/ sábado 19 de octubre de 2019

PUNTO Y APARTE | Ovidio ahora es famoso

Hasta hace unas horas, Ovidio Guzmán López, era un perfecto desconocido, principalmente en el centro y el sur del país.

Ahora la mayoría, gracias a los sucesos de Culiacán, Sinaloa, saben que es hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera con su segunda esposa, Griselda López.

Nació en Badiraguato, Sinaloa, el 29 de marzo de 1990; es hermano, de padre y madre de: Joaquín, Édgar y Griselda Guadalupe.

"El Chapo" Guzmán ha reconocido a diez hijos de tres mujeres distintas. Se casó en 1997 con María Alejandrina Salazar Hernández, con quien tuvo cuatro hijos: Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, conocidos como "Los Chapitos", así como Alejandrina Giselle y César.

También tuvo con su última pareja oficial, Emma Coronel, dos gemelas que nacieron en Los Ángeles: María Joaquina y Emaly.

Ovidio es uno de los líderes del Cartel de Sinaloa, según el Departamento del Tesoro de EU, y la idea del operativo conjunto de las diversas dependencias de seguridad mexicana, era apresarlo para extraditarlo a aquel país.

Al principio, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, sostuvo que un equipo de 30 miembros de la Guardia Nacional fue agredido desde una vivienda cuando realizó un patrullaje de rutina en el fraccionamiento de Tres Ríos en Culiacán, Sinaloa, alrededor de las 15:30 horas.

En el enfrentamiento entre autoridades de las fuerzas federales mexicanas y miembros del Cártel de Sinaloa hubo de todo: tiroteos, cierres viales, la fuga de reos, pánico, suspensión de clases, toque de queda, muertos y heridos.

En febrero pasado, Ovidio, fue acusado por el Departamento de Justicia de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a EE.UU., junto con su hermano Joaquín Guzmán.

Según fuentes gringas, desde abril de 2008 hasta abril de 2018, los hermanos conspiraron para distribuir cocaína, marihuana y metanfetamina desde México y otros lugares para ser importados a EU.

En julio pasado, su padre, quien fue líder del poderoso cartel de Sinaloa, fue sentenciado a cadena perpetua en el vecino país.

Para los analistas del tema, el Cartel de Sinaloa, ahora liderado, entre otros, por los hijos de El Chapo, todavía abastece a la gran mayoría de los mercados de drogas estadounidenses.

En 2014, en una entrevista con Seprin, un blog de noticias argentino, Ovidio, dijo que la “gerencia” del Cártel de Sinaloa fue asumida por Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, dos de sus hermanastros.

Los hermanos, hijos de “El Chapo” –dice– son muy unidos, “humildes, sencillos, nobles” pero “Alfredito es el más cabrón”, el más duro a la hora de hacer cumplir las reglas.

El ahora famoso Ovidio se autodefine: “Yo no soy de lujos y ni de carros deportivos, a mí me gustan los caballos y los gallos finos, siempre con una y con otra me verán pasear”.

Afirma que el “negocio” de su papá ha contribuido a campañas políticas en México y el extranjero.

La fallida detención de Ovidio, según el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue para cumplir una orden de aprehensión con fines de extradición.

El secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, admitió en conferencia de prensa, fallas en la ejecución durante el arresto, como la ausencia de una orden de cateo del inmueble donde se suscitaron los hechos.

Sin embargo, AMLO respaldó el actuar del Gabinete de Seguridad que decidió liberar al hijo de Guzmán.

“Yo respaldo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres.

Lo cierto fue que la organización delictiva convirtió a Culiacán en un campo de batalla y fue el gobierno federal el adversario que, aparentemente, perdió la batalla.

En un principio se informó de la captura, por parte de las fuerzas de seguridad mexicanas, de Ovidio. Más adelante, se informó de la liberación en medio de una total confusión sobre lo que sucedió.

Tema que aún dará para más y donde la oposición política busca sacar raja del indudable desaguisado.

Hasta hace unas horas, Ovidio Guzmán López, era un perfecto desconocido, principalmente en el centro y el sur del país.

Ahora la mayoría, gracias a los sucesos de Culiacán, Sinaloa, saben que es hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera con su segunda esposa, Griselda López.

Nació en Badiraguato, Sinaloa, el 29 de marzo de 1990; es hermano, de padre y madre de: Joaquín, Édgar y Griselda Guadalupe.

"El Chapo" Guzmán ha reconocido a diez hijos de tres mujeres distintas. Se casó en 1997 con María Alejandrina Salazar Hernández, con quien tuvo cuatro hijos: Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, conocidos como "Los Chapitos", así como Alejandrina Giselle y César.

También tuvo con su última pareja oficial, Emma Coronel, dos gemelas que nacieron en Los Ángeles: María Joaquina y Emaly.

Ovidio es uno de los líderes del Cartel de Sinaloa, según el Departamento del Tesoro de EU, y la idea del operativo conjunto de las diversas dependencias de seguridad mexicana, era apresarlo para extraditarlo a aquel país.

Al principio, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, sostuvo que un equipo de 30 miembros de la Guardia Nacional fue agredido desde una vivienda cuando realizó un patrullaje de rutina en el fraccionamiento de Tres Ríos en Culiacán, Sinaloa, alrededor de las 15:30 horas.

En el enfrentamiento entre autoridades de las fuerzas federales mexicanas y miembros del Cártel de Sinaloa hubo de todo: tiroteos, cierres viales, la fuga de reos, pánico, suspensión de clases, toque de queda, muertos y heridos.

En febrero pasado, Ovidio, fue acusado por el Departamento de Justicia de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a EE.UU., junto con su hermano Joaquín Guzmán.

Según fuentes gringas, desde abril de 2008 hasta abril de 2018, los hermanos conspiraron para distribuir cocaína, marihuana y metanfetamina desde México y otros lugares para ser importados a EU.

En julio pasado, su padre, quien fue líder del poderoso cartel de Sinaloa, fue sentenciado a cadena perpetua en el vecino país.

Para los analistas del tema, el Cartel de Sinaloa, ahora liderado, entre otros, por los hijos de El Chapo, todavía abastece a la gran mayoría de los mercados de drogas estadounidenses.

En 2014, en una entrevista con Seprin, un blog de noticias argentino, Ovidio, dijo que la “gerencia” del Cártel de Sinaloa fue asumida por Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, dos de sus hermanastros.

Los hermanos, hijos de “El Chapo” –dice– son muy unidos, “humildes, sencillos, nobles” pero “Alfredito es el más cabrón”, el más duro a la hora de hacer cumplir las reglas.

El ahora famoso Ovidio se autodefine: “Yo no soy de lujos y ni de carros deportivos, a mí me gustan los caballos y los gallos finos, siempre con una y con otra me verán pasear”.

Afirma que el “negocio” de su papá ha contribuido a campañas políticas en México y el extranjero.

La fallida detención de Ovidio, según el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue para cumplir una orden de aprehensión con fines de extradición.

El secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, admitió en conferencia de prensa, fallas en la ejecución durante el arresto, como la ausencia de una orden de cateo del inmueble donde se suscitaron los hechos.

Sin embargo, AMLO respaldó el actuar del Gabinete de Seguridad que decidió liberar al hijo de Guzmán.

“Yo respaldo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres.

Lo cierto fue que la organización delictiva convirtió a Culiacán en un campo de batalla y fue el gobierno federal el adversario que, aparentemente, perdió la batalla.

En un principio se informó de la captura, por parte de las fuerzas de seguridad mexicanas, de Ovidio. Más adelante, se informó de la liberación en medio de una total confusión sobre lo que sucedió.

Tema que aún dará para más y donde la oposición política busca sacar raja del indudable desaguisado.