/ martes 19 de noviembre de 2019

Punto y Aparte | La titular de la CNDH, en entredicho

Muy cuestionado y jaloneado resultó el proceso para designar a un nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Morena dijo, por la mañana que repondría la elección, con la misma terna que integraron: Rosario Piedra, Arturo Peimbert Calvo y José de Jesús Orozco Enríquez. Hecho que más tarde no sucedió.

La ganadora, contra viento y marea, fue la psicóloga María del Rosario Piedra Ibarra, cuyo principal mérito curricular es ser hija de doña Rosario Ibarra de Piedra y del doctor Jesús Piedra Rosales.

Nació en Monterrey, Nuevo León, en 1951. Hermana de Jesús Piedra Ibarra, un desaparecido afamado, vinculado supuestamente a la Liga Comunista 23 de septiembre. Rosario es además, viuda de otro personaje, Germán Segovia Escobedo, quien se suicidó 7 meses después de casarse. Es recordado porque en 1972, en el aeropuerto de Monterrey, él participó en el secuestro del avión donde iban dos hijos del gobernador Luis M. Farías, el empresario Dionisio Garza Sada y dos miembros del consulado de Estados Unidos.

Sin poseer el perfil profesional (licenciatura en Derecho) que históricamente se ha privilegiado en la titularidad de dicha Comisión, Rosario Piedra fue incluida en la terna únicamente por ser hija de quien es y por los años que ha buscado desaparecidos, como si esa fuera la única función de dicho organismo autónomo.

Ante las protestas de la oposición, y luego del engaño de Morena por reponer el proceso, Rosario Piedra Ibarra rindió protesta como la nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2019-2024.

Tan poco conocimiento tiene del tema que se mostró sorprendida cuando se le preguntó sobre el asesinato de periodistas en este 2019 y respondió con un “¿hubo periodistas asesinados?”.

Ante la noticia del nombramiento; esgrimiendo, dignidad, congruencia y ética, 5 integrantes de Consejo Consultivo de la CNDH, cargo honorífico, presentaron su renuncia.

La ahora titular de la CNDH es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León, de la cual obtuvo el grado académico en 1987. Además es maestra en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación.

En el desempeño de su carrera, Rosario Piedra ha sido profesora de Educación Especial en la Secretaría de Educación Pública. Como política, fue secretaria de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, partido por el cual ha sido candidata a diputada federal.

Es parte del Comité ¡Eureka!, encabezado por su madre, Rosario Ibarra de Piedra. Hermana de Jesús, Claudia Isabel, y, Carlos. Casada, con tres hijos varones. Es trabajadora jubilada.

Su cercanía con el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador es una de las causas por las que senadores de la oposición cuestionan y rechazan su nombramiento; no obstante, Rosario asegura que se conducirá con total imparcialidad.

Llegó, denostando a todos sus antecesores, así como a la actividad de la propia Comisión que ahora preside. Busca le den dientes, jurídicamente hablando, para ejecutar lo que ella considera justicia.

Ya hay repudio de varios importantes activistas de derechos humanos y peticiones para que sea removida. Cuarenta años de sufrimientos familiares, son muchos para mantener el equilibrio, la ecuanimidad, la objetividad; y sobre todo, la neutralidad que tanto se le critica ante la evidente cercanía con el Poder.

Ella no parece arredrarse ante los embates que la deslegitiman, al contrario, parece empoderada y muy echada para adelante, como diciendo: ahora son nuestros tiempos, y, moral o no, es legal mi nombramiento, mientras que el dedito no diga lo contrario.

Lo cierto, es que no es otra más de las prácticas tan cuestionadas de los políticos, sin importar color o ideologías. Al fin y al cabo: en el poder, la cama o en la cárcel, se conocen a los amigos. Empero, que los senadores de Morena fueran tan evidentes, no se esperaba. ¿Dónde dejaron: no mentir, no robar, no traicionar? Bien decía un tío: “solo de lengua se come alguien, un plato.

Muy cuestionado y jaloneado resultó el proceso para designar a un nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Morena dijo, por la mañana que repondría la elección, con la misma terna que integraron: Rosario Piedra, Arturo Peimbert Calvo y José de Jesús Orozco Enríquez. Hecho que más tarde no sucedió.

La ganadora, contra viento y marea, fue la psicóloga María del Rosario Piedra Ibarra, cuyo principal mérito curricular es ser hija de doña Rosario Ibarra de Piedra y del doctor Jesús Piedra Rosales.

Nació en Monterrey, Nuevo León, en 1951. Hermana de Jesús Piedra Ibarra, un desaparecido afamado, vinculado supuestamente a la Liga Comunista 23 de septiembre. Rosario es además, viuda de otro personaje, Germán Segovia Escobedo, quien se suicidó 7 meses después de casarse. Es recordado porque en 1972, en el aeropuerto de Monterrey, él participó en el secuestro del avión donde iban dos hijos del gobernador Luis M. Farías, el empresario Dionisio Garza Sada y dos miembros del consulado de Estados Unidos.

Sin poseer el perfil profesional (licenciatura en Derecho) que históricamente se ha privilegiado en la titularidad de dicha Comisión, Rosario Piedra fue incluida en la terna únicamente por ser hija de quien es y por los años que ha buscado desaparecidos, como si esa fuera la única función de dicho organismo autónomo.

Ante las protestas de la oposición, y luego del engaño de Morena por reponer el proceso, Rosario Piedra Ibarra rindió protesta como la nueva presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2019-2024.

Tan poco conocimiento tiene del tema que se mostró sorprendida cuando se le preguntó sobre el asesinato de periodistas en este 2019 y respondió con un “¿hubo periodistas asesinados?”.

Ante la noticia del nombramiento; esgrimiendo, dignidad, congruencia y ética, 5 integrantes de Consejo Consultivo de la CNDH, cargo honorífico, presentaron su renuncia.

La ahora titular de la CNDH es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León, de la cual obtuvo el grado académico en 1987. Además es maestra en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación.

En el desempeño de su carrera, Rosario Piedra ha sido profesora de Educación Especial en la Secretaría de Educación Pública. Como política, fue secretaria de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, partido por el cual ha sido candidata a diputada federal.

Es parte del Comité ¡Eureka!, encabezado por su madre, Rosario Ibarra de Piedra. Hermana de Jesús, Claudia Isabel, y, Carlos. Casada, con tres hijos varones. Es trabajadora jubilada.

Su cercanía con el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador es una de las causas por las que senadores de la oposición cuestionan y rechazan su nombramiento; no obstante, Rosario asegura que se conducirá con total imparcialidad.

Llegó, denostando a todos sus antecesores, así como a la actividad de la propia Comisión que ahora preside. Busca le den dientes, jurídicamente hablando, para ejecutar lo que ella considera justicia.

Ya hay repudio de varios importantes activistas de derechos humanos y peticiones para que sea removida. Cuarenta años de sufrimientos familiares, son muchos para mantener el equilibrio, la ecuanimidad, la objetividad; y sobre todo, la neutralidad que tanto se le critica ante la evidente cercanía con el Poder.

Ella no parece arredrarse ante los embates que la deslegitiman, al contrario, parece empoderada y muy echada para adelante, como diciendo: ahora son nuestros tiempos, y, moral o no, es legal mi nombramiento, mientras que el dedito no diga lo contrario.

Lo cierto, es que no es otra más de las prácticas tan cuestionadas de los políticos, sin importar color o ideologías. Al fin y al cabo: en el poder, la cama o en la cárcel, se conocen a los amigos. Empero, que los senadores de Morena fueran tan evidentes, no se esperaba. ¿Dónde dejaron: no mentir, no robar, no traicionar? Bien decía un tío: “solo de lengua se come alguien, un plato.