Un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), ubica a la Ciudad de México, con 11% de su población, como la más rica del país. También, la capital, junto con Estado de México, Nuevo León y Jalisco, son las que más aportan al PIB nacional y las mayores generadoras de trabajos asegurados en el IMSS.
Es el caso, que, por esas referencias, la CDMX, será el eje de las decisiones que habrá de tomar MORENA, en las próximas horas, en torno a las ocho candidaturas a las gubernaturas estatales, más la Jefatura de Gobierno de la capital del país.
Ya no hay dudas que deben ser cinco mujeres y cuatro hombres, las seleccionadas por cada uno de los partidos políticos. Cualquier error o intento de evasión jurídica de dicho principio, podría ser enmendado por el INE y/o por el TEPJF.
El problema estriba que, al escoger hombre o mujer, en una entidad, afecta a la cadena que conforman los nueve espacios. Con la probabilidad de afectar a quienes garantizan mayor porcentaje en los resultados de las hipotéticas elecciones.
No hay garantía para quienes encabezan las encuestas, de ser los escogidos y están apercibidos de que pueden ser apartados por la paridad de género.
Así, si la razón en política, existe; quienes mandan, habrán de seleccionar, primeramente, a las candidaturas más estratégicas, ya sea por población, mayor PIB, trascendencia política o financiera.
De ahí nuestra tesis de que es muy importante para todos los partidos políticos, ser escrupulosos y sumamente detallistas, en la elección de los candidatos a: CDMX, Jalisco, Veracruz, Puebla, Yucatán, Guanajuato.
Más sentimental, que importante, serán las decisiones en Tabasco, Morelos y Chiapas. Sin embargo, una de ellas, es la tierra del Presidente; otra la sede del cacicazgo de Manuel Velasco, un probado aliado; “corcholata” seguidora del proceso nacional, por lo que sería justo apoyarlo en su tierra. Morelos, parece ser sacrificable, electoralmente hablando.
El problema que tiene Morena, en el caso analizado, es que, en lugar de depurar, agregó aspirantes. Quitó poder político a los Consejos Estatales y a los gobernadores morenistas, y, aún no se ve, a escasas horas de las decisiones, mediadores eficaces y pertinentes, para negociar lo que fuese posible, entre todos los posibles afectados.
Por si fuera poco, lo anterior, los que se jugaron el pellejo político en la contienda nacional, y, que ganaron con Claudia Sheinbaum, parecen empecinados, en ganar todas las candidaturas, sin rubor alguno.
Analizando las nueve listas de aspirantes, prácticamente, pudieran subdividirse entre “claudistas”, “duros”, “fundadores”, y/o “puros”; y, los “anti-cladistas”, que perdieron la candidatura nacional. Ahí no cuentan los aspirantes del PVEM, ni del PT; que fungieron más bien como esquiroles y aliados, del que manda.
A modo de ejemplo, de lo anteriormente analizado; en la CDMX, el mejor posicionado es Omar García Harfuch, un probado funcionario de la administración claudista, quien concita simpatías por doquier, principalmente, en las alcaldías donde imperan las clases media y alta, lo que hipotéticamente le podría atraer esos importantes votos en los lugares donde perdió en las intermedias del 2021.
Por ello, Claudia palomeó su perfil y el Presidente consintió la decisión; sin embargo, “los duros”, tal como sucedió en lo nacional, le han dado una hiper-madriza mediática, en Redes Sociales, para bajarlo de la candidatura, y, así, favorecer a Clara Brugada, esa sí, una autentica integrante de su tribu política.
Es así, que a pesar de probarse el costo-beneficio político-electoral para Morena, con la candidatura de García Harfuch, “los duros” la han ido desgastando, con tanta guerra sucia y negra. Ahí debería prevalecer, el bien mayor, que es Morena, y no, el bienestar de un determinado clan político.
Fue una sola probada. Situaciones parecidas se notan en cada uno de los otros ocho lugares que cambiaran de gobernador, en el 2024. De ellos, Puebla, Veracruz, y Tabasco, parecen los más virulentos.
Huelga decir que, en Jalisco, Yucatán, Guanajuato, no gobierna Morena, así que ello, por la competitividad, podría afectar, aún más, las complicadas decisiones.