Falleció un gran tabasqueño, como lo fue Don Antonio Osuna Rodríguez. Médico Militar, ganadero por pasión, socio y consejero de la UGRT en la época de don Nato Palacios, hombre reservado, pero gran conversador con sus amigos cercanos.
Co-Fundador de la Universidad Olmeca, misma que nació de las largas pláticas nocturnas entre él y Don Diego Rosique Palavicini. De ellas, y, con la suma de Don David Gustavo Gutiérrez Ruiz, nació el proyecto de crear una universidad de muy buen nivel para que los tabasqueños, no tuvieran que salir a otros Estados a estudiar.
Los tres fueron sumando a otros tabasqueños al proyecto para juntar los fondos necesarios. Así, llegaron, entre otros: Graciela Trujillo, Oscar Cacep, Raúl Ojeda, Payambé López Falconi, Jaime Domínguez, Andrés Estrada. En total, fueron alrededor de 17 socios, todos, de renombre.
Antonio de Jesús Osuna Rodríguez, nació el 6 de septiembre de 1926, en la ciudad de Villahermosa, Tabasco. Casado con la sonorense Olga Huerta de Osuna, con quien procreó a: Olga Elena, María Guadalupe, Yolanda del Carmen, y, Antonio.
Realizó su Secundaria y su Preparatoria, en el Instituto Juárez. Descubrió su vocación médica, en la secundaria y continuó en la preparatoria, con el ejemplo de los médicos militares: Manuel Mayans, José Pizá Bueno y Antonio Gutiérrez Villareal.
En tal propósito, se trasladó a la Ciudad de México para cursar la Licenciatura de Médico Cirujano y Partero, que obtuvo con el grado de Teniente Coronel, en la Escuela Médico Militar (1950).
Cursó Cirugía Pediátrica en el Hospital Infantil “Federico Gómez”, México, D. F. (1951). Fue profesor adjunto de Terapéutica Quirúrgica, Escuela Médico Militar (1952-1953). Posteriormente, realizó su residencia en Cirugía y Gastroenterología en el Hospital Central Militar (1952-1955).
Prefirió retornar a Tabasco, con esposa e hija en brazos, para sumarse a los esfuerzos que los hombres y mujeres de su generación emprendieron. Así fue miembro fundador de la Escuela de Enfermería de la UJAT (1957). Miembro de la Comisión para la Planeación de la Escuela de Medicina Humana, en la misma institución educativa, (1958). Profesor de la Clínica de Gastroenterología, Escuela de Medicina de la UJAT (1960-1980).
Director del Hospital Militar Regional de la 30 Zona Militar, Villahermosa (1955-1971); director del Hospital “Dr. Juan Graham Casasús” (1955-1959).
Fundador y primer director Médico del IMSS en Tabasco (1958-1959); cirujano del Hospital Infantil de Villahermosa (1965-1971); cirujano del IMSS (1964-1973) y jefe de Enseñanza del Hospital del IMSS de Villahermosa (1970-1973).
Presidente de la Sociedad Médica de Tabasco. Miembro de la Asociación Mexicana de Gastroenterología. Miembro Fundador del Consejo Mexicano de Gastroenterología. Fundador y Primer Presidente de la Sociedad Tabasqueña de Gastroenterología. Fundador y Primer Presidente del Colegio de Cirujanos de Tabasco. Medalla de Oro Nacional por sus servicios al IMSS.
Medalla al Mérito Médico y Pergamino otorgada por el Gobierno del Tabasco. Vicepresidente del Comité de Ética Médica en Tabasco. Miembro Fundador de la Fundación Filantrópica “Dr. Antonio Osuna Rodríguez”.
Medalla Presidencial al Mérito Ganadero. Reconocimiento de la Presidencia Nacional por servir a la Cruz Roja Mexicana. Delegado de la Asociación Mexicana de Criadores de Ganado Cebú ante la Confederación Nacional Ganadera. Consejero Fundador de la Universidad Olmeca de Tabasco
En el 2013, recibió el Premio Nacional Malinalli que la UJAT. Estuvo a punto de dirigir dicha institución educativa, en los años ochenta pero un repentino infarto se lo impidió.
Era el cambio de rector de 1983 y gobernaba el Estado Mario Trujillo, todo estaba listo y hasta su discurso tenía preparado. Repentinamente, se sintió mal, terminó en el hospital y el médico fue concluyente: es un infarto, de aquí no sales. Así que tuvo que llamar al gobernador y comentarle: “Fíjese que no puedo”.
Al recibir el Premio, bromeó: “Es un reconocimiento que llega a tiempo, pudo haber llegado antes pero más vale tarde que nunca”.
Cercano al Notario Público Payambé López Falconi, con quien confraternizaba, cada semana, antes de que el abogado falleciera, y el galeno se ausentara por una vieja dolencia. Hoy, ambos ocupan sus columnas en el Eterno Oriente. Descanse en Paz.
