/ lunes 16 de noviembre de 2020

Tabasco político | Escenarios, decidirán al candidato a la alcaldía de Centro

Los escenarios políticos, sociales y económicos de 2021, serán factores decisivos para seleccionar a los candidatos a cargos de elección popular que competirán el próximo año por las diputaciones federal y local y por las 17 alcaldías, sustancialmente para la presidencia municipal de Centro.

Luego de que el superdelegado Carlos Merino Campos, amigo cercanísimo del gobernador Adán Augusto López Hernández, quedó excluido -no renunció a su encomienda- de la justa por la candidatura de Morena, quedan la ex directora de Cultura, Yolanda Osuna Huerta; el ex secretario de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, Mario Llergo Latournerie, y el diputado federal y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara baja del Congreso de la Unión, Manuel Rodríguez González.

De esta terna de políticos conocidos saldrá el que finalmente representará a Morena en las elecciones intermedias para la alcaldía de Centro.

Para muchos la conspicua fémina Yolanda Osuna Huerta es la que estará en las boletas electorales; empero, tengo mis dudas. Más allá de su evidente falta de colmillo y oficio político, creo que las condiciones del Estado de Tabasco, y más si se siguen agudizando, no son favorables para ella.

La pandemia, las inundaciones de ahora y la agravante crisis económica por la que estamos atravesando, propios y extraños, y que, si bien es cierto, no se le puede adjudicar toda a esta administración gubernamental, el partido en el gobierno va a pagar un alto costo político, al menos, claro está, que la situación tome un giro de 180 grados.

Cambio que no va a darse en el corto tiempo. Ojalá y me equivoque, pero no veo todavía el apoyo y respaldo presidencial que necesita la entidad, para que la economía se reactive.

El caso del legislador Manuel Rodríguez González lo veo más complicado, no nada más por las mismas razones de la ex titular de Cultura, sino porque es un secreto a voces, que las relaciones con el mandatario Adán Augusto López Hernández no son las ideales como él y sus seguidores quisieran.

Y no por culpa del número one, si no por los propios errores que cometió desde la campaña y luego como parlamentario.

Lo que de ninguna manera significa que está descartado de la justa política-electoral. Sería una gravísima pifia de sus adversarios considerarlo así.

Manuel Rodríguez González tiene y va a seguir contando, para sus pretensiones políticas de relevar a Evaristo Hernández Cruz, con el empuje del ex líder de la Cámara de diputados y ahora dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.

En él finca todas sus posibilidades para llegar a ser el abanderado de Morena. Y en el capital político que ha logrado hacer aquí, pero fuera de esto, no tiene más recursos de donde echar mano.

El otro aspirante es Mario Llergo Latournerie.

Desde mi punto de vista, el más consumado, el más hecho en las lides políticas.

Es diría yo, el más difícil de roer.

Política y electoralmente el de mayor experiencia. Si no hay que verlo como ha crecido en los últimos años, al grado tal, que representó al entonces candidato de Morena a la gubernatura en el IEPCT. Y como diputado local denunció, con pelos y señales, cientos de veces, los latrocinios de Arturo Núñez Jiménez, y capitalmente de la rapaz y prepotente de Martha Lilia López Aguilera.

En contraste a sus rivales, si los escenarios siguen conflictuándose, como todo parece que va a ocurrir, Mario Llergo Latournerie va a salir beneficiado, ya que, por obvias y sobradas razones, el partido se verá obligado a escoger a su mejor candidato.

A aquel que le garantice el triunfo.

Es un aspirante hábil y sagaz que con los de abajo camina perfectamente. Sabe moverse en cualquier terreno, y lo ha demostrado con hechos.

Si esto continúa complicándose, no se extrañe entonces si el vencedor de la justa interna por la candidatura de Morena, resulta Mario Llergo Latournerie.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


En donde si no hay aspirantes competidores a la también llamada “Joya de la Corona” es en el PRI y en el PRD.

El único con posibilidades de ganar se llama: Andrés Rafael Granier Melo. Por más que usted hurgue, no hay otro. Y en el perredé Juan Manuel Fócil Pérez, y párale de contar.

En estos partidos sí, que la caballada está flaca, parafraseando al extinto gobernador guerrerense Rubén Figueroa.

¡Qué jodidos están!

Los escenarios políticos, sociales y económicos de 2021, serán factores decisivos para seleccionar a los candidatos a cargos de elección popular que competirán el próximo año por las diputaciones federal y local y por las 17 alcaldías, sustancialmente para la presidencia municipal de Centro.

Luego de que el superdelegado Carlos Merino Campos, amigo cercanísimo del gobernador Adán Augusto López Hernández, quedó excluido -no renunció a su encomienda- de la justa por la candidatura de Morena, quedan la ex directora de Cultura, Yolanda Osuna Huerta; el ex secretario de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, Mario Llergo Latournerie, y el diputado federal y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara baja del Congreso de la Unión, Manuel Rodríguez González.

De esta terna de políticos conocidos saldrá el que finalmente representará a Morena en las elecciones intermedias para la alcaldía de Centro.

Para muchos la conspicua fémina Yolanda Osuna Huerta es la que estará en las boletas electorales; empero, tengo mis dudas. Más allá de su evidente falta de colmillo y oficio político, creo que las condiciones del Estado de Tabasco, y más si se siguen agudizando, no son favorables para ella.

La pandemia, las inundaciones de ahora y la agravante crisis económica por la que estamos atravesando, propios y extraños, y que, si bien es cierto, no se le puede adjudicar toda a esta administración gubernamental, el partido en el gobierno va a pagar un alto costo político, al menos, claro está, que la situación tome un giro de 180 grados.

Cambio que no va a darse en el corto tiempo. Ojalá y me equivoque, pero no veo todavía el apoyo y respaldo presidencial que necesita la entidad, para que la economía se reactive.

El caso del legislador Manuel Rodríguez González lo veo más complicado, no nada más por las mismas razones de la ex titular de Cultura, sino porque es un secreto a voces, que las relaciones con el mandatario Adán Augusto López Hernández no son las ideales como él y sus seguidores quisieran.

Y no por culpa del número one, si no por los propios errores que cometió desde la campaña y luego como parlamentario.

Lo que de ninguna manera significa que está descartado de la justa política-electoral. Sería una gravísima pifia de sus adversarios considerarlo así.

Manuel Rodríguez González tiene y va a seguir contando, para sus pretensiones políticas de relevar a Evaristo Hernández Cruz, con el empuje del ex líder de la Cámara de diputados y ahora dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.

En él finca todas sus posibilidades para llegar a ser el abanderado de Morena. Y en el capital político que ha logrado hacer aquí, pero fuera de esto, no tiene más recursos de donde echar mano.

El otro aspirante es Mario Llergo Latournerie.

Desde mi punto de vista, el más consumado, el más hecho en las lides políticas.

Es diría yo, el más difícil de roer.

Política y electoralmente el de mayor experiencia. Si no hay que verlo como ha crecido en los últimos años, al grado tal, que representó al entonces candidato de Morena a la gubernatura en el IEPCT. Y como diputado local denunció, con pelos y señales, cientos de veces, los latrocinios de Arturo Núñez Jiménez, y capitalmente de la rapaz y prepotente de Martha Lilia López Aguilera.

En contraste a sus rivales, si los escenarios siguen conflictuándose, como todo parece que va a ocurrir, Mario Llergo Latournerie va a salir beneficiado, ya que, por obvias y sobradas razones, el partido se verá obligado a escoger a su mejor candidato.

A aquel que le garantice el triunfo.

Es un aspirante hábil y sagaz que con los de abajo camina perfectamente. Sabe moverse en cualquier terreno, y lo ha demostrado con hechos.

Si esto continúa complicándose, no se extrañe entonces si el vencedor de la justa interna por la candidatura de Morena, resulta Mario Llergo Latournerie.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


En donde si no hay aspirantes competidores a la también llamada “Joya de la Corona” es en el PRI y en el PRD.

El único con posibilidades de ganar se llama: Andrés Rafael Granier Melo. Por más que usted hurgue, no hay otro. Y en el perredé Juan Manuel Fócil Pérez, y párale de contar.

En estos partidos sí, que la caballada está flaca, parafraseando al extinto gobernador guerrerense Rubén Figueroa.

¡Qué jodidos están!