/ miércoles 15 de enero de 2020

Tabasco político | Arriban, sin consensos

Como catedrática la ahora titular de Educación, Egla Cornelio Landero tiene las mejores calificaciones. Sus colegas y alumnos la reconocen, sobre todo en cuestiones laborales. Domina el tema como muy pocos, es toda una experta, aseguran tiros y troyanos, pero como ex secretaria de Movilidad, no cumplió con las expectativas deseadas por el gobernador Adán Augusto López Hernández y, menos, los de la ciudadanía.

El saco le quedó demasiado grande.

Entrega una secretaría igual o peor que la que encontró. Sin pies ni cabeza. En la anarquía total, tal y como se refleja en el caos que cotidianamente se vive en el transporte público en todas sus modalidades.

Por ello, no se explica el porqué de su designación en Educación. En donde los problemas son más complejos, tanto administrativa, académica y políticamente.

Lo único que quedo perfectamente claro con su cuestionada designación, es que tiene todo el respaldo y apoyo del mandatario estatal.

Y si este nombramiento tiene sus aristas, el del notario público con licencia en Movilidad, Narciso Tomás Oropeza Andrade, está en chino, no solo porque está desfasado del quehacer gubernamental, sino porque su historial como profesional, no es de las mejores.

De los diez abogados que, entrevisté, no hubo uno que hablará bien de él.

Se supone que los relevos en un gobierno federal, estatal o municipal son para mejorar, no para empeorar.

Y los recientes nombramientos no apuntan a que las cosas vayan a estar mejor.

Sin lugar a duda, estas designaciones no generaron las esperanzas que crearon en la población la llegada de Hernán Bermúdez Requena a Seguridad y Protección Ciudadana, ni a la que el 31 de diciembre de 2018 crearon las de Educación, TSJ y FGE, Guillermo Narváez Osorio, Enrique Priego Oropeza y Jaime Humberto Lastra Bastar, respectivamente.

Ni la del primero a rectoría.

Llegan sin consensos. Solamente amparados por la facultad constitucional que al respecto tiene el gobernador Adán Augusto López Hernández.

Definitivamente, no son buenos augurios para una ciudadanía que está harta de servidores públicos incompetentes.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si alguien tenía alguna duda, de la actitud ramplona, tramposa, cobarde y mezquina de Arturo Núñez Jiménez, Martha Lilia López Aguilera y Fernando Valenzuela Pernas debería de escuchar la excelente entrevista que Emmanuel Sibilla Oropeza hizo al ex secretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata.

Quien puso los puntos sobre las íes.

Llamó pan al pan, vino al vino.

Y cómo no, si a él y a su respetable familia, les hicieron la vida de cuadritos, aunque también le faltó nombrar a la diputada Dolores Gutiérrez Zurita, quien, desde la coordinación de Comunicación Social, orquestó perversamente la descarnada campaña en contra no solo de Graham Zapata, sino de todos aquellos que fueron víctimas de la despiadada venganza de Núñez Jiménez.

El mismo, que si los tabasqueños, y avecindados aquí, no se ponen las pilas y exigen justicia, van a seguir disfrutando los miles de millones de pesos que se presuntamente quitaron a los contribuyentes.

Cada día hay más indicios de que no van a hacerles nada.

Como catedrática la ahora titular de Educación, Egla Cornelio Landero tiene las mejores calificaciones. Sus colegas y alumnos la reconocen, sobre todo en cuestiones laborales. Domina el tema como muy pocos, es toda una experta, aseguran tiros y troyanos, pero como ex secretaria de Movilidad, no cumplió con las expectativas deseadas por el gobernador Adán Augusto López Hernández y, menos, los de la ciudadanía.

El saco le quedó demasiado grande.

Entrega una secretaría igual o peor que la que encontró. Sin pies ni cabeza. En la anarquía total, tal y como se refleja en el caos que cotidianamente se vive en el transporte público en todas sus modalidades.

Por ello, no se explica el porqué de su designación en Educación. En donde los problemas son más complejos, tanto administrativa, académica y políticamente.

Lo único que quedo perfectamente claro con su cuestionada designación, es que tiene todo el respaldo y apoyo del mandatario estatal.

Y si este nombramiento tiene sus aristas, el del notario público con licencia en Movilidad, Narciso Tomás Oropeza Andrade, está en chino, no solo porque está desfasado del quehacer gubernamental, sino porque su historial como profesional, no es de las mejores.

De los diez abogados que, entrevisté, no hubo uno que hablará bien de él.

Se supone que los relevos en un gobierno federal, estatal o municipal son para mejorar, no para empeorar.

Y los recientes nombramientos no apuntan a que las cosas vayan a estar mejor.

Sin lugar a duda, estas designaciones no generaron las esperanzas que crearon en la población la llegada de Hernán Bermúdez Requena a Seguridad y Protección Ciudadana, ni a la que el 31 de diciembre de 2018 crearon las de Educación, TSJ y FGE, Guillermo Narváez Osorio, Enrique Priego Oropeza y Jaime Humberto Lastra Bastar, respectivamente.

Ni la del primero a rectoría.

Llegan sin consensos. Solamente amparados por la facultad constitucional que al respecto tiene el gobernador Adán Augusto López Hernández.

Definitivamente, no son buenos augurios para una ciudadanía que está harta de servidores públicos incompetentes.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


Si alguien tenía alguna duda, de la actitud ramplona, tramposa, cobarde y mezquina de Arturo Núñez Jiménez, Martha Lilia López Aguilera y Fernando Valenzuela Pernas debería de escuchar la excelente entrevista que Emmanuel Sibilla Oropeza hizo al ex secretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata.

Quien puso los puntos sobre las íes.

Llamó pan al pan, vino al vino.

Y cómo no, si a él y a su respetable familia, les hicieron la vida de cuadritos, aunque también le faltó nombrar a la diputada Dolores Gutiérrez Zurita, quien, desde la coordinación de Comunicación Social, orquestó perversamente la descarnada campaña en contra no solo de Graham Zapata, sino de todos aquellos que fueron víctimas de la despiadada venganza de Núñez Jiménez.

El mismo, que si los tabasqueños, y avecindados aquí, no se ponen las pilas y exigen justicia, van a seguir disfrutando los miles de millones de pesos que se presuntamente quitaron a los contribuyentes.

Cada día hay más indicios de que no van a hacerles nada.