/ martes 30 de marzo de 2021

Punto y Aparte | 6 de Junio: Elección de Estructuras

Hay quienes creen que basta un(a) buen (a) candidato(a), para ganar una elección. Desde luego que cuenta, el perfil, popularidad y carisma, pero no siempre es garantía de triunfo.

La razón principal es que las elecciones, deben planearse, diseñarse, trabajarse, operarse. No es automática la victoria electoral.

Según los operadores electorales de experiencia; las estructuras electorales de los diversos partidos políticos, son las que definirán la inminente elección del 6 de junio.

Ello, porque es de ellos conocido, que en todas las elecciones intermedias, los ciudadanos, con posibilidades jurídicas de sufragar el voto, no salen, por su gusto, a ejercer su derecho.

Para contrarrestar dicha situación, los institutos políticos, intentan asegurar su voto leal, duro; o en su caso, aquel que trabajan para que en esa jornada electoral, se comprometan a salir a votar.

Todo ello, muy distinto, a cuando hay elecciones a Presidente de la República y/o a Gobernador del Estado. Ahí crece el interés ciudadano para salir a votar.

La del próximo 6 de junio, no será el caso. Habrá que motivar a la gente, a salir a votar.

Hay una difícil situación extra. Muchos ciudadanos, se resistirán a salir a ejercer el sufragio, por temor a la pandemia existente. Probablemente, ante el COVID-19, no arriesgaran su salud; al menos que tenga una profunda motivación política, laboral o económica que los obligue moralmente.

Es ahí donde toman importancia las llamadas estructuras partidistas. Quienes tengan mayores votantes asegurados, serán los que logren, los mayores triunfos electorales. También los que tengan eficaces canales de movilización.

Hay quienes por su constante andar político-electoral, cuentan con seguidores y operadores probados. Pueden ser efectivos y suficientes para conseguir las victorias.

Sin embargo, hay quienes, en algún momento, cambian de bando, a media jornada. Ya sea por conveniencia política o tal vez, económica.

Vemos, en los diversos tramos de la jornada electoral, incluyendo el mismo día de la elección, como, especializados electorales, “convencen”, o al menos, lo intentan, a estructuras completas.

Desde luego, hay las que son realmente rentables, y, otras, que son producto del descarado intercambio comercial. Incluso, hay oportunistas que simplemente intentan “espantar con el petate del muerto”, aunque no tengan verdadero capital humano a ofrecer.

Hay estructuras muy conocidas, operadas por distintos políticos o por sus grupos. Incluso, hay Presidentes Municipales o ex ediles, que se regodean de las mismas.

No obstante, las hay, también, quienes poseen estructuras, que no son tan públicas, pero que son tan eficaces, como las arriba citadas.

Si se pone atención, en cada reducto electoral, desde una manzana, una sección electoral, un municipio o un distrito local o federal; ya hay especialistas operadores trabajando por reclutar votos seguros.

Es de comentar, que todos los partidos políticos, poseen, en cada elección, un análisis histórico del comportamiento electoral, en cada segmento territorial, por pequeño que sea. Normalmente incluye las 3 últimas elecciones del lugar.

Quienes saben, comentan que las elecciones se ganan, un día antes y en plena jornada electoral. Siempre que se haya planeado y organizado debidamente la logística, movilización, y contención.

También habrá que incluir el traslado de la urna hacia la oficina de la autoridad correspondiente; obviamente, de aquellas ánforas donde se logró la victoria.

En pocas palabras, quienes mejor se organicen, en todos los aspectos; previendo cualquier error humano, jurídico o de movilización; tendrán mayor oportunidad para lograr las victorias.

En concreto, candidatos carismáticos, con malos organizadores y operadores ineficaces, pueden morder el polvo. Aún con suficiente dinero para “invertir”. Incluso, cada elección, es distinta, y las circunstancias, diferentes. Ello, incluye, a quienes ganaron en el pasado.

No es secreto que la actividad del partido mayoritario, la de sus funcionarios y gobernantes, pueden influir.

Será la hora, en que la ciudadanía, tendrá la oportunidad de castigar o premiar a los candidatos y/o a sus institutos políticos.

Puede influir también, la efectividad lograda para la debida y necesaria cicatrización de las heridas dadas, ante la interna toma de decisiones, entre quienes no lograron las candidaturas. La moneda está en el aire. Cualquiera puede ganar.

Hay quienes creen que basta un(a) buen (a) candidato(a), para ganar una elección. Desde luego que cuenta, el perfil, popularidad y carisma, pero no siempre es garantía de triunfo.

La razón principal es que las elecciones, deben planearse, diseñarse, trabajarse, operarse. No es automática la victoria electoral.

Según los operadores electorales de experiencia; las estructuras electorales de los diversos partidos políticos, son las que definirán la inminente elección del 6 de junio.

Ello, porque es de ellos conocido, que en todas las elecciones intermedias, los ciudadanos, con posibilidades jurídicas de sufragar el voto, no salen, por su gusto, a ejercer su derecho.

Para contrarrestar dicha situación, los institutos políticos, intentan asegurar su voto leal, duro; o en su caso, aquel que trabajan para que en esa jornada electoral, se comprometan a salir a votar.

Todo ello, muy distinto, a cuando hay elecciones a Presidente de la República y/o a Gobernador del Estado. Ahí crece el interés ciudadano para salir a votar.

La del próximo 6 de junio, no será el caso. Habrá que motivar a la gente, a salir a votar.

Hay una difícil situación extra. Muchos ciudadanos, se resistirán a salir a ejercer el sufragio, por temor a la pandemia existente. Probablemente, ante el COVID-19, no arriesgaran su salud; al menos que tenga una profunda motivación política, laboral o económica que los obligue moralmente.

Es ahí donde toman importancia las llamadas estructuras partidistas. Quienes tengan mayores votantes asegurados, serán los que logren, los mayores triunfos electorales. También los que tengan eficaces canales de movilización.

Hay quienes por su constante andar político-electoral, cuentan con seguidores y operadores probados. Pueden ser efectivos y suficientes para conseguir las victorias.

Sin embargo, hay quienes, en algún momento, cambian de bando, a media jornada. Ya sea por conveniencia política o tal vez, económica.

Vemos, en los diversos tramos de la jornada electoral, incluyendo el mismo día de la elección, como, especializados electorales, “convencen”, o al menos, lo intentan, a estructuras completas.

Desde luego, hay las que son realmente rentables, y, otras, que son producto del descarado intercambio comercial. Incluso, hay oportunistas que simplemente intentan “espantar con el petate del muerto”, aunque no tengan verdadero capital humano a ofrecer.

Hay estructuras muy conocidas, operadas por distintos políticos o por sus grupos. Incluso, hay Presidentes Municipales o ex ediles, que se regodean de las mismas.

No obstante, las hay, también, quienes poseen estructuras, que no son tan públicas, pero que son tan eficaces, como las arriba citadas.

Si se pone atención, en cada reducto electoral, desde una manzana, una sección electoral, un municipio o un distrito local o federal; ya hay especialistas operadores trabajando por reclutar votos seguros.

Es de comentar, que todos los partidos políticos, poseen, en cada elección, un análisis histórico del comportamiento electoral, en cada segmento territorial, por pequeño que sea. Normalmente incluye las 3 últimas elecciones del lugar.

Quienes saben, comentan que las elecciones se ganan, un día antes y en plena jornada electoral. Siempre que se haya planeado y organizado debidamente la logística, movilización, y contención.

También habrá que incluir el traslado de la urna hacia la oficina de la autoridad correspondiente; obviamente, de aquellas ánforas donde se logró la victoria.

En pocas palabras, quienes mejor se organicen, en todos los aspectos; previendo cualquier error humano, jurídico o de movilización; tendrán mayor oportunidad para lograr las victorias.

En concreto, candidatos carismáticos, con malos organizadores y operadores ineficaces, pueden morder el polvo. Aún con suficiente dinero para “invertir”. Incluso, cada elección, es distinta, y las circunstancias, diferentes. Ello, incluye, a quienes ganaron en el pasado.

No es secreto que la actividad del partido mayoritario, la de sus funcionarios y gobernantes, pueden influir.

Será la hora, en que la ciudadanía, tendrá la oportunidad de castigar o premiar a los candidatos y/o a sus institutos políticos.

Puede influir también, la efectividad lograda para la debida y necesaria cicatrización de las heridas dadas, ante la interna toma de decisiones, entre quienes no lograron las candidaturas. La moneda está en el aire. Cualquiera puede ganar.