/ lunes 24 de diciembre de 2018

Rastreros

Que yo recuerde, ninguna fracción parlamentaria había tenido una percepción negativa en tan corto tiempo, como lo es hoy la bancada de Morena.

Qué brutal y sonora golpeteo han recibido en los tradicionales medios de comunicación, y capitalmente, en las “benditas” redes sociales.

Situación que no ha cesado, al contrario, en las últimas horas ha aumentado el golpeteo salvajemente.

Los diputados de Morena, ya no ven lo duro, sino lo tupido. Les están dando con todo, y con justa razón.

De la que se salvaron sus correligionarias y homólogas María Félix García Álvarez y Ena Margarita Bolio Ibarra. Fueron las únicas dos valientes y congruentes parlamentarias que votaron en contra de la Cuenta Pública de 2017 del Ejecutivo Arturo Núñez Jiménez.

No fue el caso del ex priista Ariel Cetina Bertruy. Éste actuó fiel a su estilo.

Sus pares del PRI y del PVEM, Minerva Santos García y Odette Carolina Lastra García, respectivamente, hicieron lo mismo.

Les faltó carácter. Por eso no fueron ese día al Congreso. Tuvieron miedo. Si tenían miedo…se hubieran comprado un perro para que los acompañará durante toda la sesión.

Corrijo: la pevemista Lastra García sí acudió. Como si no hubiera hecho nada.

Los otros 18 parlamentarillos de Morena fueron IN-NO-BLES (así con mayúsculas y guiones).

Gentes cercanas a la política Beatriz Milland Pérez y al secretario de Administración y Finanzas, Amet Ramos Troconis, aseguran que cada uno de ellos, se llevó más de tres millones de pesos.

Algunos, desde luego que más.

Los más listos, letrados y experimentados, siempre alcanzan más. Se venden…pero más caro. Estiran y aflojan hasta que le llegan al precio.

Lo cierto es que la mayoría de ellos (as) tienen el signo de peso en la frente. Se les ve a cientos de kilómetros.

Los más listos van por mayores canonjías y prebendas políticas y económicas como es el caso de la ex militante del MC, Nelly del Carmen Vargas Pérez.

Qué negoció su voto a favor de Arturo Núñez Jiménez a cambio de un cargo dentro de la próxima administración gubernamental.

Rápido enseñaron el cobre.

Podrán decir todo lo que quieran tratando de “justificar lo injustificable”, al final de cuenta, nadie va a creerles.

Para el pueblo de Tabasco ya son cómplices.

Si el gobernador Arturo Núñez Jiménez resultó un mandatario repudiado por todos los tabasqueños, la LXIII Legislatura va a terminar igual que él o más mal.

Los legisladores de Morena van a pagar un alto costo político que se va a reflejar en las elecciones intermedias de 2021.

La Cuenta Pública del Ejecutivo de 2017, nunca debieron aprobarla, pues la crisis en salud, educación y seguridad pública, fue una constante en este sexenio.

Las protestas, manifestaciones y bloqueos en las principales arterias de la capital tabasqueña por parte de los trabajadores tienen sus causas precisamente en la incompetencia, ineficacia e ineficiencia de los que asumieron, y llegaron después al poder.

Aquí también se encuentran los orígenes del encono, del enojo, de la rabia, de la impotencia, de la decepción de los que ilusamente creyeron que con la llegada de Arturo Núñez Jiménez y su pandilla iban a cambiar las cosas en el Estado de Tabasco.

¡¡Qué decepción se llevaron!!

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si hoy no se ve reflejado en sus tarjetas bancarias lo prometido a los docentes el próximo fin de semana va a arder Troya.

La reacción va a ser más virulenta que en los días pasados, pues a ellos súmele a los trabajadores del gobierno que tampoco han cobrado.

Así que, si va a hacer compras para la cena navideña y la cruda del siguiente día, párese temprano, si no se va a quedar con las ganas.

La ciudad puede convertirse en un infierno.

Ojalá y no.

Pásese una feliz Navidad y Año Nuevo.

¡Dios los acompañe y bendiga!

Yo…lamentando y extrañando la muerte de mi adorable e inolvidable “Gaby”.

¡Dios la tenga en su santa Gloria!

Que yo recuerde, ninguna fracción parlamentaria había tenido una percepción negativa en tan corto tiempo, como lo es hoy la bancada de Morena.

Qué brutal y sonora golpeteo han recibido en los tradicionales medios de comunicación, y capitalmente, en las “benditas” redes sociales.

Situación que no ha cesado, al contrario, en las últimas horas ha aumentado el golpeteo salvajemente.

Los diputados de Morena, ya no ven lo duro, sino lo tupido. Les están dando con todo, y con justa razón.

De la que se salvaron sus correligionarias y homólogas María Félix García Álvarez y Ena Margarita Bolio Ibarra. Fueron las únicas dos valientes y congruentes parlamentarias que votaron en contra de la Cuenta Pública de 2017 del Ejecutivo Arturo Núñez Jiménez.

No fue el caso del ex priista Ariel Cetina Bertruy. Éste actuó fiel a su estilo.

Sus pares del PRI y del PVEM, Minerva Santos García y Odette Carolina Lastra García, respectivamente, hicieron lo mismo.

Les faltó carácter. Por eso no fueron ese día al Congreso. Tuvieron miedo. Si tenían miedo…se hubieran comprado un perro para que los acompañará durante toda la sesión.

Corrijo: la pevemista Lastra García sí acudió. Como si no hubiera hecho nada.

Los otros 18 parlamentarillos de Morena fueron IN-NO-BLES (así con mayúsculas y guiones).

Gentes cercanas a la política Beatriz Milland Pérez y al secretario de Administración y Finanzas, Amet Ramos Troconis, aseguran que cada uno de ellos, se llevó más de tres millones de pesos.

Algunos, desde luego que más.

Los más listos, letrados y experimentados, siempre alcanzan más. Se venden…pero más caro. Estiran y aflojan hasta que le llegan al precio.

Lo cierto es que la mayoría de ellos (as) tienen el signo de peso en la frente. Se les ve a cientos de kilómetros.

Los más listos van por mayores canonjías y prebendas políticas y económicas como es el caso de la ex militante del MC, Nelly del Carmen Vargas Pérez.

Qué negoció su voto a favor de Arturo Núñez Jiménez a cambio de un cargo dentro de la próxima administración gubernamental.

Rápido enseñaron el cobre.

Podrán decir todo lo que quieran tratando de “justificar lo injustificable”, al final de cuenta, nadie va a creerles.

Para el pueblo de Tabasco ya son cómplices.

Si el gobernador Arturo Núñez Jiménez resultó un mandatario repudiado por todos los tabasqueños, la LXIII Legislatura va a terminar igual que él o más mal.

Los legisladores de Morena van a pagar un alto costo político que se va a reflejar en las elecciones intermedias de 2021.

La Cuenta Pública del Ejecutivo de 2017, nunca debieron aprobarla, pues la crisis en salud, educación y seguridad pública, fue una constante en este sexenio.

Las protestas, manifestaciones y bloqueos en las principales arterias de la capital tabasqueña por parte de los trabajadores tienen sus causas precisamente en la incompetencia, ineficacia e ineficiencia de los que asumieron, y llegaron después al poder.

Aquí también se encuentran los orígenes del encono, del enojo, de la rabia, de la impotencia, de la decepción de los que ilusamente creyeron que con la llegada de Arturo Núñez Jiménez y su pandilla iban a cambiar las cosas en el Estado de Tabasco.

¡¡Qué decepción se llevaron!!

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si hoy no se ve reflejado en sus tarjetas bancarias lo prometido a los docentes el próximo fin de semana va a arder Troya.

La reacción va a ser más virulenta que en los días pasados, pues a ellos súmele a los trabajadores del gobierno que tampoco han cobrado.

Así que, si va a hacer compras para la cena navideña y la cruda del siguiente día, párese temprano, si no se va a quedar con las ganas.

La ciudad puede convertirse en un infierno.

Ojalá y no.

Pásese una feliz Navidad y Año Nuevo.

¡Dios los acompañe y bendiga!

Yo…lamentando y extrañando la muerte de mi adorable e inolvidable “Gaby”.

¡Dios la tenga en su santa Gloria!