/ lunes 6 de junio de 2022

Sin Remitente | Centro, listo para las lluvias

Las recientes lluvias pusieron a prueba la capacidad de reacción del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Centro en lo particular.

Suena bien escuchar que la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna, afirme e informe que su gobierno está listo con el sistema de cárcamos trabajando sin contratiempos y el sistema de drenaje limpios.

Las lluvias de la semana pasada son solo un adelanto de lo que podría venir en las próximas semanas cuando comiencen a llegar los frentes fríos y sus potenciales amenazas.

Por ahora, las familias de Centro pueden estar por lo menos tranquilas de que los cárcamos trabajaran sin contratiempos y que no habrá la falta de diésel para que la maquinaria no deje de funcionar y en tiempos de lluvia no sea la causa de que las calles y casas se inunden.

No hay que olvidar que en los pasados temporales las fallas de los cárcamos por un lado, y la falta de diésel por el otro, fueron en mucho la causa de que los habitantes de Centro padecieran de inundaciones con sus consecuente pérdidas materiales.

Es gratificante que el gobierno municipal que encabeza Yolanda Osuna haya hecho del funcionamiento de los cárcamos y de la limpieza del sistema de drenaje, una prioridad para salvaguardar la integridad de la población y por supuesto que de sus bienes.

Si es así, las autoridades estatales y municipales tendrán que estar solo pendientes de que la proyección de las lluvias no supere la capacidad de los cárcamos y del mismo sistema de drenaje, o bien que potenciales de aguas inesperadas no acaben por colapsarlos.

A la vez, el gobierno de Centro tendría que intensificar las reparaciones de avenidas y calles para evitar que representen un peligro para la población y también que los pequeños baches de ahora no terminen siendo literalmente pozos en los que cualquiera, automovilista o peatón, pudiera sufrir un accidente o perder la vida.

Aún hay tiempo para que el gobierno municipal tome las acciones pertinentes para garantizar que, por su parte, está haciendo todo lo necesario para que las familias no sufran por las lluvias ni tampoco por las calles y avenidas rotas.

De ocurrir alguna emergencia porque llueva más de lo esperado, la población no podría culpar ni al gobierno estatal ni al municipal, que habrían con anticipación hecho lo propio para proteger a la población que está siendo testigo de que las autoridades están haciendo lo pertinente para que las lluvias no alteren su vida.

Las recientes lluvias pusieron a prueba la capacidad de reacción del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Centro en lo particular.

Suena bien escuchar que la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna, afirme e informe que su gobierno está listo con el sistema de cárcamos trabajando sin contratiempos y el sistema de drenaje limpios.

Las lluvias de la semana pasada son solo un adelanto de lo que podría venir en las próximas semanas cuando comiencen a llegar los frentes fríos y sus potenciales amenazas.

Por ahora, las familias de Centro pueden estar por lo menos tranquilas de que los cárcamos trabajaran sin contratiempos y que no habrá la falta de diésel para que la maquinaria no deje de funcionar y en tiempos de lluvia no sea la causa de que las calles y casas se inunden.

No hay que olvidar que en los pasados temporales las fallas de los cárcamos por un lado, y la falta de diésel por el otro, fueron en mucho la causa de que los habitantes de Centro padecieran de inundaciones con sus consecuente pérdidas materiales.

Es gratificante que el gobierno municipal que encabeza Yolanda Osuna haya hecho del funcionamiento de los cárcamos y de la limpieza del sistema de drenaje, una prioridad para salvaguardar la integridad de la población y por supuesto que de sus bienes.

Si es así, las autoridades estatales y municipales tendrán que estar solo pendientes de que la proyección de las lluvias no supere la capacidad de los cárcamos y del mismo sistema de drenaje, o bien que potenciales de aguas inesperadas no acaben por colapsarlos.

A la vez, el gobierno de Centro tendría que intensificar las reparaciones de avenidas y calles para evitar que representen un peligro para la población y también que los pequeños baches de ahora no terminen siendo literalmente pozos en los que cualquiera, automovilista o peatón, pudiera sufrir un accidente o perder la vida.

Aún hay tiempo para que el gobierno municipal tome las acciones pertinentes para garantizar que, por su parte, está haciendo todo lo necesario para que las familias no sufran por las lluvias ni tampoco por las calles y avenidas rotas.

De ocurrir alguna emergencia porque llueva más de lo esperado, la población no podría culpar ni al gobierno estatal ni al municipal, que habrían con anticipación hecho lo propio para proteger a la población que está siendo testigo de que las autoridades están haciendo lo pertinente para que las lluvias no alteren su vida.