Si los candidatos federales del PRI, PRD y PAN van a resultar como la desconocida abanderada por el Primer Distrito Federal (Macuspana, Jonuta, Zapata, Balancán y Tenosique), Odila Gloria Medina Montero, se comprueba la tesis de que las dirigencias nacionales negociaron en lo oscurito ($$$$$) con el poder presidencial.
La negociación arriba es clarísima. Más que evidente.
Al candidato de Morena, Marcos Medina Rosendo Filigrana, le pusieron la curul federal en bandeja de plata. Literalmente, se la regalaron.
Otra cosa habría sido si el mitómano ex presidente del PRI, Erubiel Lorenzo Alonso Que, hubiera sido el rival del ex secretario de Gobierno.
El ex inquilino de San Lázaro estaría obligado a emplearse a fondo. A meterle el acelerador a todo lo que da, pero con la adversaria que le acomodaron a modo, desde la hamaca puede ganarle, como muchos de los candidatos que triunfaron con el “efecto andresmanuelista” en las elecciones pasadas.
Con razón Morena no hizo ninguna alianza partidista para las elecciones intermedias, si en los acuerdos cupulares, la oposición pactó presentar a quienes electoralmente no tiene ninguna posibilidad de ganar, como es el caso emblemático de la mascupanense Odila Gloria Medina Montero.
De quien su mayor dato curricular es ser activista de Antorcha Campesina.
Para que se dé usted cuenta de la “poderosísima” contrincante con la que se va a enfrentar el también ex parlamentario local, Marcos Rosendo Medina.
Con toda seguridad debe de estar preocupadísimo, el pobre, no debe de poder conciliar el sueño.
Con la candidatura “light” de Odila Gloria Medina Montero, queda fehacientemente demostrado no sólo la negociación de las dirigencias nacionales, sino la traición cobardía y complicidad de los dirigentes estatales: Dagoberto Lara Sedas, Francisco Javier Cabrera Sandoval y Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Qué pensará ahora el balancanense Erubiel Lorenzo Alonso Que de su gran “amigo” Rafael Alejandro Moreno Cárdenas.
Se sentía tan seguro de obtener la candidatura del Primer Distrito Federal que recorrió la zona varias veces. Se decía amarrado. “Que no habría poder humano que cambiará la decisión del famoso “Alito”.
Bien dice el refrán: lo que aquí se hace, aquí se paga.
Y Erubiel ya sintió en carne propia, lo que muchos de sus correligionarios sintieron cuando fue lidercillo del PRI.
Recibió merecidamente la puñalada que él asentó en varias ocasiones.
