/ viernes 18 de enero de 2019

Orden en las calles

Calaron al nuevo gobierno con un bloqueo y obtuvieron respuesta inmediata: “Nosotros asumimos las consecuencias políticas porque tenemos un mandato de los ciudadanos de restablecer el estado de derecho. No tenemos necesidad de ser rehén de ningún grupo minoritario”, fue la postura expresada por el secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana.

Lo que podía ser el asomo de una escalada de protestas como las del mes pasado de cerrar calles, fue cortado de tajo.

Si bien es entendible la molestia por el tema de limitar el cobro de vales a una sola empresa –ahora ya se amplió la oferta a una cadena de carnicerías, también de capital tabasqueño- a los sindicalizados no se les ha negado la prestación y se les ha dicho que es medida temporal.

Es más, el gobierno reportó ayer más de dos mil operaciones de compras realizadas por empleados.

Las razones de la desmesura en la acción de cerrar una vialidad tan importante pueden estar en la lucha por el control sindical.

La falta de pericia del líder del SUTSET, René Ovando, al dar bandazos ante sus agremiados al instruirlos primero a firmar su inconformidad y hasta de no recibir la tarjeta dio aliento a sus bases. Después metió reversa porque la decisión estaba tomada. Eso no cayó bien entre los trabajadores y vigorizó a intereses internos.

El secretario de Gobierno dijo que las manifestaciones deben ser conforme a derecho y no habrá permisividad cuando una minoría trate de violentar el derecho de terceros: “No lo podemos permitir por muy abiertos, democráticos y tolerantes que seamos”.

Desde diciembre el nuevo gobierno buscó mediante sus operadores, uno de ellos Medina Filigrana, dialogar y resolver los temas que dejaría pendientes el nuñismo.

Se puede alegar que quienes hoy encarnan el gobierno fueron en el pasado duros, fuertes críticos de las acciones en el uso de la fuerza pública por administraciones anteriores contra manifestaciones sociales.

Hay que saber diferenciar cuándo amerita aplicarla. En este caso no se vieron excesos, más allá de los empujones policiales e insultos previsibles de protesta.

Desde luego las manifestaciones son un derecho cuando existen acciones fundadas que las motiven. El asunto es cómo, dónde y bajo qué circunstancias se desarrollan.

Los bloqueos en diciembre tenían entre la sociedad dosis altas de tolerancia por la injusticia generalizada de no pagar a los trabajadores y por el entorno acumulado ante el cierre de un gobierno nefasto que además heredó una crisis.

Hoy los motivos de llevar un reclamo de poco calado hasta las calles tienen otro trasfondo por el cual miles de ciudadanos ajenos a ellos no tienen por qué pagar como platos rotos.

HOJAS SUELTAS…

Ya que hablamos de despensa, en febrero se dará un alza importante en el precio del limón, de acuerdo al Comité del Sistema Producto Cítricos. El kilo podría alcanzar más de 19 pesos. Cuestiones del mercado.+++Habrá que ver si fue por el cambio en el gobierno federal, pero Villahermosa ya dejó el ‘top five’ de mayor percepción en inseguridad al caer al sexto sitio, aunque con un 92.3 por ciento todavía en el mes de diciembre. En septiembre estaba en segundo lugar.

Calaron al nuevo gobierno con un bloqueo y obtuvieron respuesta inmediata: “Nosotros asumimos las consecuencias políticas porque tenemos un mandato de los ciudadanos de restablecer el estado de derecho. No tenemos necesidad de ser rehén de ningún grupo minoritario”, fue la postura expresada por el secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana.

Lo que podía ser el asomo de una escalada de protestas como las del mes pasado de cerrar calles, fue cortado de tajo.

Si bien es entendible la molestia por el tema de limitar el cobro de vales a una sola empresa –ahora ya se amplió la oferta a una cadena de carnicerías, también de capital tabasqueño- a los sindicalizados no se les ha negado la prestación y se les ha dicho que es medida temporal.

Es más, el gobierno reportó ayer más de dos mil operaciones de compras realizadas por empleados.

Las razones de la desmesura en la acción de cerrar una vialidad tan importante pueden estar en la lucha por el control sindical.

La falta de pericia del líder del SUTSET, René Ovando, al dar bandazos ante sus agremiados al instruirlos primero a firmar su inconformidad y hasta de no recibir la tarjeta dio aliento a sus bases. Después metió reversa porque la decisión estaba tomada. Eso no cayó bien entre los trabajadores y vigorizó a intereses internos.

El secretario de Gobierno dijo que las manifestaciones deben ser conforme a derecho y no habrá permisividad cuando una minoría trate de violentar el derecho de terceros: “No lo podemos permitir por muy abiertos, democráticos y tolerantes que seamos”.

Desde diciembre el nuevo gobierno buscó mediante sus operadores, uno de ellos Medina Filigrana, dialogar y resolver los temas que dejaría pendientes el nuñismo.

Se puede alegar que quienes hoy encarnan el gobierno fueron en el pasado duros, fuertes críticos de las acciones en el uso de la fuerza pública por administraciones anteriores contra manifestaciones sociales.

Hay que saber diferenciar cuándo amerita aplicarla. En este caso no se vieron excesos, más allá de los empujones policiales e insultos previsibles de protesta.

Desde luego las manifestaciones son un derecho cuando existen acciones fundadas que las motiven. El asunto es cómo, dónde y bajo qué circunstancias se desarrollan.

Los bloqueos en diciembre tenían entre la sociedad dosis altas de tolerancia por la injusticia generalizada de no pagar a los trabajadores y por el entorno acumulado ante el cierre de un gobierno nefasto que además heredó una crisis.

Hoy los motivos de llevar un reclamo de poco calado hasta las calles tienen otro trasfondo por el cual miles de ciudadanos ajenos a ellos no tienen por qué pagar como platos rotos.

HOJAS SUELTAS…

Ya que hablamos de despensa, en febrero se dará un alza importante en el precio del limón, de acuerdo al Comité del Sistema Producto Cítricos. El kilo podría alcanzar más de 19 pesos. Cuestiones del mercado.+++Habrá que ver si fue por el cambio en el gobierno federal, pero Villahermosa ya dejó el ‘top five’ de mayor percepción en inseguridad al caer al sexto sitio, aunque con un 92.3 por ciento todavía en el mes de diciembre. En septiembre estaba en segundo lugar.