/ lunes 24 de diciembre de 2018

¿Pedirá perdón?

¿Cómo fue que con su experiencia y oficio político de casi medio siglo no salió oportunamente Arturo Núñez Jiménez a pedir perdón al pueblo de Tabasco, a sus acreedores, a los servidores públicos, y explicar, detallar qué estaba haciendo; qué avances y previsiones había, ante la inédita crisis que se padece hoy?

Por qué se escondió y continúa escondiéndose?

¿Cómo es que se atrevió a presentar un informe de cuentas alegres con casi tres horas de duración? Si desde 2014 estalló la peor crisis de Pemex en el contexto del derrumbe del precio de hidrocarburos en el mercado global, y como economista y administrador público supo Núñez la gravedad de la situación, ¿por qué no se tomaron previsiones?

¿Cómo fue que le permitió a Amet Ramos disponer de partidas federales y desviarlas a rubros diferentes a los cuales estaban etiquetadas, como sucedió en el caso de Salud, hecho público por la Secretaría de la Función Pública y confesado sin rubor alguno por el secretario Rommel Cerna? Sabía que eso es delito.

En esta hora, Núñez -él es la cabeza; no Amet, ni Bertín Miranda, ni nadie más- adeuda a los 17 ayuntamientos las participaciones de diciembre que debió haber entregado en los últimos días de noviembre.

En consecuencia, casi todos los alcaldes se andan escondiendo y no han pagado todo lo que deben a policías municipales, a proveedores, parcialidades a la CFE y ni siquiera salario, compensación y aguinaldo a sus propios colaboradores.

Sí: no se trata nada más de los adeudos a servidores públicos estatales y proveedores. Y por cierto que en cuanto a los primeros, en el caso de los trabajadores de contrato, Núñez les niega el derecho consagrado en la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo, así como mediante criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el derecho internacional suscrito por México.

A la mayoría de aquellos a los que les adeuda, se les ha prometido que el 26 o 27 se les pagará. A los trabajadores que probablemente pasarán la Navidad con su familia en el puente Los Monos, ni siquiera se les ha ofrecido algo. Los más débiles, que son los jubilados y pensionados del ISSET, cobraron su mísera mensualidad mas temen que ya no les pague Núñez el aguinaldo, porque también el dinero de ese fondo fue desviado para otros fines.

Este lunes, uno de los sindicatos magisteriales, entre otros, bloqueará diversos puntos del estado desde las siete de la mañana, con un impacto mayor al que se tuvo el pasado sábado. Entre miércoles y jueves habrá paro de policías estatales y municipales si no les pagan.

Núñez continúa escondido. Desde varios días previos, él y doña Martha sacaron sus “trapitos” de la Quinta Grijalva y dormían en su residencia de la Cerrada de Macayo.

Luego de que López Aguilera fue retenida durante muchas horas en el Hospital del Niño -otra historia que ya platicaremos- la pareja tomó la decisión de protegerse y se trasladó a su casita en la zona metropolitana de la capital del país. Sus escoltas y vehículos blindados quedaron radicados en la Secretaría de Gobierno.

El viernes, con sigilo, regresó Núñez. Trae escolta de extrema confianza. Varios de los que antes traía, pasaron revista ya uniformados en SSP en la mañana del viernes. Esa noche acudió a una fiesta de graduación de universitarios en un hotel de Tabasco 2000. El sábado se regresó a Ciudad de México.

Prevalece la incertidumbre. Resulta frustrante tener un gobernador que no supo administrar ni liderar a su pueblo.

Para los alcaldes, un consejo: no se escondan y prevean la adversidad. Para ellos y los diputados, la luna de miel terminó.

¿Cómo fue que con su experiencia y oficio político de casi medio siglo no salió oportunamente Arturo Núñez Jiménez a pedir perdón al pueblo de Tabasco, a sus acreedores, a los servidores públicos, y explicar, detallar qué estaba haciendo; qué avances y previsiones había, ante la inédita crisis que se padece hoy?

Por qué se escondió y continúa escondiéndose?

¿Cómo es que se atrevió a presentar un informe de cuentas alegres con casi tres horas de duración? Si desde 2014 estalló la peor crisis de Pemex en el contexto del derrumbe del precio de hidrocarburos en el mercado global, y como economista y administrador público supo Núñez la gravedad de la situación, ¿por qué no se tomaron previsiones?

¿Cómo fue que le permitió a Amet Ramos disponer de partidas federales y desviarlas a rubros diferentes a los cuales estaban etiquetadas, como sucedió en el caso de Salud, hecho público por la Secretaría de la Función Pública y confesado sin rubor alguno por el secretario Rommel Cerna? Sabía que eso es delito.

En esta hora, Núñez -él es la cabeza; no Amet, ni Bertín Miranda, ni nadie más- adeuda a los 17 ayuntamientos las participaciones de diciembre que debió haber entregado en los últimos días de noviembre.

En consecuencia, casi todos los alcaldes se andan escondiendo y no han pagado todo lo que deben a policías municipales, a proveedores, parcialidades a la CFE y ni siquiera salario, compensación y aguinaldo a sus propios colaboradores.

Sí: no se trata nada más de los adeudos a servidores públicos estatales y proveedores. Y por cierto que en cuanto a los primeros, en el caso de los trabajadores de contrato, Núñez les niega el derecho consagrado en la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo, así como mediante criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el derecho internacional suscrito por México.

A la mayoría de aquellos a los que les adeuda, se les ha prometido que el 26 o 27 se les pagará. A los trabajadores que probablemente pasarán la Navidad con su familia en el puente Los Monos, ni siquiera se les ha ofrecido algo. Los más débiles, que son los jubilados y pensionados del ISSET, cobraron su mísera mensualidad mas temen que ya no les pague Núñez el aguinaldo, porque también el dinero de ese fondo fue desviado para otros fines.

Este lunes, uno de los sindicatos magisteriales, entre otros, bloqueará diversos puntos del estado desde las siete de la mañana, con un impacto mayor al que se tuvo el pasado sábado. Entre miércoles y jueves habrá paro de policías estatales y municipales si no les pagan.

Núñez continúa escondido. Desde varios días previos, él y doña Martha sacaron sus “trapitos” de la Quinta Grijalva y dormían en su residencia de la Cerrada de Macayo.

Luego de que López Aguilera fue retenida durante muchas horas en el Hospital del Niño -otra historia que ya platicaremos- la pareja tomó la decisión de protegerse y se trasladó a su casita en la zona metropolitana de la capital del país. Sus escoltas y vehículos blindados quedaron radicados en la Secretaría de Gobierno.

El viernes, con sigilo, regresó Núñez. Trae escolta de extrema confianza. Varios de los que antes traía, pasaron revista ya uniformados en SSP en la mañana del viernes. Esa noche acudió a una fiesta de graduación de universitarios en un hotel de Tabasco 2000. El sábado se regresó a Ciudad de México.

Prevalece la incertidumbre. Resulta frustrante tener un gobernador que no supo administrar ni liderar a su pueblo.

Para los alcaldes, un consejo: no se escondan y prevean la adversidad. Para ellos y los diputados, la luna de miel terminó.