Apenas terminó la pasada jornada electoral; y, a pesar que aún no termina la cadena impugnativa; ya surgieron las especulaciones sobre los prospectos a aspirantes para la Presidencia de la República para el 2024.
Incluso, el propio presidente, López Obrador, avivó el futurismo, al mencionar a algunos de sus colaboradores como posibles contendientes, como: Tatiana Clouthier, secretaria de Economía; Juan Ramón de la Fuente, representante de México ante la ONU; y, Esteban Moctezuma, embajador de México en EU.
Los nombres anteriores se suman a los de la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum (diezmada por las derrotas electorales en su territorio); a los del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard (golpeado por los escándalos de la línea 12 del Metro) o Ricardo Monreal, Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado.
Los triunfos de Morena en los pasados comicios, le permiten al “dedito” del máximo líder político, decidir por quien apostará para mantener el poder de su instituto político.
Queda claro, que los partidos políticos que le pueden hacer contrapesos al del color guinda, son el Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, ninguno, por sí solo, podría arrebatarle la Presidencia, a Morena. Necesitaría, el primeramente citado, mantenerse en la alianza Va por México, y permitírsele nombrar candidato o apostar por uno de la sociedad civil.
Desde luego tendría que apaciguar las ansias de novillero de Ricardo Anaya. Por lo pronto, los dirigentes de los partidos: Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Revolución Democrática (PRD) declararon sus intenciones de mantener su coalición Va por México rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.
Sin embargo, el acercamiento del tricolor con el partido gobernante, no les da buena espina a sus hipotéticos aliados. Más cuando fue nombrado como Coordinador Parlamentario, Rubén Moreira, quien ya antes ha tenido acuerdos con Morena.
En el caso de MC, habrá de definir, si se arriesgará a ir con candidato propio (tal vez Enrique Alfaro) o buscar una alianza; misma que históricamente sería con la izquierda, salvo que Dante Delgado tenga otros datos.
Muchos sostendrán que es muy pronto para pensar en 2024, no obstante habrá que enfatizar que una candidatura de tal envergadura no puede improvisarse de la noche a la mañana; y, muchos menos dejársela al azar.
Construir la imagen política de un(a) candidato(a) es trabajo detallado, consensado entre los factores de poder y de presión. Todo ello, requerirá de tiempo.
Tal vez, por ello, el pasado 16 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó, en franca sorna, en la mañanera:
“Nosotros tenemos muchísimos con posibilidad de llegar a ser presidentes. El problema lo tienen ellos. ¿De dónde los van a sacar?, ¿Quién, Claudio?, ¿La esposa de Felipe Calderón?, ¿Quadri?, ¿Va a regresar Diego?, ¿Chong?… ¿Van a sacar a un personaje famoso? ¿Van a fabricar a alguien? ¿Van a meter al mercado un nuevo producto como cuando se mete un nuevo producto chatarra? “, Dijo mientras remató su comentario dándoles un consejo: “Que le echen ganitas”.
Más allá de los nombres y de la idoneidad política de los mismos; si los partidos opositores a Morena, quieren realmente ser competitivos y ser una opción real en el 2024, tienen que esforzarse más y buscar mejores perfiles de los que ahora tiene.
No ir con nombres, como el del ajonjolí de todos los moles: Gerardo Fernández Noroña, diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), quien ya dijo que quiere.
Dirán por qué no se mencionan, al PT y al PVEM; pero ellos seguramente, esperarán los tiempos, para tomar esa decisión, que impactará para el 2024.
Mientras, permanecerán en alianza con Morena, aunque el PVEM pudiera encarecer sus servicios políticos.
Lo cierto, es que la dupla Ebrard- Sheinbaum, parten como favoritos de la afición morenista, aunque el Peje, seguramente, tomará sus providencias (probablemente ya lo hizo) por si las circunstancias se los derrumba.
También es cierto que Morena tendrá que estabilizar su interior, toda vez que es cada día más visible su enfrentamiento entre 2 grupos. Lo mismo, para el PAN.
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