/ miércoles 15 de junio de 2022

Sin remitente | Adiós a priistas de Tabasco

De no ser por los diputados plurinominales que ganaron con ayuda del ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo en la contienda del 2021, el PRI de Tabasco estaría desaparecido del escenario político.

La reducción de sus prerrogativas, solo es un clavo más al ataúd del partido que va directo a perder su registro en la elección del 2024.

Lastimosamente, será Dagoberto Lara Sedas el que quedará en la historia, si es que lo dejan seguir al frente de la dirigencia, como el enterrador del PRI en Tabasco, siguiendo la misma suerte de su todavía líder nacional, Alejandro Moreno Cárdenas.

En la elección pasada y lo será mucho más en la próxima, el PRI dejó constancia de que es un partido al que solo le queda el cascarón.

Si a nivel nacional el PRI vive una crisis que lo arrastra el despeñadero (han perdido diez gubernaturas en la era de Alito), en Tabasco solo falta que en la elección del 2024 finalmente los tabasqueños le digan a dios al partido que nunca entendió que debería cambiar, empezando por sus dirigentes que siguieron al pie de la letra el manual neoliberal que los llevó al desastre.

En Tabasco solo queda un puñado de priistas que pese a las estruendosas derrotas se asumen triunfalista en una cerrazón ante la realidad cruda que danhasta pena ajena, sin ser capaces de procesar autocríticamente sus fracasos.

Una cosa es ser optimista y otra muy distinta no aceptar que desde hace ya varias elecciones los mexicanos y los tabasqueños en particular decidieron darle la espalda al partido que los mantuvo cautivo más de 80 años y que poco a poco soberbiamente dejó de interesarse por el bienestar de la población.

Si en Quintana Roo y otros estados el PRI perdió el registro como le ha venido sucediendo también al PRD, en Tabasco es cuestión de tiempo para que ocurra lo mismo.

En los hechos, el Partido Verde Ecologista de México ha venido ganando el espacio que era antes de los priistas.

En el 2024, asistiremos pues al réquiem del PRI en Tabasco, y pasará al basurero de la historia donde ya lo espera el PAN estatal.

De no ser por los diputados plurinominales que ganaron con ayuda del ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo en la contienda del 2021, el PRI de Tabasco estaría desaparecido del escenario político.

La reducción de sus prerrogativas, solo es un clavo más al ataúd del partido que va directo a perder su registro en la elección del 2024.

Lastimosamente, será Dagoberto Lara Sedas el que quedará en la historia, si es que lo dejan seguir al frente de la dirigencia, como el enterrador del PRI en Tabasco, siguiendo la misma suerte de su todavía líder nacional, Alejandro Moreno Cárdenas.

En la elección pasada y lo será mucho más en la próxima, el PRI dejó constancia de que es un partido al que solo le queda el cascarón.

Si a nivel nacional el PRI vive una crisis que lo arrastra el despeñadero (han perdido diez gubernaturas en la era de Alito), en Tabasco solo falta que en la elección del 2024 finalmente los tabasqueños le digan a dios al partido que nunca entendió que debería cambiar, empezando por sus dirigentes que siguieron al pie de la letra el manual neoliberal que los llevó al desastre.

En Tabasco solo queda un puñado de priistas que pese a las estruendosas derrotas se asumen triunfalista en una cerrazón ante la realidad cruda que danhasta pena ajena, sin ser capaces de procesar autocríticamente sus fracasos.

Una cosa es ser optimista y otra muy distinta no aceptar que desde hace ya varias elecciones los mexicanos y los tabasqueños en particular decidieron darle la espalda al partido que los mantuvo cautivo más de 80 años y que poco a poco soberbiamente dejó de interesarse por el bienestar de la población.

Si en Quintana Roo y otros estados el PRI perdió el registro como le ha venido sucediendo también al PRD, en Tabasco es cuestión de tiempo para que ocurra lo mismo.

En los hechos, el Partido Verde Ecologista de México ha venido ganando el espacio que era antes de los priistas.

En el 2024, asistiremos pues al réquiem del PRI en Tabasco, y pasará al basurero de la historia donde ya lo espera el PAN estatal.