/ miércoles 24 de abril de 2019

Preocupa violencia

Los imparables y crueles asesinatos y el exponencial desempleo en todo el territorio tabasqueño han comenzado a generar que los cientos de miles de tabasqueños, y avecindados aquí estén preocupados por su seguridad y su integridad física.

 Los mismos que el pasado 1 de julio, votaron masivamente no solo por Adán Augusto López Hernández, sino por los diputados federal y estatal y alcaldes de Morena.

El famoso bono democrático no va a durar eternamente y la realidad y los escenarios cambian.

Y no es para menos, la gente tiene miedo, pánico y terror. Imagínense nada más hasta donde hemos llegado. La situación es preocupante.

No hay un solo día con que no nos amanezcamos con uno, dos, tres y hasta más ejecutados. Hemos sido noticia nacional e internacional con las recientes ejecuciones que han consternado y preocupado a la sociedad tabasqueña.

La mayoría de los índices delictivos continúan disparándose. Y las policías están como desde hace algunos años: rebasadas. Literalmente, estamos en la indefensión total. La gente no sabe si los siguientes serán ellos o si sus familiares estarán bien.

Empresarios y funcionarios de los tres niveles de gobierno coinciden o, mejor dicho, reconocen en corto -por miedo- que lo que ha venido aconteciendo recientemente (refiriéndose a las acciones desalmadas de los delincuentes en cualesquiera de sus modalidades, como lo sucedido en Comalcalco) demuestra fehacientemente que la situación está fuera de control como lo hemos venido denunciando.

Que lo único que nos queda, es encomendarnos a la Divina Trinidad, pues las autoridades, y sobre todo las locales, no tiene absolutamente nada que hacer.

El discursito de echarle la culpa de todos los males a los que los precedieron en el gobierno, ya no es suficiente para ocultar la evidente, puntual y manifiesta incapacidad de las autoridades responsables de proteger a los gobernados, concretamente, del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Alberto Aguirre Carbajal.

Así que, más les vale que se pongan las pilas, a la voz de ya, sobre todo con lo que tiene que ver con los flagelos de la inseguridad pública y el desempleo.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La Semana Santa concluyó aquí y en otras entidades del país, en un baño de sangre.

Lo acontecido en Minatitlán, Veracruz y en Comalcalco fue dantesco. Enrizó los pelos, hasta al más pintado.

Lo único bueno en estos pasados días, fueron las 10 albercas que colocó acertadamente el ayuntamiento de Centro en las colonias más populares y el tan criticado tobogán, que fue un rotundo éxito, como lo demuestran los miles de paisanos que desde tempranas horas lo abarrotaron, al grado tal, que los encargados de su funcionamiento se vieron obligados a prolongar las horas de diversión. El tobogán dio mucho de qué hablar a nivel nacional incluso.

Y es que la demanda popular rebasó las expectativas de sus organizadores.

Los imparables y crueles asesinatos y el exponencial desempleo en todo el territorio tabasqueño han comenzado a generar que los cientos de miles de tabasqueños, y avecindados aquí estén preocupados por su seguridad y su integridad física.

 Los mismos que el pasado 1 de julio, votaron masivamente no solo por Adán Augusto López Hernández, sino por los diputados federal y estatal y alcaldes de Morena.

El famoso bono democrático no va a durar eternamente y la realidad y los escenarios cambian.

Y no es para menos, la gente tiene miedo, pánico y terror. Imagínense nada más hasta donde hemos llegado. La situación es preocupante.

No hay un solo día con que no nos amanezcamos con uno, dos, tres y hasta más ejecutados. Hemos sido noticia nacional e internacional con las recientes ejecuciones que han consternado y preocupado a la sociedad tabasqueña.

La mayoría de los índices delictivos continúan disparándose. Y las policías están como desde hace algunos años: rebasadas. Literalmente, estamos en la indefensión total. La gente no sabe si los siguientes serán ellos o si sus familiares estarán bien.

Empresarios y funcionarios de los tres niveles de gobierno coinciden o, mejor dicho, reconocen en corto -por miedo- que lo que ha venido aconteciendo recientemente (refiriéndose a las acciones desalmadas de los delincuentes en cualesquiera de sus modalidades, como lo sucedido en Comalcalco) demuestra fehacientemente que la situación está fuera de control como lo hemos venido denunciando.

Que lo único que nos queda, es encomendarnos a la Divina Trinidad, pues las autoridades, y sobre todo las locales, no tiene absolutamente nada que hacer.

El discursito de echarle la culpa de todos los males a los que los precedieron en el gobierno, ya no es suficiente para ocultar la evidente, puntual y manifiesta incapacidad de las autoridades responsables de proteger a los gobernados, concretamente, del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Alberto Aguirre Carbajal.

Así que, más les vale que se pongan las pilas, a la voz de ya, sobre todo con lo que tiene que ver con los flagelos de la inseguridad pública y el desempleo.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

La Semana Santa concluyó aquí y en otras entidades del país, en un baño de sangre.

Lo acontecido en Minatitlán, Veracruz y en Comalcalco fue dantesco. Enrizó los pelos, hasta al más pintado.

Lo único bueno en estos pasados días, fueron las 10 albercas que colocó acertadamente el ayuntamiento de Centro en las colonias más populares y el tan criticado tobogán, que fue un rotundo éxito, como lo demuestran los miles de paisanos que desde tempranas horas lo abarrotaron, al grado tal, que los encargados de su funcionamiento se vieron obligados a prolongar las horas de diversión. El tobogán dio mucho de qué hablar a nivel nacional incluso.

Y es que la demanda popular rebasó las expectativas de sus organizadores.