/ martes 13 de noviembre de 2018

Plancarte: la esperanza que representa Obrador

¿Debemos resignarnos al fatalismo de los malos gobiernos? ¿Es hora de llorar de coraje o amargura, echándole la culpa de todos nuestros problemas a los gobernantes corruptos, ineptos y mentirosos que ya se van?

Un hombre maduro, producto de la cultura del esfuerzo y quien ya tuvo la oportunidad de ser alcalde de Balancán a inicios de siglo y dejó muy buenos resultados, considera que no.

“Hay -explica Saúl Plancarte Torres- un antes y un después de Andrés Manuel López Obrador; el antes, que cada uno de nosotros, que cada uno de los ciudadanos de Tabasco conocemos: el de las carencias, el de las calles destrozadas, de los caminos deshechos, de los centros hospitalarios en situación sumamente crítica, y en muchos casos también la falta de confianza en las autoridades.

“Ese es el Tabasco que conocemos ahorita; el Balancán (y los otros dieciséis municipios) que estamos viviendo.

“Y va a haber -advierte- un después con Andrés Manuel: el del progreso, porque Tabasco será sede de una secretaría y vamos a tener una refinería, y vamos a tener el Tren Maya, así como muchas acciones de gobierno que van a ser puntales de desarrollo para Balancán, para Tenosique…”

Plancarte Torres, quien en esta hora enfrenta un fuerte quebranto en las finanzas públicas de su municipio pero que en definitiva sabe lo que hace, formuló tal reflexión durante una reunión informativa del Programa Sembrando Vida, realizada en el Instituto Tecnológico Superior de los Ríos.

Ante el senador Javier May, próximo subsecretario de Bienestar Social, así como en presencia de los otros alcaldes de la región de los ríos, comentó que “después del primero de julio, la República solo ha tenido buenas noticias. Tabasco ha tenido extraordinarias buenas noticias y, por supuesto, Balancán, la zona de los ríos.

“La siembra de árboles frutales y maderables -precisó- es un programa extraordinario, por todo lo que conlleva: la derrama económica, los apoyos a los productores, la regeneración del medio ambiente; pero, sobre todo, es el apoyo a cada una de las familias del campo, para arraigarlos en sus comunidades, para que puedan producir.

“Si alguien sabe de las carencias de México -recordó- es Andrés Manuel López Obrador, porque las vivió. Hace unos días tuvimos una reunión en Buenavista 23 y me decía un anciano: aquí, en esta casa, durmió Andrés Manuel, hace treinta y tantos años, cuando recorrió el Plan Balancán, todos esos caminos. Y ellos lo sienten su amigo, su benefactor, y tienen depositadas sus esperanzas en él.

“Se votó por un cambio. Yo he comentado con los amigos que no es él quien va a cambiar; él ya cambió hace muchos años. Somos nosotros mismos, con nuestras actitudes, para que tengamos más responsabilidad y podamos cumplir cabalmente al ciudadano”.

Refirió que los candidatos de MORENA pueden dar fe, en lo específico, de la pobreza que afecta a la gran mayoría de la población de Balancán. “Los ancianos, en muchos casos, abandonados hasta por la propia familia. Ellos van a recibir su apoyo cada mes.

“Con esto se refrenda -citó Saúl- aquello que dijo Andrés Manuel y que muchos de nosotros repetíamos en nuestros recorridos por las comunidades: que primero serían los pobres de México, que primero serían los pobres de Tabasco, como siempre lo afirmó nuestro gobernador Adán Augusto López Hernández, y como aquí lo refrendó el hoy senador Javier May en las visitas domiciliarias que hacíamos”.

Ese es el Tabasco que todos anhelamos para después de Peña y Núñez. No hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo aguante. ¡Ya basta!

¿Debemos resignarnos al fatalismo de los malos gobiernos? ¿Es hora de llorar de coraje o amargura, echándole la culpa de todos nuestros problemas a los gobernantes corruptos, ineptos y mentirosos que ya se van?

Un hombre maduro, producto de la cultura del esfuerzo y quien ya tuvo la oportunidad de ser alcalde de Balancán a inicios de siglo y dejó muy buenos resultados, considera que no.

“Hay -explica Saúl Plancarte Torres- un antes y un después de Andrés Manuel López Obrador; el antes, que cada uno de nosotros, que cada uno de los ciudadanos de Tabasco conocemos: el de las carencias, el de las calles destrozadas, de los caminos deshechos, de los centros hospitalarios en situación sumamente crítica, y en muchos casos también la falta de confianza en las autoridades.

“Ese es el Tabasco que conocemos ahorita; el Balancán (y los otros dieciséis municipios) que estamos viviendo.

“Y va a haber -advierte- un después con Andrés Manuel: el del progreso, porque Tabasco será sede de una secretaría y vamos a tener una refinería, y vamos a tener el Tren Maya, así como muchas acciones de gobierno que van a ser puntales de desarrollo para Balancán, para Tenosique…”

Plancarte Torres, quien en esta hora enfrenta un fuerte quebranto en las finanzas públicas de su municipio pero que en definitiva sabe lo que hace, formuló tal reflexión durante una reunión informativa del Programa Sembrando Vida, realizada en el Instituto Tecnológico Superior de los Ríos.

Ante el senador Javier May, próximo subsecretario de Bienestar Social, así como en presencia de los otros alcaldes de la región de los ríos, comentó que “después del primero de julio, la República solo ha tenido buenas noticias. Tabasco ha tenido extraordinarias buenas noticias y, por supuesto, Balancán, la zona de los ríos.

“La siembra de árboles frutales y maderables -precisó- es un programa extraordinario, por todo lo que conlleva: la derrama económica, los apoyos a los productores, la regeneración del medio ambiente; pero, sobre todo, es el apoyo a cada una de las familias del campo, para arraigarlos en sus comunidades, para que puedan producir.

“Si alguien sabe de las carencias de México -recordó- es Andrés Manuel López Obrador, porque las vivió. Hace unos días tuvimos una reunión en Buenavista 23 y me decía un anciano: aquí, en esta casa, durmió Andrés Manuel, hace treinta y tantos años, cuando recorrió el Plan Balancán, todos esos caminos. Y ellos lo sienten su amigo, su benefactor, y tienen depositadas sus esperanzas en él.

“Se votó por un cambio. Yo he comentado con los amigos que no es él quien va a cambiar; él ya cambió hace muchos años. Somos nosotros mismos, con nuestras actitudes, para que tengamos más responsabilidad y podamos cumplir cabalmente al ciudadano”.

Refirió que los candidatos de MORENA pueden dar fe, en lo específico, de la pobreza que afecta a la gran mayoría de la población de Balancán. “Los ancianos, en muchos casos, abandonados hasta por la propia familia. Ellos van a recibir su apoyo cada mes.

“Con esto se refrenda -citó Saúl- aquello que dijo Andrés Manuel y que muchos de nosotros repetíamos en nuestros recorridos por las comunidades: que primero serían los pobres de México, que primero serían los pobres de Tabasco, como siempre lo afirmó nuestro gobernador Adán Augusto López Hernández, y como aquí lo refrendó el hoy senador Javier May en las visitas domiciliarias que hacíamos”.

Ese es el Tabasco que todos anhelamos para después de Peña y Núñez. No hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo aguante. ¡Ya basta!