento de Centro a Evaristo Hernández Cruz, y la respuesta es muy sencilla, por buenas fuentes sé que ella misma se descartó de la competencia.
Y personalmente, no le veo tablas para ello, como tampoco le veo tablas para ser la candidata de Morena a la gubernatura en el 2024.
Cierto, es inteligente, preparada y hábil y muy cercana a Andrés Manuel López Obrador, pero en Tabasco sigue siendo una desconocida, a pesar de los reflectores que da ser senadora, y más Presidenta del Senado.
En pocas palabras: está muy verde.
Su currículo es muy pobre.
Le falta aterrizar abajo. Convivir más con los de a pie.
