/ viernes 3 de abril de 2020

Tabasco político | Arriesgan sus vidas por…

Si un considerable número de ciudadanos tabasqueños, y avecindados aquí, con regular educación y económicamente bien y con los servicios públicos que presta el gobierno federal, estatal y municipal, no sigue con puntualidad las medidas sanitarias que ha dictado la secretaría de Salud para contrarrestar los efectos letales -en algunos casos- que produce en el cuerpo humano el virus Covid-19, imagínense entonces qué está pasando en los poblados, comunidades, ejidos y rancherías del Estado de Tabasco.

Sobre todo, en aquellas regiones que se encuentran muy retiradas de las cabeceras municipales, como sucede en Centla, Jonuta, Balancán, Tenosique…

En donde en un sinnúmero de ellas no solo no tienen agua, y si la tiene es a cuentagotas, ni para lavarse las manos y ni los mínimos cuidados de higiene.

En esas zonas frágiles es que los tres niveles de gobierno deben de centrar todas sus baterías.

¿Cómo?: poniendo en práctica una campaña profusa e intensa de divulgación de lo que significa y de las consecuencias del virus Covid-19, a través de perifoneo, volantes, brigadas médicas, etcétera, etcétera.

Como también bajarles programas sociales económicos que garanticen su sobrevivencia.

Para no ir tan lejos, hay lugares muy cerca de la capital tabasqueña, en donde la gente sigue comportándose como si no estuviéramos en medio de una peligrosa pandemia que ya ha matado a cientos de miles de personas.

Y quien sabe a cuántos seres humanos más se llevará en los días, semanas y meses restantes.

Como decimos en el argot político, todavía “no les cae el veinte”, y no nada más por ignorancia, sino centralmente porque ha faltado una campaña sistemática, por todos los medios, gubernamental.

Que baje la información precisa y contundente a tiempo. Que no deje esos vacíos de información espantoso que ha tenido.

Vacíos que oportuna y brillantemente ha utilizado la oposición para hacer más amplia esa animadversión social, que desde antes del grave problema salud ya padecía, y que ahora ha comenzado a manifestarse sin temor alguno.

Y eso que todavía no ha llegado lo peor.

Así qué ya se podrá imaginar esa percepción adversa cuando crezca el número de muertos y nuestras libertades sean completamente restringidas, cortadas, cerradas.

Como en la época de Hitler, Stalin, Mussolini…aunque obviamente por diferentes razones, causas y motivos.

De casi nada va a servir lo que hasta ahora ha logrado el gobierno -que es significativo- si no se hace nada para que la gente más pobre tome conciencia de la preocupante situación por la que estamos atravesando.

Por ello, la imperiosa necesidad y obligación de concientizarlos de los problemas que está ocasionado el virus COVID-19 en todo el país y, por ende, aquí en Tabasco.

El gobierno tiene la última palabra.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Sería verdaderamente lamentable que el gobierno federal estuviera ocultando las cifras no nada más de infectados, sino de los decesos provocados por el virus Covid-19.

Definitivamente, no se la acabarían.

Cachetes va a hacerle faltas.

Y es que comienza a llamar poderosamente la atención el reporte que se tiene a nivel nacional de los contaminados y muertos a causa del virus Covid-19, sobre todo, si se comparan las estadísticas con otras partes del mundo.

Lo mismo sucedería a nivel local.

Política y socialmente resultaría carísimo para la 4T, mucho más de lo que ya está costándole.

En serio, no me lo quiero ni imaginar.

Más si la situación llega a salirse control, como ocurre actualmente con la inseguridad pública.

Riesgoso y peligroso para los que nos gobiernan, al grado tal, que hasta estarían poniendo en peligro sus vidas.

Así que, más les vale, que todo sea parte de la propaganda política de sus detractores.

Si un considerable número de ciudadanos tabasqueños, y avecindados aquí, con regular educación y económicamente bien y con los servicios públicos que presta el gobierno federal, estatal y municipal, no sigue con puntualidad las medidas sanitarias que ha dictado la secretaría de Salud para contrarrestar los efectos letales -en algunos casos- que produce en el cuerpo humano el virus Covid-19, imagínense entonces qué está pasando en los poblados, comunidades, ejidos y rancherías del Estado de Tabasco.

Sobre todo, en aquellas regiones que se encuentran muy retiradas de las cabeceras municipales, como sucede en Centla, Jonuta, Balancán, Tenosique…

En donde en un sinnúmero de ellas no solo no tienen agua, y si la tiene es a cuentagotas, ni para lavarse las manos y ni los mínimos cuidados de higiene.

En esas zonas frágiles es que los tres niveles de gobierno deben de centrar todas sus baterías.

¿Cómo?: poniendo en práctica una campaña profusa e intensa de divulgación de lo que significa y de las consecuencias del virus Covid-19, a través de perifoneo, volantes, brigadas médicas, etcétera, etcétera.

Como también bajarles programas sociales económicos que garanticen su sobrevivencia.

Para no ir tan lejos, hay lugares muy cerca de la capital tabasqueña, en donde la gente sigue comportándose como si no estuviéramos en medio de una peligrosa pandemia que ya ha matado a cientos de miles de personas.

Y quien sabe a cuántos seres humanos más se llevará en los días, semanas y meses restantes.

Como decimos en el argot político, todavía “no les cae el veinte”, y no nada más por ignorancia, sino centralmente porque ha faltado una campaña sistemática, por todos los medios, gubernamental.

Que baje la información precisa y contundente a tiempo. Que no deje esos vacíos de información espantoso que ha tenido.

Vacíos que oportuna y brillantemente ha utilizado la oposición para hacer más amplia esa animadversión social, que desde antes del grave problema salud ya padecía, y que ahora ha comenzado a manifestarse sin temor alguno.

Y eso que todavía no ha llegado lo peor.

Así qué ya se podrá imaginar esa percepción adversa cuando crezca el número de muertos y nuestras libertades sean completamente restringidas, cortadas, cerradas.

Como en la época de Hitler, Stalin, Mussolini…aunque obviamente por diferentes razones, causas y motivos.

De casi nada va a servir lo que hasta ahora ha logrado el gobierno -que es significativo- si no se hace nada para que la gente más pobre tome conciencia de la preocupante situación por la que estamos atravesando.

Por ello, la imperiosa necesidad y obligación de concientizarlos de los problemas que está ocasionado el virus COVID-19 en todo el país y, por ende, aquí en Tabasco.

El gobierno tiene la última palabra.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Sería verdaderamente lamentable que el gobierno federal estuviera ocultando las cifras no nada más de infectados, sino de los decesos provocados por el virus Covid-19.

Definitivamente, no se la acabarían.

Cachetes va a hacerle faltas.

Y es que comienza a llamar poderosamente la atención el reporte que se tiene a nivel nacional de los contaminados y muertos a causa del virus Covid-19, sobre todo, si se comparan las estadísticas con otras partes del mundo.

Lo mismo sucedería a nivel local.

Política y socialmente resultaría carísimo para la 4T, mucho más de lo que ya está costándole.

En serio, no me lo quiero ni imaginar.

Más si la situación llega a salirse control, como ocurre actualmente con la inseguridad pública.

Riesgoso y peligroso para los que nos gobiernan, al grado tal, que hasta estarían poniendo en peligro sus vidas.

Así que, más les vale, que todo sea parte de la propaganda política de sus detractores.