/ jueves 19 de mayo de 2022

Rincón de Luz | ¿El día de la madre,  es un día feliz para todas las madres?

El día de la madre se celebra con alegría incluso si en esa fecha se está embarazada, pero cuando ese embarazo no llega a término ¿qué ocurre? ¿dejas de ser madre?

El duelo gestacional suele ser silenciado e invisibilizado, por lo que se vive en soledad. Ser madre o padre no se mide en centímetros ni en número de células. Quien pierde un embarazo no siente que ha perdido un grupo de células, sino que ha perdido toda la alegría e ilusión proyectada hacia quien iba a ser su hijo o hija. Sin embargo, cuando se produce una pérdida gestacional, se produce un silencio, un hacer “como si nada hubiera pasado”….

Yo he esperimentado esta situación, recuerdo el caso de Carmen, una usuaria que me comentaba que cada vez que se acerca el dia de las madres se encuentra con un vacio y con recuerdos intensos de cuando perdió a Isaac a los 6 meses de embarazo, quienes damos acompañamiento sabemos que se puede ser madre desde la vida y desde la muerte. Entiendo que esta frase puede parecer extraña pero es así: Somos madres aunque nuestros hijos murieran y no estén con nosotros; otra cosa es que esa madre no quiera o no se sienta con fuerza para celebrar ese día porque sea muy doloroso recordar o revivir momentos que aún no está preparada para afrontar, por ejemplo a Carmen me decía, Ileana cada que se acerca la fecha me da miedo retroceder, volver a desbordarme y como nunca nadie vio a mi bebé nacido la sociedad minimiza continuemente lo que yo siento. No me cabe duda que Carmen es madre, cada día que recuerda a Isaac a pesar de no poder cuidarlo, mecerlo, besarlo, acariciarlo y llevar a cabo tantos sueños e ilusiones que un día se rompieron con su pérdida.

El dia de las madres es una oportunidad para visibilizar las maternidades . En el duelo gestacional al dolor normal por la pérdida, se añade más sufrimiento a los padres al negarles su duelo: la madre pueden sentirse incomprendida, también pueden sentirse culpable porque nota que no logra estar bien emocionalmente (llegan a creer que lo que les ha sucedido es algo banal, todo el mundo así lo expresa, y por tanto no entienden por qué se encuentran tan mal)… Intentar adoptar una conducta “como si nada hubiera pasado” es lo que tendemos a pensar que es lo ideal para superarlo, pero resulta que esto no es así. Es todo lo contrario.

“Socialmente, el duelo gestacional es un duelo no reconocido, que se intenta evitar, reprimir, restarle importancia, silenciar... En definitiva: es un duelo negado”

El duelo gestacional es aquel que acontece tras la pérdida de un embarazo (en cualquier momento del mismo) o en el momento del alumbramiento. En este tipo de perdida estamos contemplando la perdida de un hijo, de un bebé, de un proyecto truncado y multitud de aspectos asociados a ello.

Siempre me gusta recordar y recomendar dos libros que son referentes en este campo, y cuya lectura ha ayudado a muchísima gente:

• “La cuna vacía. El doloroso proceso de perder un embarazo”. (Rosa Jové, M. Àngels Claramunt Armengau, Mónica Álvarez, Emilio Santos Leal. La esfera de los libros, 2009).

• “Las voces olvidadas. Pérdidas gestacionales tempranas”. (Cristina Silvente, Laura García Carrascosa, M. Àngels Claramunt, Mónica Álvarez. Ed. Ob Stare, 2014).

El día de la madre se celebra con alegría incluso si en esa fecha se está embarazada, pero cuando ese embarazo no llega a término ¿qué ocurre? ¿dejas de ser madre?

El duelo gestacional suele ser silenciado e invisibilizado, por lo que se vive en soledad. Ser madre o padre no se mide en centímetros ni en número de células. Quien pierde un embarazo no siente que ha perdido un grupo de células, sino que ha perdido toda la alegría e ilusión proyectada hacia quien iba a ser su hijo o hija. Sin embargo, cuando se produce una pérdida gestacional, se produce un silencio, un hacer “como si nada hubiera pasado”….

Yo he esperimentado esta situación, recuerdo el caso de Carmen, una usuaria que me comentaba que cada vez que se acerca el dia de las madres se encuentra con un vacio y con recuerdos intensos de cuando perdió a Isaac a los 6 meses de embarazo, quienes damos acompañamiento sabemos que se puede ser madre desde la vida y desde la muerte. Entiendo que esta frase puede parecer extraña pero es así: Somos madres aunque nuestros hijos murieran y no estén con nosotros; otra cosa es que esa madre no quiera o no se sienta con fuerza para celebrar ese día porque sea muy doloroso recordar o revivir momentos que aún no está preparada para afrontar, por ejemplo a Carmen me decía, Ileana cada que se acerca la fecha me da miedo retroceder, volver a desbordarme y como nunca nadie vio a mi bebé nacido la sociedad minimiza continuemente lo que yo siento. No me cabe duda que Carmen es madre, cada día que recuerda a Isaac a pesar de no poder cuidarlo, mecerlo, besarlo, acariciarlo y llevar a cabo tantos sueños e ilusiones que un día se rompieron con su pérdida.

El dia de las madres es una oportunidad para visibilizar las maternidades . En el duelo gestacional al dolor normal por la pérdida, se añade más sufrimiento a los padres al negarles su duelo: la madre pueden sentirse incomprendida, también pueden sentirse culpable porque nota que no logra estar bien emocionalmente (llegan a creer que lo que les ha sucedido es algo banal, todo el mundo así lo expresa, y por tanto no entienden por qué se encuentran tan mal)… Intentar adoptar una conducta “como si nada hubiera pasado” es lo que tendemos a pensar que es lo ideal para superarlo, pero resulta que esto no es así. Es todo lo contrario.

“Socialmente, el duelo gestacional es un duelo no reconocido, que se intenta evitar, reprimir, restarle importancia, silenciar... En definitiva: es un duelo negado”

El duelo gestacional es aquel que acontece tras la pérdida de un embarazo (en cualquier momento del mismo) o en el momento del alumbramiento. En este tipo de perdida estamos contemplando la perdida de un hijo, de un bebé, de un proyecto truncado y multitud de aspectos asociados a ello.

Siempre me gusta recordar y recomendar dos libros que son referentes en este campo, y cuya lectura ha ayudado a muchísima gente:

• “La cuna vacía. El doloroso proceso de perder un embarazo”. (Rosa Jové, M. Àngels Claramunt Armengau, Mónica Álvarez, Emilio Santos Leal. La esfera de los libros, 2009).

• “Las voces olvidadas. Pérdidas gestacionales tempranas”. (Cristina Silvente, Laura García Carrascosa, M. Àngels Claramunt, Mónica Álvarez. Ed. Ob Stare, 2014).