/ sábado 6 de junio de 2020

Tabasco Politico | Estratagemas Equivocadas

Si el apócrifo mensaje que circuló en las redes sociales -en el transcurso de la semana- atribuyéndoselo al ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo lo planearon y ejecutaron sus detractores y contestatarios, para “amarrarles navajas” con el mandatario Adán Augusto López Hernández, definitivamente: ¡erraron!


Si la perversidad surgió de los que se encargan de operarle los asuntos políticos al inquilino de la Quinta Grijalva, el efecto resultó adverso, pues lo único que evidenciaron fue su miedo a que el popular químico esté en las boletas electorales en las elecciones intermedias.


Déjenme decirles que además no están del todo equivocado, si finalmente Andrés Rafael Granier Melo decide entrarle en el 2021 a la justa electoral por la alcaldía de Centro va a hacer un hueso duro de roer.


No solo por su carisma, sino porque al igual que Evaristo Hernández Cruz hizo un trabajo destacado en el municipio que gobernó. Y si no hubiera sido por el último año de su administración gubernamental no tendría rival para que volviera a repetir en la encomienda que ostentó.


Estoy segurísimo que lo orquestadores de este golpe bajo lo hicieron sin el consentimiento del titular del Poder Ejecutivo.


Con tantos problemas que tiene encima Adán Augusto López Hernández no lo veo dando instrucciones perniciosas, para comenzar a minar la imagen de los posibles candidatos que presentaran los partidos opositores en la próxima competencia electoral.


Estos fueron algunos vivales y oportunistas que, por quedar bien, según ellos, con su jefe inmediato lo expusieron innecesaria y torpemente, ya que, propios y extraños voltearon a ver inmediatamente hacia el palacio de gobierno.


En pocas palabras: lo responsabilizaron, sin deberla ni temerla.


El meollo del asunto, es que no quieren ver por ningún motivo al químico en las papeletas electorales, pues obligaría a Morena a poner a su mejor abanderado.


Más si el PRI logra una alianza política con el PRD y hasta con el PAN.


Adán Augusto López Hernández se puede dar el lujo de perder el grueso de los municipios menos la capital tabasqueña, pues prácticamente es la antesala para llegar a la gubernatura.


De lo que no hay duda alguna, es que los escenarios políticos van a complicárseles muchos más al partido en el gobierno.


Y mire usted: que de por sí, ya están dificilísimos.




“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”


(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)




Pandemia, anegaciones por todos lados y crisis económica profunda. Ya nada más falta que venga un perro y nos mee, como se dice coloquialmente.


En serio, que mala suerte tenemos.


Y el apoyo, pero lo que se dice apoyo presidencial, todavía no lo vemos. Seguimos esperándolo como desde hace meses.


Al paso que vamos, quien sabe adónde vamos a ir a parar.


La situación va de mal en peor.


No se ve por ningún lado, cómo vaya a mejorar en el corto y mediano y hasta largo plazo.


El único que puede sacarnos del brutal atolladero en el que nos encontramos es el paisano Andrés Manuel López Obrador.


Ojalá y cuando llegue no sea demasiado tarde.


Dios quiera que no sea así.

Si el apócrifo mensaje que circuló en las redes sociales -en el transcurso de la semana- atribuyéndoselo al ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo lo planearon y ejecutaron sus detractores y contestatarios, para “amarrarles navajas” con el mandatario Adán Augusto López Hernández, definitivamente: ¡erraron!


Si la perversidad surgió de los que se encargan de operarle los asuntos políticos al inquilino de la Quinta Grijalva, el efecto resultó adverso, pues lo único que evidenciaron fue su miedo a que el popular químico esté en las boletas electorales en las elecciones intermedias.


Déjenme decirles que además no están del todo equivocado, si finalmente Andrés Rafael Granier Melo decide entrarle en el 2021 a la justa electoral por la alcaldía de Centro va a hacer un hueso duro de roer.


No solo por su carisma, sino porque al igual que Evaristo Hernández Cruz hizo un trabajo destacado en el municipio que gobernó. Y si no hubiera sido por el último año de su administración gubernamental no tendría rival para que volviera a repetir en la encomienda que ostentó.


Estoy segurísimo que lo orquestadores de este golpe bajo lo hicieron sin el consentimiento del titular del Poder Ejecutivo.


Con tantos problemas que tiene encima Adán Augusto López Hernández no lo veo dando instrucciones perniciosas, para comenzar a minar la imagen de los posibles candidatos que presentaran los partidos opositores en la próxima competencia electoral.


Estos fueron algunos vivales y oportunistas que, por quedar bien, según ellos, con su jefe inmediato lo expusieron innecesaria y torpemente, ya que, propios y extraños voltearon a ver inmediatamente hacia el palacio de gobierno.


En pocas palabras: lo responsabilizaron, sin deberla ni temerla.


El meollo del asunto, es que no quieren ver por ningún motivo al químico en las papeletas electorales, pues obligaría a Morena a poner a su mejor abanderado.


Más si el PRI logra una alianza política con el PRD y hasta con el PAN.


Adán Augusto López Hernández se puede dar el lujo de perder el grueso de los municipios menos la capital tabasqueña, pues prácticamente es la antesala para llegar a la gubernatura.


De lo que no hay duda alguna, es que los escenarios políticos van a complicárseles muchos más al partido en el gobierno.


Y mire usted: que de por sí, ya están dificilísimos.




“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”


(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)




Pandemia, anegaciones por todos lados y crisis económica profunda. Ya nada más falta que venga un perro y nos mee, como se dice coloquialmente.


En serio, que mala suerte tenemos.


Y el apoyo, pero lo que se dice apoyo presidencial, todavía no lo vemos. Seguimos esperándolo como desde hace meses.


Al paso que vamos, quien sabe adónde vamos a ir a parar.


La situación va de mal en peor.


No se ve por ningún lado, cómo vaya a mejorar en el corto y mediano y hasta largo plazo.


El único que puede sacarnos del brutal atolladero en el que nos encontramos es el paisano Andrés Manuel López Obrador.


Ojalá y cuando llegue no sea demasiado tarde.


Dios quiera que no sea así.