/ martes 16 de noviembre de 2021

Punto y Aparte | ¿Cómo van los ediles tabasqueños?

Aquellos que buscaron, afanosamente, ocupar las sillas mayores de sus palacios municipales, con ahínco y esperanza; mayoritariamente, pasan por momentos difíciles, en algunos casos, hasta angustiantes; al enfrentar una cruda realidad, que sospechaban, pero que no creían, estuviese tan profundamente complicada.

Algunas de esas administraciones municipales fueron saqueadas y vulneradas; otras simplemente cumplieron con la “tradición” de endeudar y engrosar las nóminas municipales, “basificando”, en los últimos meses de sus ejercicios, a sus amigos, aliados y familiares. Desde luego, en comunión, con cada sección sindical, quienes reciben su parte.

También dejaron laudos laborales originados por despidos injustificados, únicamente para darles los espacios a sus cuates; “córrelos, luego quien venga atrás, que los indemnice”. Es decir, los actuales tendrán que lidiar con esa enorme y constante mala praxis.

Agréguenle los casos de deudas a proveedores, prestadores de servicios y empresas constructoras. También las altas deudas a CFE, lo que ya es un problemas mayor, de difícil solución, por más que existan promesas de pagos y convenios.

Así, muchas finanzas municipales, están para llorar, y, así lo manifiestan la mayoría, de los decepcionados nuevos alcaldes y alcaldesas, quienes, como la zarzamora, lloran y lloran y no dejan de llorar. Creen que quien llore más, tendrá la atención y cobijo paternal de los otros niveles gubernamentales.

Hay quienes no se quejan o lo hacen brevemente; buscan soluciones prácticas (préstamos, dejar sin sueldos y prestaciones a su personal de confianza, compromisos con proveedores y prestadores de servicio, con promesas de definitividad en el trienio, si los apoyan con los productos y servicios, de aquí a marzo.

Algunos más, piden una “vaquita” extra a sus patrocinadores económicos de campaña, pero éstos sospechan que no les cumplirán las antiguas promesas y muchos menos, las nuevas.

Otros, los menos, ponen a trabajar a destajo, a cobradores de predial, agua potable y demás servicios municipales, con la esperanza de que con ello, les alcancen para las urgencias.

Las anteriores son culpas ajenas y “herencias malditas”, pero también los nuevos ediles enfrentan y sufren sus propias decisiones.

Algunos conformaron sus gabinetes, con profesionales y personal con experiencia, y, desde luego, con los compromisos políticos y personales. Empero, a los más no les importaron los perfiles y experiencia, sino únicamente los caprichos y compromisos con políticos y periodistas. Basta buscar los nombres de los hijos de los señalados, para ubicarlos. Ser descendiente de “alguien”, vende.

Desde luego, los nuevos Presidentes Municipales, tuvieron, forzadamente, que disminuir gastos y prestaciones laborales de su personal de confianza. También, ya no contrataron a personal antiguo de honorarios. Eso sí, por un lado, había una fila de despedidos, pero por el otro había una de nuevos ingresos.

Hay quienes soñaron encontrar todo en orden y se lucieron con asombrosos y ambiciosos planes de trabajo, pero que en la realidad, no es posible, aterrizar, porque todos se mueven con recursos económicos, que no se tienen, ni se tendrán.

Aparte que les dejaron algunos pendientes con alfileres, sólo para que aguantaran entrega, tal como en el juego de la papa caliente. Tal es el caso del agua potable y otros servicios municipales, entre ellos la basura (muchos carretones descompuestos y faltos de combustibles).

Aún falta el asunto de las prestaciones navideñas y del cobro del Impuesto Sobre la Renta (ISR), donde los trabajadores, se acostumbraron a que no se les retuviera, a pesar que es una obligación legal individual.

No hay que minimizar los problemas políticos que ya existen en algunos municipios, algunos por fuego amigo, lucha por el poder interno, o, simplemente, por venganzas de quienes perdieron.

Incluso, también hay quienes no tienen ninguna idea, de cómo ejercer la titularidad de la administración municipal, y, no supieron conformar un gabinete que supliera dicha deficiencia o que le llegaron tantas imposiciones que no pudieron conformar un verdadero equipo, porque los recién llegados se sienten “bordados a mano”.

También, algunas cúpulas partidistas presionan para colocar sus listas de “aviadores” y recomendados, así como la asignación de proveedurías exclusivas.

Pocos, se salvan, pero, ¡si hay algunas excepciones! Tienen futuro.

Aquellos que buscaron, afanosamente, ocupar las sillas mayores de sus palacios municipales, con ahínco y esperanza; mayoritariamente, pasan por momentos difíciles, en algunos casos, hasta angustiantes; al enfrentar una cruda realidad, que sospechaban, pero que no creían, estuviese tan profundamente complicada.

Algunas de esas administraciones municipales fueron saqueadas y vulneradas; otras simplemente cumplieron con la “tradición” de endeudar y engrosar las nóminas municipales, “basificando”, en los últimos meses de sus ejercicios, a sus amigos, aliados y familiares. Desde luego, en comunión, con cada sección sindical, quienes reciben su parte.

También dejaron laudos laborales originados por despidos injustificados, únicamente para darles los espacios a sus cuates; “córrelos, luego quien venga atrás, que los indemnice”. Es decir, los actuales tendrán que lidiar con esa enorme y constante mala praxis.

Agréguenle los casos de deudas a proveedores, prestadores de servicios y empresas constructoras. También las altas deudas a CFE, lo que ya es un problemas mayor, de difícil solución, por más que existan promesas de pagos y convenios.

Así, muchas finanzas municipales, están para llorar, y, así lo manifiestan la mayoría, de los decepcionados nuevos alcaldes y alcaldesas, quienes, como la zarzamora, lloran y lloran y no dejan de llorar. Creen que quien llore más, tendrá la atención y cobijo paternal de los otros niveles gubernamentales.

Hay quienes no se quejan o lo hacen brevemente; buscan soluciones prácticas (préstamos, dejar sin sueldos y prestaciones a su personal de confianza, compromisos con proveedores y prestadores de servicio, con promesas de definitividad en el trienio, si los apoyan con los productos y servicios, de aquí a marzo.

Algunos más, piden una “vaquita” extra a sus patrocinadores económicos de campaña, pero éstos sospechan que no les cumplirán las antiguas promesas y muchos menos, las nuevas.

Otros, los menos, ponen a trabajar a destajo, a cobradores de predial, agua potable y demás servicios municipales, con la esperanza de que con ello, les alcancen para las urgencias.

Las anteriores son culpas ajenas y “herencias malditas”, pero también los nuevos ediles enfrentan y sufren sus propias decisiones.

Algunos conformaron sus gabinetes, con profesionales y personal con experiencia, y, desde luego, con los compromisos políticos y personales. Empero, a los más no les importaron los perfiles y experiencia, sino únicamente los caprichos y compromisos con políticos y periodistas. Basta buscar los nombres de los hijos de los señalados, para ubicarlos. Ser descendiente de “alguien”, vende.

Desde luego, los nuevos Presidentes Municipales, tuvieron, forzadamente, que disminuir gastos y prestaciones laborales de su personal de confianza. También, ya no contrataron a personal antiguo de honorarios. Eso sí, por un lado, había una fila de despedidos, pero por el otro había una de nuevos ingresos.

Hay quienes soñaron encontrar todo en orden y se lucieron con asombrosos y ambiciosos planes de trabajo, pero que en la realidad, no es posible, aterrizar, porque todos se mueven con recursos económicos, que no se tienen, ni se tendrán.

Aparte que les dejaron algunos pendientes con alfileres, sólo para que aguantaran entrega, tal como en el juego de la papa caliente. Tal es el caso del agua potable y otros servicios municipales, entre ellos la basura (muchos carretones descompuestos y faltos de combustibles).

Aún falta el asunto de las prestaciones navideñas y del cobro del Impuesto Sobre la Renta (ISR), donde los trabajadores, se acostumbraron a que no se les retuviera, a pesar que es una obligación legal individual.

No hay que minimizar los problemas políticos que ya existen en algunos municipios, algunos por fuego amigo, lucha por el poder interno, o, simplemente, por venganzas de quienes perdieron.

Incluso, también hay quienes no tienen ninguna idea, de cómo ejercer la titularidad de la administración municipal, y, no supieron conformar un gabinete que supliera dicha deficiencia o que le llegaron tantas imposiciones que no pudieron conformar un verdadero equipo, porque los recién llegados se sienten “bordados a mano”.

También, algunas cúpulas partidistas presionan para colocar sus listas de “aviadores” y recomendados, así como la asignación de proveedurías exclusivas.

Pocos, se salvan, pero, ¡si hay algunas excepciones! Tienen futuro.