/ viernes 31 de enero de 2020

Tabasco político | Fuera de la bacinilla

Uno de los cinco integrantes de la dirección extraordinaria del PRD, Ángel Clemente Ávila Romero, vino a Tabasco “a defender lo indefendible”.

Si bien es cierto, que “el efecto andresmanuelista” fue el principal factor político, para el que el perredé arrasará en las urnas en junio de 2018, durante la elección federal y estatal, también es una verdad de a kilo, que los malos gobiernos del partido negro y amarillo, fue la otra causa sustancial de que perdieran las mayorías de las curules, alcaldías, regidurías y la propia gubernatura.

Por si no estaba enterado el ex secretario Particular de Jesús Zambrano -líder de Los Chuchos junto con Jesús Ortega- cuando este fue su líder nacional, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez ha sido calificado como el peor de la historia moderna.

En los últimos 50 años, había habido aquí malos gobiernos, pero como el de su correligionario, ninguno.

Gobernó junto con su “incómoda”cónyuge Martha Lilia López Aguilera, desde el Olimpo. Alejadísimo de sus gobernados, y no tan cercano como usted equivocadamente aseveró ayer.

Él y su esposa y varios de sus depredadores funcionarios (léase: Pedro Jiménez León, David Gustavo Rosario Rodríguez, Rommel Franz Cerna Leeder, Ángel Solís Carballo, Agustín Silva Vidal, etcétera) dejaron literalmente: las arcas tronadas, quebradas.

Y los problemas de desempleo, de la inseguridad pública y los de corrupción crecieron a niveles nunca vistos.

Arturo Núñez Jiménez y equipo saquearon la entidad

Así que no nos venga con el cuento señor Ángel Clemente Ávila Romero de que el ex inquilino de la Quinta Grijalva no es el capital culpable de penosa y lamentable y crítica situación por la que estamos atravesando desde que el ex priista tomó las riendas del gobierno.

Con este panorama desolador, triste y hasta cierto punto aterrador, cómo iban los ciudadanos a volver a sufragar por los candidatos del PRD. En los municipios sucedió lo mismo, ahí los alcaldes también resultaron iguales.

Y es que todos le pegaron al presupuesto con singular alegría.

Lo que tampoco exime de ninguna responsabilidad al gobierno de Adán Augusto López Hernández que, a más de un año de haber iniciado sus funciones constitucionales, no solo no ha resuelto los graves problemas heredados, sino que en algunos casos los escenarios han empeorado, como es el delicado y complicado asunto de la inseguridad pública.

Si algún gobernador resultó una gran decepción, ese es, Arturo Núñez Jiménez.

No hay ningún otro.

Arribó a la gubernatura con las más altas expectativas. Y, a la larga, fue un rotundo y contundente fracaso.

Por lo que no nos venga: a querer vender espejitos, cuando sus seis años de mandato constitucional, resultaron una verdadera pesadilla.

En lo único que tiene usted razón, es de que efectivamente en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo también se cometieron desmanes, pero muy lejos de los que realizó el sátrapa de Arturo Núñez Jiménez y pandilla que lo acompañó, como también en los otros gobiernos, pues en honor a la verdad, ninguno de ellos, está libre de cien azotes.

Nada más que en las administraciones de estos, hubo inversiones, obras, empleos y los servicios en el sector salud y en educación no alcanzaron los niveles tan bajos que se tuvieron con el de Arturo Núñez Jiménez.

A quien usted, vana y ridículamente trató de defender en la entrevista telefónica de un programa de radio.

Entiendo su postura política, ya que, como usted, es un integrante destacado de lo que queda de Los Chuchos.

Por cierto, los culpables no nada más de la gran división que hoy padecen en el contexto nacional, sino también de la debacle política-electoral del PRD en las elecciones pasadas.

Definitivamente, amigo Ángel Clemente Ávila Romero, no puede defender lo indefendible.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Ayer, anteayer y en lo que va de esta semana y de la que concluyó el pasado domingo, la inseguridad pública está a todo lo que da.

¿Qué está sucediendo? Es lo que todo mundo se pregunta, pues de unos días para acá, las ejecuciones no cesan. Y los secuestros igual y los robos y asaltos en la misma frecuencia.

Urge pues, que ahora que va a estar por acá, alguien le informe la cruda realidad al paisano y presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para ver si logramos conmoverlo, y nos manda a unos 100 o 200 miembros de la Guardia Nacional.

Localmente, está comprobadísimo que es imposible combatirla.

Si continuamos por esta peligrosísima pendiente, las consecuencias van a ser devastadoras en todos los aspectos.

Los indicios ya se dejan ver y sentir.

Señor Presidente, por favor: ¡Voltéenos a ver!

Uno de los cinco integrantes de la dirección extraordinaria del PRD, Ángel Clemente Ávila Romero, vino a Tabasco “a defender lo indefendible”.

Si bien es cierto, que “el efecto andresmanuelista” fue el principal factor político, para el que el perredé arrasará en las urnas en junio de 2018, durante la elección federal y estatal, también es una verdad de a kilo, que los malos gobiernos del partido negro y amarillo, fue la otra causa sustancial de que perdieran las mayorías de las curules, alcaldías, regidurías y la propia gubernatura.

Por si no estaba enterado el ex secretario Particular de Jesús Zambrano -líder de Los Chuchos junto con Jesús Ortega- cuando este fue su líder nacional, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez ha sido calificado como el peor de la historia moderna.

En los últimos 50 años, había habido aquí malos gobiernos, pero como el de su correligionario, ninguno.

Gobernó junto con su “incómoda”cónyuge Martha Lilia López Aguilera, desde el Olimpo. Alejadísimo de sus gobernados, y no tan cercano como usted equivocadamente aseveró ayer.

Él y su esposa y varios de sus depredadores funcionarios (léase: Pedro Jiménez León, David Gustavo Rosario Rodríguez, Rommel Franz Cerna Leeder, Ángel Solís Carballo, Agustín Silva Vidal, etcétera) dejaron literalmente: las arcas tronadas, quebradas.

Y los problemas de desempleo, de la inseguridad pública y los de corrupción crecieron a niveles nunca vistos.

Arturo Núñez Jiménez y equipo saquearon la entidad

Así que no nos venga con el cuento señor Ángel Clemente Ávila Romero de que el ex inquilino de la Quinta Grijalva no es el capital culpable de penosa y lamentable y crítica situación por la que estamos atravesando desde que el ex priista tomó las riendas del gobierno.

Con este panorama desolador, triste y hasta cierto punto aterrador, cómo iban los ciudadanos a volver a sufragar por los candidatos del PRD. En los municipios sucedió lo mismo, ahí los alcaldes también resultaron iguales.

Y es que todos le pegaron al presupuesto con singular alegría.

Lo que tampoco exime de ninguna responsabilidad al gobierno de Adán Augusto López Hernández que, a más de un año de haber iniciado sus funciones constitucionales, no solo no ha resuelto los graves problemas heredados, sino que en algunos casos los escenarios han empeorado, como es el delicado y complicado asunto de la inseguridad pública.

Si algún gobernador resultó una gran decepción, ese es, Arturo Núñez Jiménez.

No hay ningún otro.

Arribó a la gubernatura con las más altas expectativas. Y, a la larga, fue un rotundo y contundente fracaso.

Por lo que no nos venga: a querer vender espejitos, cuando sus seis años de mandato constitucional, resultaron una verdadera pesadilla.

En lo único que tiene usted razón, es de que efectivamente en el gobierno de Andrés Rafael Granier Melo también se cometieron desmanes, pero muy lejos de los que realizó el sátrapa de Arturo Núñez Jiménez y pandilla que lo acompañó, como también en los otros gobiernos, pues en honor a la verdad, ninguno de ellos, está libre de cien azotes.

Nada más que en las administraciones de estos, hubo inversiones, obras, empleos y los servicios en el sector salud y en educación no alcanzaron los niveles tan bajos que se tuvieron con el de Arturo Núñez Jiménez.

A quien usted, vana y ridículamente trató de defender en la entrevista telefónica de un programa de radio.

Entiendo su postura política, ya que, como usted, es un integrante destacado de lo que queda de Los Chuchos.

Por cierto, los culpables no nada más de la gran división que hoy padecen en el contexto nacional, sino también de la debacle política-electoral del PRD en las elecciones pasadas.

Definitivamente, amigo Ángel Clemente Ávila Romero, no puede defender lo indefendible.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Ayer, anteayer y en lo que va de esta semana y de la que concluyó el pasado domingo, la inseguridad pública está a todo lo que da.

¿Qué está sucediendo? Es lo que todo mundo se pregunta, pues de unos días para acá, las ejecuciones no cesan. Y los secuestros igual y los robos y asaltos en la misma frecuencia.

Urge pues, que ahora que va a estar por acá, alguien le informe la cruda realidad al paisano y presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para ver si logramos conmoverlo, y nos manda a unos 100 o 200 miembros de la Guardia Nacional.

Localmente, está comprobadísimo que es imposible combatirla.

Si continuamos por esta peligrosísima pendiente, las consecuencias van a ser devastadoras en todos los aspectos.

Los indicios ya se dejan ver y sentir.

Señor Presidente, por favor: ¡Voltéenos a ver!