/ sábado 15 de junio de 2019

Reconocen al Notario Payambe

Bernal Díaz del Castillo, fue el conquistador que además de participar, en la mayoría de los hechos de la conquista de México, plasmó los mismos, en su libro: la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, que es la memoria de guerra de aquella época.

Díaz del Castillo comenta que cuando el conquistador Hernán Cortés, llegó a Tabasco, por la desembocadura del Rio Grijalva, le pidió a Diego de Godoy, escribano real, que lo acompañara y que requiriera de paz a los aborígenes quienes rechazaron el requerimiento con lo cual provocaron ser dispersos por el enemigo.

Fue entonces, cuando Cortés, a nombre del Rey, toma posesión de la tierra de Tabasco, ante el mencionado escribano Diego de Godoy.

De igual cuenta, en dicha obra se reseña el primer acto notarial y que es la fundación del ayuntamiento de la Villa Rica de la Veracruz, acta que fue asentada notarialmente, hace 500 años.

En tal contexto, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, año con año, entrega la Medalla “Diego de Godoy”, a los Notarios que sobresalen por su trayectoria como fedatarios públicos.

Este año, fueron galardonadas con dicha presea, los destacados abogados tabasqueños: Enrique Priego Oropeza y Payambé López Falconi.

Al primero se le dio en el Puerto de Veracruz, en el pasado mes de mayo, en la convención anual. Mientras, al segundo, se le entregó, el pasado 7 de junio, en Villahermosa, en una ceremonia discreta, rodeado de amigos y familiares.

López Falconi, es originario de Jalpa de Méndez, nació el 9 de febrero de 1932, en el campo de la Escuela Normal Rural (la Campesina era el nombre con el que se le conocía).

Ello, porque en principio se llamó Escuela Normal Regional Campesina. Actualmente, ese espacio es ocupado por la Extensión de la UJAT en aquel municipio.

Hijo de Don Pascual López López, quien fue maestro de dicha escuela. Su madre, Doña Araceli Falconi Vera. Hermano de Lolijá López Falconi, quién fue el primer secretario general de la sección 14 del STPRM en Paraíso.

Payambé está casado con la profesora Aurora Hernández de López. Procreando a: Silvia Aurora; Adán Augusto; Rosalinda y Melchor.

Sus estudios de Derecho los finalizó el 28 de enero de 1959, en la UNAM. Se tituló con la tesis “Comentarios al Estado Federal”.

De acuerdo a la presentación que hiciera uno de sus hijos para el libro “Refranes”, una de sus pasiones, López Falconi, “ha sido un eterno coleccionista: libros, máquinas de escribir, plumas estilográficas, artículos y noticias extrañas y raras, publicadas en periódicos y revistas de todo el mundo”.

Además de lector asiduo de la materia jurídica; gusta “devorar” libros de historia, sociología, y literatura; lo que le permite ser considerado un gran charlista y un esmerado hombre culto.

De manera cotidiana lee el diario español, El País. Asociado de la Universidad Olmeca y de la Torre Empresarial; gran aficionado a la comida típica tabasqueña.

Según sus allegados es un hombre generoso, que ayuda a quienes lo necesitan.

Al efecto, cuentan una anécdota: Siendo gobernador, Don Manuel R. Mora Martínez, tuvo atenciones con el licenciado Payambe; quien agradecido, cuando aquel fue acusado de “pobreza inexplicable” y requería de un espacio donde vivir, el galardonado Notario, gentilmente le ofreció una casa. El gesto siempre fue reconocido por Mora.

Según el periodista Enrique Muñoz: “Payambé quiso ser político, pretendía y soñaba con ser diputado por la Chontalpa, tenía de amigo al Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, y le pidió hiciera realidad su sueño, pero el despertar fue otro, puesto que el Presidente le dijo, mejor fuera notario, en el pueblo (Tabasco) los notarios habían envejecido, y se requería sangre joven”.

Posteriormente fue subprocurador de Justicia, al lado de Don Gregorio Merino Bastar.

Con legitima fama de honesto y honorable, quienes han requerido de sus servicios; y lo conocen, sostienen que le dio jerarquía al ejercicio notarial.

Ninguna duda, que fue justicia propia, la presea otorgada. Muy a pesar del bajo perfil que el fedatario quiso darle a dicho reconocimiento, ¡felicidades!

Bernal Díaz del Castillo, fue el conquistador que además de participar, en la mayoría de los hechos de la conquista de México, plasmó los mismos, en su libro: la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, que es la memoria de guerra de aquella época.

Díaz del Castillo comenta que cuando el conquistador Hernán Cortés, llegó a Tabasco, por la desembocadura del Rio Grijalva, le pidió a Diego de Godoy, escribano real, que lo acompañara y que requiriera de paz a los aborígenes quienes rechazaron el requerimiento con lo cual provocaron ser dispersos por el enemigo.

Fue entonces, cuando Cortés, a nombre del Rey, toma posesión de la tierra de Tabasco, ante el mencionado escribano Diego de Godoy.

De igual cuenta, en dicha obra se reseña el primer acto notarial y que es la fundación del ayuntamiento de la Villa Rica de la Veracruz, acta que fue asentada notarialmente, hace 500 años.

En tal contexto, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, año con año, entrega la Medalla “Diego de Godoy”, a los Notarios que sobresalen por su trayectoria como fedatarios públicos.

Este año, fueron galardonadas con dicha presea, los destacados abogados tabasqueños: Enrique Priego Oropeza y Payambé López Falconi.

Al primero se le dio en el Puerto de Veracruz, en el pasado mes de mayo, en la convención anual. Mientras, al segundo, se le entregó, el pasado 7 de junio, en Villahermosa, en una ceremonia discreta, rodeado de amigos y familiares.

López Falconi, es originario de Jalpa de Méndez, nació el 9 de febrero de 1932, en el campo de la Escuela Normal Rural (la Campesina era el nombre con el que se le conocía).

Ello, porque en principio se llamó Escuela Normal Regional Campesina. Actualmente, ese espacio es ocupado por la Extensión de la UJAT en aquel municipio.

Hijo de Don Pascual López López, quien fue maestro de dicha escuela. Su madre, Doña Araceli Falconi Vera. Hermano de Lolijá López Falconi, quién fue el primer secretario general de la sección 14 del STPRM en Paraíso.

Payambé está casado con la profesora Aurora Hernández de López. Procreando a: Silvia Aurora; Adán Augusto; Rosalinda y Melchor.

Sus estudios de Derecho los finalizó el 28 de enero de 1959, en la UNAM. Se tituló con la tesis “Comentarios al Estado Federal”.

De acuerdo a la presentación que hiciera uno de sus hijos para el libro “Refranes”, una de sus pasiones, López Falconi, “ha sido un eterno coleccionista: libros, máquinas de escribir, plumas estilográficas, artículos y noticias extrañas y raras, publicadas en periódicos y revistas de todo el mundo”.

Además de lector asiduo de la materia jurídica; gusta “devorar” libros de historia, sociología, y literatura; lo que le permite ser considerado un gran charlista y un esmerado hombre culto.

De manera cotidiana lee el diario español, El País. Asociado de la Universidad Olmeca y de la Torre Empresarial; gran aficionado a la comida típica tabasqueña.

Según sus allegados es un hombre generoso, que ayuda a quienes lo necesitan.

Al efecto, cuentan una anécdota: Siendo gobernador, Don Manuel R. Mora Martínez, tuvo atenciones con el licenciado Payambe; quien agradecido, cuando aquel fue acusado de “pobreza inexplicable” y requería de un espacio donde vivir, el galardonado Notario, gentilmente le ofreció una casa. El gesto siempre fue reconocido por Mora.

Según el periodista Enrique Muñoz: “Payambé quiso ser político, pretendía y soñaba con ser diputado por la Chontalpa, tenía de amigo al Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, y le pidió hiciera realidad su sueño, pero el despertar fue otro, puesto que el Presidente le dijo, mejor fuera notario, en el pueblo (Tabasco) los notarios habían envejecido, y se requería sangre joven”.

Posteriormente fue subprocurador de Justicia, al lado de Don Gregorio Merino Bastar.

Con legitima fama de honesto y honorable, quienes han requerido de sus servicios; y lo conocen, sostienen que le dio jerarquía al ejercicio notarial.

Ninguna duda, que fue justicia propia, la presea otorgada. Muy a pesar del bajo perfil que el fedatario quiso darle a dicho reconocimiento, ¡felicidades!