/ viernes 13 de noviembre de 2020

Tabasco político | ¿Cortina de humo? 

Definitivamente, no coincido con quienes afirman que el pleito entre el director General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz y el gobernador Adán Augusto López Hernández es una “cortina de humo”.

Me baso fundamentalmente en que las diferencias entre ambos no nacieron por las inundaciones de ahora, estas se vienen dando desde el año pasado, y se agudizaron a causa del polémico convenio “Adiós a tu deuda”, que como todo mundo recordará, no lleva la rúbrica del soberbio y arrogante ex gobernador poblano.

Que yo recuerde nunca ha habido entendimiento entre el funcionario federal y el mandatario. López Hernández defendiendo los intereses populares y el ex secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid Hurtado empeñado a hacernos todo el mal posible, como lo acaba demostrar.

Él es el inmediatamente responsable de la catástrofe que está padeciendo Tabasco, pues fue el que ordenó la descomunal extracción de agua de la presa Peñitas, y que originó que varios municipios estén todavía anegados.

Necesitaría estar fuera de sus cabales el huésped de la Quinta Grijalva, para prestarse a una sucia jugada en la que políticamente va a resultar más perjudicado de lo que está siendo por culpa del inepto e inútil de Bartlett Díaz. Equivaldría a pegarse un tiro en la sien.

Y así como no estoy de acuerdo con quienes aseguran que el encontronazo entre el petulante de Bartlett Díaz y López Hernández sea una cortina de humo, tampoco coincido en que el paisano de Andrés Manuel López Obrador no haya no solo tenido conocimiento de los terribles daños que iba a provocar en su tierra el desfogue de la presa Peñitas, sino de que dio su expresa autorización para ello.

Ningún servidor público federal, estatal o municipal actúa por sí solo, y menos cuando se trata de una decisión en la que peligra su permanencia en el cargo.

Si el insensible, torpe y tozudo de Bartlett Díaz dio su visto bueno, para que gran parte del territorio tabasqueño se fuera a pique, fue porque contó con la venia del presidente de la República. Es más, él mismo lo dijo hace algunos días, en palacio de Gobierno.

Creo que ninguno ni otros tiene razón. Ni es cortina de humo ni el titular de la CFE se fue por la libre.

El agarrón entre Bartlett Díaz y López Hernández es verdadero, verídico, real.

Y la demanda penal que va a poner el gobierno del Estado de Tabasco contra la CFE y los que resulten responsables va a despejar las dudas y sospechas al respecto.

Ahí vamos a ver si es cierto, de que ya no es lo mismo de los sexenios pasados, me refiero, a cuando el mandamás inclinaba “la justicia” hacia uno u otro lado.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Esta es la coyuntura ideal para que empresarios, partidos políticos, diputados federales y alcaldes…firmen un desplegado no nada más protestando por la decisión criminal de Manuel Bartlett Díaz y pidiendo el apoyo sin medias tintas del paisano, sino también de respaldar las medidas del gobierno estatal, para que la entidad y su población no vuelva a ser víctima de las inclemencias del tiempo y de gente estúpida como el poblano.

Es hora de hacer a un lado los intereses partidistas, y luchar unidos por un Programa Integral Hidráulico (PIH), en el que se involucre a gente experta de la sociedad civil, y desde luego a las universidades, para que vigilen y supervisen escrupulosamente cada una de las etapas a realizarse.

Desde sus inicios hasta el final.

Porque si se deja en manos de la Federación, como en otras ocasiones, la historia volverá a repetirse.

Definitivamente, no coincido con quienes afirman que el pleito entre el director General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz y el gobernador Adán Augusto López Hernández es una “cortina de humo”.

Me baso fundamentalmente en que las diferencias entre ambos no nacieron por las inundaciones de ahora, estas se vienen dando desde el año pasado, y se agudizaron a causa del polémico convenio “Adiós a tu deuda”, que como todo mundo recordará, no lleva la rúbrica del soberbio y arrogante ex gobernador poblano.

Que yo recuerde nunca ha habido entendimiento entre el funcionario federal y el mandatario. López Hernández defendiendo los intereses populares y el ex secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid Hurtado empeñado a hacernos todo el mal posible, como lo acaba demostrar.

Él es el inmediatamente responsable de la catástrofe que está padeciendo Tabasco, pues fue el que ordenó la descomunal extracción de agua de la presa Peñitas, y que originó que varios municipios estén todavía anegados.

Necesitaría estar fuera de sus cabales el huésped de la Quinta Grijalva, para prestarse a una sucia jugada en la que políticamente va a resultar más perjudicado de lo que está siendo por culpa del inepto e inútil de Bartlett Díaz. Equivaldría a pegarse un tiro en la sien.

Y así como no estoy de acuerdo con quienes aseguran que el encontronazo entre el petulante de Bartlett Díaz y López Hernández sea una cortina de humo, tampoco coincido en que el paisano de Andrés Manuel López Obrador no haya no solo tenido conocimiento de los terribles daños que iba a provocar en su tierra el desfogue de la presa Peñitas, sino de que dio su expresa autorización para ello.

Ningún servidor público federal, estatal o municipal actúa por sí solo, y menos cuando se trata de una decisión en la que peligra su permanencia en el cargo.

Si el insensible, torpe y tozudo de Bartlett Díaz dio su visto bueno, para que gran parte del territorio tabasqueño se fuera a pique, fue porque contó con la venia del presidente de la República. Es más, él mismo lo dijo hace algunos días, en palacio de Gobierno.

Creo que ninguno ni otros tiene razón. Ni es cortina de humo ni el titular de la CFE se fue por la libre.

El agarrón entre Bartlett Díaz y López Hernández es verdadero, verídico, real.

Y la demanda penal que va a poner el gobierno del Estado de Tabasco contra la CFE y los que resulten responsables va a despejar las dudas y sospechas al respecto.

Ahí vamos a ver si es cierto, de que ya no es lo mismo de los sexenios pasados, me refiero, a cuando el mandamás inclinaba “la justicia” hacia uno u otro lado.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Esta es la coyuntura ideal para que empresarios, partidos políticos, diputados federales y alcaldes…firmen un desplegado no nada más protestando por la decisión criminal de Manuel Bartlett Díaz y pidiendo el apoyo sin medias tintas del paisano, sino también de respaldar las medidas del gobierno estatal, para que la entidad y su población no vuelva a ser víctima de las inclemencias del tiempo y de gente estúpida como el poblano.

Es hora de hacer a un lado los intereses partidistas, y luchar unidos por un Programa Integral Hidráulico (PIH), en el que se involucre a gente experta de la sociedad civil, y desde luego a las universidades, para que vigilen y supervisen escrupulosamente cada una de las etapas a realizarse.

Desde sus inicios hasta el final.

Porque si se deja en manos de la Federación, como en otras ocasiones, la historia volverá a repetirse.