/ miércoles 28 de noviembre de 2018

¡Qué cinismo y desfachatez!

El secretario de Planeación y Finanzas, Amet Ramos Troconis, definitivamente, no tiene un poquitito…de decoro (ni lo conoce con toda seguridad).

Su comparecencia -si es que se le puede llamar así- en el Congreso local estuvo plagadas de argumentos irreales.

Los datos financieros que expuso en la máxima tribuna popular no corresponde con la realidad del Estado de Tabasco. Prueba de ello es la actual situación por la que están atravesando las mayorías de las dependencias gubernamentales.

Algunas de ellas: económicamente colapsadas. Salud, Seguridad Pública y educación son los mejores ejemplos de quien utilizó desmesuradamente el arca estatal para beneficiarse.

Él encabeza la lista de los que sexenios tras sexenios indebidamente se enriquecen a costa del sufrimiento del pueblo, sustancialmente de los que cumplen -estirando por aquí y por allá, y algunas veces endeudándose- con sus obligaciones fiscales federal y local.

Amet Ramos Troconis como algunos otros funcionarios de primer nivel, que se sirvieron con la cuchara grande, deben asumir su responsabilidad.

Son los responsables directos no solo de la angustia y desesperación que están padeciendo miles de burócratas ante la incertidumbre de que se les pague las próximas quincenas y el aguinaldo y algunas otras prestaciones que por ley corresponde, sino también de la preocupación de cientos de prestadores de servicios que no van a cobrar.

Si con Andrés Rafael Granier Melo sufrieron al final de su gobierno con Arturo Núñez Jiménez el panorama se está repitiendo. Y, todo apunta, que el escenario va a empeorar.

Miles de los votos que recibió a su favor Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández y los propios alcaldes, diputados federal y estatal el pasado 1 de julio tienen su causa -en parte- en la situación que atraviesa el gobierno actual.

En consecuencia, el próximo mandatario debe actuar apegado al Estado de Derecho, de lo contrario va a asumir un alto costo político de sus gobernados.

Amet Ramos Troconis y los que actuaron ilícitamente en detrimento de la población deben ser investigados a fondo.

Y si hay pruebas de las irregulares situaciones cometidas en contra del erario debe responder ante la ley.

SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Hay quienes aseguran que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, no va a meter las manos en la conformación del próximo gabinete, empero, otros aseguran que sí lo va a hacer como lo hizo con Arturo Núñez Jiménez.

¿Usted qué cree?

Lo cierto, es que ninguno de los que ya se sienten amarrados, debe de cantar victoria.

Como dice el refrán: “del dicho al hecho hay un gran trecho”.

O lo que es lo mismo: “del plato a la boca se cae la sopa”.

Si yo fuera uno de ellos, mejor no me confiaría, con López Obrador todo puede ocurrir.

Así qué mejor no se hagan muchas ilusiones, ya que nadie tiene nada seguro.


Serénese, relájese…tómese su té de tila, y espere la llamada del one.


El secretario de Planeación y Finanzas, Amet Ramos Troconis, definitivamente, no tiene un poquitito…de decoro (ni lo conoce con toda seguridad).

Su comparecencia -si es que se le puede llamar así- en el Congreso local estuvo plagadas de argumentos irreales.

Los datos financieros que expuso en la máxima tribuna popular no corresponde con la realidad del Estado de Tabasco. Prueba de ello es la actual situación por la que están atravesando las mayorías de las dependencias gubernamentales.

Algunas de ellas: económicamente colapsadas. Salud, Seguridad Pública y educación son los mejores ejemplos de quien utilizó desmesuradamente el arca estatal para beneficiarse.

Él encabeza la lista de los que sexenios tras sexenios indebidamente se enriquecen a costa del sufrimiento del pueblo, sustancialmente de los que cumplen -estirando por aquí y por allá, y algunas veces endeudándose- con sus obligaciones fiscales federal y local.

Amet Ramos Troconis como algunos otros funcionarios de primer nivel, que se sirvieron con la cuchara grande, deben asumir su responsabilidad.

Son los responsables directos no solo de la angustia y desesperación que están padeciendo miles de burócratas ante la incertidumbre de que se les pague las próximas quincenas y el aguinaldo y algunas otras prestaciones que por ley corresponde, sino también de la preocupación de cientos de prestadores de servicios que no van a cobrar.

Si con Andrés Rafael Granier Melo sufrieron al final de su gobierno con Arturo Núñez Jiménez el panorama se está repitiendo. Y, todo apunta, que el escenario va a empeorar.

Miles de los votos que recibió a su favor Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández y los propios alcaldes, diputados federal y estatal el pasado 1 de julio tienen su causa -en parte- en la situación que atraviesa el gobierno actual.

En consecuencia, el próximo mandatario debe actuar apegado al Estado de Derecho, de lo contrario va a asumir un alto costo político de sus gobernados.

Amet Ramos Troconis y los que actuaron ilícitamente en detrimento de la población deben ser investigados a fondo.

Y si hay pruebas de las irregulares situaciones cometidas en contra del erario debe responder ante la ley.

SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Hay quienes aseguran que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, no va a meter las manos en la conformación del próximo gabinete, empero, otros aseguran que sí lo va a hacer como lo hizo con Arturo Núñez Jiménez.

¿Usted qué cree?

Lo cierto, es que ninguno de los que ya se sienten amarrados, debe de cantar victoria.

Como dice el refrán: “del dicho al hecho hay un gran trecho”.

O lo que es lo mismo: “del plato a la boca se cae la sopa”.

Si yo fuera uno de ellos, mejor no me confiaría, con López Obrador todo puede ocurrir.

Así qué mejor no se hagan muchas ilusiones, ya que nadie tiene nada seguro.


Serénese, relájese…tómese su té de tila, y espere la llamada del one.